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Por omisión de la CFE, familias de Nicolás Flores perdieron todo

El incendio del 12 de abril redujo a cenizas el patrimonio que Mateo Santana Trejo construyó en 84 años de vida

Escrito en HIDALGO el

NICOLÁS FLORES.- El 12 de abril un incendio ocasionado por el choque de cables de alta tensión de la CFE redujo a cenizas lo que Mateo Santana Trejo construyó en sus 84 años de vida; esa tarde el octogenario se negaba a abandonar su vivienda, según su hijo Pedro, quien junto a otros pobladores intentó sofocar el siniestro originado en inmediaciones de Las Pilas, pero al observar las llamas abandonó el lugar y corrió a su casa para llevar a su familia a un lugar seguro.

 

Con silbidos, gritos, mensajes de Whatsapp y llamadas telefónicas 40 hombres se organizaron para apagar la deflagración, pero sus intentos fueron frenados por la fuerza del viento, que propagó rápidamente la lumbre.

“Mis padres Mateo y Celestina se resistían a salir, pero los convencí de que era una situación difícil, que ya no había manera de controlar el fuego, los subí en un vehículo y los trasladé a un lugar seguro”, narra Pedro Santana.

Al día siguiente la familia halló con vida a cinco borregos, los demás animales murieron calcinados. Quedaron reducidos a cenizas cultivos de aguacate, manzana, durazno, magueyes y nopales, así como cinco de seis habitaciones que estaban construidas con madera y lámina de metal.

La situación de vulnerabilidad como la de los Santana se multiplica por docenas en las localidades situadas al norte de Nicolás Flores: Las Pilas, Las Pilas II, Zoyatal y Puerto de Piedra, donde el fuego iniciado por cables de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) derritió la tubería de agua potable y afectó el hábitat de especies animales en 100 hectáreas de bosque, según los cálculos de la Secretaría de Gobierno estatal.

EL ENOJO DE UNA COMUNIDAD IGNORADA

Cuatro días después de la ignición, trabajadores de la CFE se presentaron en Las Pilas para reestablecer el servicio de energía eléctrica, pero fueron retenidos por los habitantes, quienes exigían que se presentara el encargado de la empresa productiva en Ixmiquilpan, Gerardo Aguilera Coria.

Bajo intensos rayos de sol, resguardado por elementos de la Guarda Nacional y policías estatales, el alcalde de Nicolás Flores, Nicolás González Elizalde, negociaba la liberación de los electricistas con furiosos pobladores que llevaban cuatro días sin luz, sin agua potable o sin hogar.

Distintas versiones de los habitantes coinciden en que el organismo dirigido por Manuel Barlett Díaz ignoró las solicitudes, ingresadas por diversas vías, de realizar mantenimiento a la red eléctrica de la zona, que incluía poda de árboles y limpieza de los generadores.  


Darío Morán, delegado de Las Pilas, acusó que el siniestro del pasado domingo se originó por la omisión de la CFE y que la empresa debe indemnizar los daños ocasionados por el incendio.

Luego de que los pobladores accedieron a liberar a los trabajadores, el presidente municipal informó que este viernes se reuniría con Gerardo Aguilera Coria, gerente de las oficinas de CFE Ixmiquilpan.

LA FURIA DEL FUEGO ACTIVÓ LA AYUDA COMUNITARIA

El pasado miércoles, una camioneta cargada con víveres para los damnificados del incendio se salió del camino que lleva de Cardonal al centro de Nicolás Flores. La pick up roja era parte de una caravana que partió de Ixmiquilpan.

A lo largo del estrecho camino circulaban más vehículos, que al igual que los de Ixmiquilpan, llevaban en los vidrios el lugar de origen y la frase “ayuda para Nicolás Flores”.

Además, el gobierno local instaló un centro de acopio en el auditorio de la cabecera municipal, donde 21 voluntarios armaban paquetes medianos con comestibles y más pequeños con artículos de higiene personal.

Otros, como Pedro, originario de Orizabita, Ixmiquilpan, recorrieron más de 54 kilómetros para llevar despensas hasta el centro de acopio de Las Pilas, donde fue improvisada una cocina donde mujeres preparaban arroz y tortillas.

El domingo, después del incendio y antes de que llegaran las camionetas cargadas con bolsas de ropa y cobijas, los adultos mayores, los niños y las mujeres fueron sacados de sus casas y trasladados en camionetas a localidades vecinas.

Ignacio Elizalde Serrano, originario de El Aguacate, recibió a mujeres y niños rescatados de las llamas.

Eran 3:30 y 4:30 de la tarde cuando llegaron mamás y niños llorando, en pánico. Yo era el que estaba ahí, Trataba de controlar a unos y otros se ponían mal. Otros compañeros se repartieron entre Las Pilas e Itatlaxco, para apagar el incendio. En mi casa pasaron esa noche, pero ahorita no tengo a nadie alojado”.

De acuerdo con Elizalde Serrano, tras alertar sobre el fuego hubo respuesta inmediata de los vecinos de Jacala, Zimapán e Ixmiquilpan, gracias a ellos, no hubo un solo herido, un solo muerto.

SIN CUANTIFICACIÓN DE LAS PÉRDIDAS

La ayuda oficial llegó aproximadamente una hora y media después de que comenzó el siniestro, que fue sofocado en su totalidad el 15 de abril alrededor de las 15:00 horas, confirmó el alcalde.

Asimismo, reportó 60 habitaciones destruidas, la explosión de dos tanques de gas LP y daños de 100 hectáreas de bosque, pero no había una cifra oficial sobre la pérdida de vehículos, animales, huertas, refrigeradores, estufas, televisiones, radios, tinacos, trastes, camas, cobijas, ropa, tubería o sistema eléctrico.

En un reporte preliminar, la Secretaría de Gobierno informó que el siniestro fue atendido por alrededor de 700 combatientes, entre pobladores de la región, bomberos, personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath), de la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (Conamp), y de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).

La CFE no emitió postura sobre los señalamientos de los habitantes de Las Pilas..

sjl