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La deuda del Estado mexicano con la libertad de expresión es inmensa: Article 19

No existe un país en el mundo donde se mate a tantos periodistas, afirma Ana Cristina Ruelas

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Escrito en ESPECIALES LSR el

La deuda del Estado mexicano con la libertad de expresión es inmensa, afirmó Ana Cristina Ruelas, directora regional de la organización Artículo 19, quien señala que durante el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto, la prensa mexicana ha sido objeto 1 mil 986 agresiones,  Y lo que hace más grave la situación para los periodistas es la casi total impunidad: el 99 por ciento de los casos quedan sin castigo, dijo.

No te puedo decir que el sexenio de Enrique Peña Nieto sea uno en el que los valores democráticos se hicieron realidad. Todo lo contrario, vemos como las libertades democráticas se redujeron de manera significativa y cómo los periodistas, al ser los mensajeros de lo que ocurre en el país, se han convertido en objetivos claros de la violencia”, subrayó

Ana Cristina Ruelas indicó que desde el año 2000, 115 periodistas han sido asesinados por causas relacionadas con su ejercicio periodístico, y reiteró que México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en América. Otra cifra importante es la de los periodistas desaparecidos, la cual desde el 2000 suma 24. 

A decir de Ana Cristina, México  también es una de las naciones donde estos crímenes no se investigan ni se sancionan. Y esta situación puede explicarse por la cantidad de ataques cometidos por funcionarios de Estado, que alcanza el 48 por ciento”, añadió Ruelas.

En su opinión, no existe en el mundo un país donde maten a tantos periodistas, “en ninguno”, remarcó.

En entrevista con La Silla Rota, Ruelas afirmó que el hecho de que el  Estado mexicano no reconozca que prácticamente en la mitad de los casos los servidores públicos son los mayores agresores de la prensa, también genera la violencia.

El Estado no reconoce su responsabilidad y por lo tanto no la castiga y traslada la culpa al crimen organizado o al mismo periodista, pero el Estado nunca es el culpable. Es importante decir que una de las grandes deudas del Estado mexicano es reconocer el nivel de violencia que enfrenta la prensa en México”.

Entonces el mensaje es que no existen consecuencias si se agrede a periodistas, subrayó.

En el balance que hace Artículo 19, la cifra de agresiones a periodistas del actual gobierno es superior a lo que ocurrió en el anterior sexenio, cuando gobernó Felipe Calderón Hinojosa, que sumó 1 mil 082 agresiones, de acuerdo con el informe “Democracia simulada, nada que aplaudir”, que elaboró esa organización.

A nivel mundial la peligrosidad para ejercer el periodismo en México sólo es comparable a la que se vive en países en guerra, como Siria o Iraq, añadió Ruelas.


Ana Cristina Ruelas, directora de Artículo 19, para México y Centroamérica. (Cuatoscuro)

LAS LIBERTADES DEMOCRÁTICAS SE REDUJERON

Ana Cristina Ruelas llegó  a la dirección de la organización Artículo 19 en mayo de 2016, su cargo es regional y comprende México y Centroamérica. 

-¿Cuál es la actual situación de la prensa?

-Vemos una decadencia e incremento desmesurado de la violencia contra la prensa que se explica si vemos los altos niveles de corrupción y de impunidad en el país. Los periodistas que son agredidos en su mayoría están cubriendo notas relacionadas con corrupción, derechos humanos y seguridad. No se explica la impunidad si no vemos que el Estado es incapaz de investigarse a sí mismo y finalmente no existe su intención de disminuir las agresiones contra la prensa. El mensaje es que no existen consecuencias si se agrede a periodistas. La deuda del Estado mexicano con la libertad de expresión es inmensa, existe actualmente una política de Estado que busca que la información no llegue a la sociedad y en esa medida es responsabilidad del nuevo gobierno armar una política para garantizar efectivamente la libertad de expresión, el ejercicio periodístico y que la información llegue a la sociedad. Mientras esto no suceda, no podemos hablar de democracia. No te puedo decir que el sexenio de Enrique Peña Nieto sea uno en el que los valores democráticos se hicieron realidad, todo lo contrario, vemos como las libertades democráticas se redujeron de manera significativa y cómo los periodistas al ser los mensajeros de lo que ocurre en el país, se han convertido en objetivos claros de la violencia.

-¿Cómo va esta tendencia de que los autores materiales o intelectuales sean elementos del Estado?

-Actualmente las principales autoridades son del nivel estatal, luego municipal y después federal pero es importante decir que esto es muy ambiguo porque no existe una división tan clara entre el Estado y el crimen organizado en los estados. Probablemente algunos de los policías municipales que pudieron cometer una agresión también pudieron estar coludidos con el crimen. Si  (el periodista) dice ‘a mí me atacó un policía municipal, no sé si esté coludido, es una autoridad´. Recordarás el caso de Salvador Olmos en Oaxaca, en 2016 que fue asesinado y torturado y arrollado por una patrulla del municipio; fueron dos policías quienes lo torturaron y asesinaron, ahí están dos policías, es el cargo que ostentan, entonces son funcionarios del Estado. Esto tiene que ver con la impunidad, la falta de reconocimiento del Estado mexicano del problema de que el mismo funcionario público es el mayor agresor de la prensa, también es lo que genera la violencia porque el Estado no reconoce su responsabilidad y por lo tanto no la castiga y traslada la culpa al crimen organizado o al mismo periodista pero el Estado nunca es el culpable

-¿Qué tan peligroso es hacer periodismo en México?

-México es el país más peligroso para ejercer el periodismo en América y solo se compara en el mundo con países en guerra como Siria e Iraq. No existe en el mundo un país donde maten a tantos periodistas, en ninguno.

-¿Ya se superó a Colombia en ese sentido?

-Sí, lejísimos. Los niveles de violencia solo se pueden comparar con Siria.

VIOLENCIA SOFISTICADA

Una de las variantes de violencia contra periodistas que registró Artículo 19 en su informe “Libertades en resistencia”, es el del espionaje realizado a través del programa cibernético Pegasus, adquirido por la Procuraduría General de la República (PGR). 

Otra forma detectada son  las agresiones contra mujeres periodistas, las cuales se han incrementado. De ambos temas se le preguntó a Ruelas.

-¿Qué nos puede decir de la violencia a través del espionaje?

-El caso de gobierno espía es un caso claro de cómo se han sofisticado las formas de violentar a la prensa y cómo se busca a través de estas formas reducir el flujo de información. Por un lado porque se intimida a quien se está espiando y por otro porque la persona que está espiando puede impulsar o reconocer nuevas narrativas contrarias a las que el periodista está tratando de impulsar y además cooptar o dañar a las fuentes de información. Esto es realmente preocupante y es tan sofisticado que pocas veces puedes dar cuenta de ello. También este caso de gobierno espía es un claro caso de impunidad porque en la tarjeta de investigación la única autoridad que ha reconocido contar con el software es la PGR y la procuraduría es la que está llevando la investigación. No ha sido capaz de hacer peritajes sobre las computadoras donde se encuentra instalado el software para verificar si efectivamente se tuvo como objetivo espiar a estas personas.

-¿En el caso de agresiones a mujeres qué se ha detectado?

-La mujer periodista, en el momento en que emite sus comunicaciones en un espacio que se considera “para hombres” es sujeta a agresiones más diversas a las que se cometen contra hombres. La forma como amenazan o agreden a una mujer está más relacionada con contextos sexuales y familiares y es algo que se ha incrementado constantemente y genera la censura o autocensura, precisamente por posibles afectaciones que la información podría generar a su familia. Esto es muy preocupante porque de alguna manera habíamos llegado a un punto donde las mujeres habían encontrado a través de redes sociales e internet mecanismos eficaces y abrir su espacio de participación.

-¿Cuántos periodistas asesinados ha habido este año?

-En 2018 llevamos tres, 12 en 2017 y desde 2000 son 24 desaparecidos y asesinados 115.

-¿En ese sentido este fue un peor sexenio que el de Felipe Calderón?

-En cifras absolutas de agresiones sí, son mil 986 agresiones. En el informe ‘Nada que aplaudir’, decimos que es una democracia simulada, ahí viene una tabla de comparativo entre los últimos tres presidentes.

-¿Nunca se había estado tan mal?

-Lo que decíamos en el informe es que México nunca ha sido un país de libertades, sin embargo es cierto que en este sexenio hemos visto como esas libertades se han venido constriñendo de una manera muy articulada y que no sólo se refleja a través de las agresiones directas a periodistas, sino también a través de otros mecanismos que se están buscando constantemente para reducir la información que llega a la sociedad y eso es muy preocupante. Por un lado el gobierno espía a periodistas, por otra parte tenemos las solicitudes constantes de remoción de contenidos a medios de comunicación de parte de funcionarios públicos. Hemos visto cómo han evolucionado las demandas de daño moral contra periodistas; los funcionarios  públicos tienen la piel muy delgada. Estamos viendo constantemente la violencia institucional en el tema de la comunicación social, publicidad oficial; la cerrazón de los archivos, el acceso a la información. Vemos como por todos lados se busca que la gente no tenga la información y los más afectados es la sociedad, porque está siendo sujeta de poca información y por otro lado son los periodistas porque son los mensajeros y el Estado quiere convertirlos en el mensaje.

La libertad de prensa, ausente en la agenda de los candidatos: Reporteros sin Fronteras

La corresponsal en México de Reporteros Sin Fronteras (RSF), Balbina Flores, criticó que la agenda de libertad de expresión y el ejercicio de prensa hasta el momento no forma parte de las plataformas o de la agenda de los candidatos presidenciales. Ello, pese a la violencia que han padecido los periodistas desde el sexenio de Felipe Calderón y el actual de Enrique Peña Nieto.

De acuerdo con un ranking elaborado por la organización, de un total de 180 países, México ocupa el lugar 147 en libertad de prensa, y así es ya desde hace varios años.

A la fecha ninguno de los candidatos se ha pronunciado abiertamente. Reporteros Sin Fronteras solicitó desde principios de marzo una reunión con ellos, con Ricardo Anaya, con Andrés Manuel, con José Antonio Meade y con los otros candidatos. El único que nos recibió fue Anaya. De los otros candidatos no obtuvimos ninguna respuesta. Sí nos preocupa que el tema de libertad de expresión, libertad de prensa y garantías para el ejercicio de periodismo no aparezca en las agendas políticas y México, siendo uno de los países más peligrosos es preocupante. Es inaceptable que no estén haciendo un compromiso público con la libertad de expresión”, dijo a La Silla Rota.

En su opinión, y sólo considerando los asesinatos y las desapariciones, el gobierno de Felipe Calderón ha sido el de mayor violencia, con 54 asesinatos, y entre 12 y 14 desapariciones; asegura que el actual gobierno del presidente Enrique Peña Nieto podría concluir igual, en caso de que sigan las agresiones a los reporteros.

Homenaje a la periodista Miroslava Breach. (Cuartoscuro)

Sobre cuáles son los estados que representan mayor riesgo para los periodistas en México respondió que son Tamaulipas, desde hace muchos años catalogado como foco rojo, lo mismo que Veracruz y recientemente Guerrero, que ahora es una de las de mayor riesgo. A dicha lista se suman Oaxaca y Chihuahua.

Luego vienen otras entidades donde hay silencio en torno a las agresiones que los periodistas reciben: Coahuila, Michoacán, Chiapas, Colima y Jalisco. Un caso llamativo es el de San Luis Potosí, que apenas comenzó su registro de violencia hacia periodistas.

Lo que estamos observando es que ahora aunque la violencia inició en la zona norte del país, en este sexenio se extendió y ocurre que empezó a aparecer en entidades como Veracruz y Chihuahua”.

Respecto a las recientes detenciones de los presuntos asesinos del periodista sinaloense Javier Valdez, abatido el 15 de mayo del año pasado, destacó que efectivamente se han detenido a los supuestos autores materiales, pero no se detiene a los autores intelectuales, no solo en el caso del autor del libro Narcoperiodismo, sino también de la corresponsal de La Jornada, Miroslava Breach, o Max Rodríguez, asesinados en 2017.

Son casos que si bien han sido detenidos algunos de estos autores, los autores intelectuales siguen libres y ni siquiera han sido tocados y en estos casos no hay sentencias”, lamentó.

“La impunidad sigue estando presente”.


INSUFICIENTE, MECANISMO DE PROTECCIÓN A PERIODISTAS

Cuestionada sobre si funcionan los mecanismos de protección para defensores de derechos humanos y periodistas -operado por la Secretaría de Gobernación- Flores consideró que es difícil hacer una valoración al respecto, ya que recibieron cuestionamientos sobre su utilidad ante los 15 asesinatos de periodistas ocurridos en 2017.

El sistema de protección está ahí, ha funcionado en algunas cosas pero no ha tenido la capacidad de realmente incidir en que ya no se siga matando a periodistas. Se han incrementado las solicitudes de protección de periodistas ante el mecanismo desde el año pasado. Sabemos de muchos casos que se han incorporado al mecanismo y también de casos lamentables de periodistas que estaban bajo protección suya y fueron asesinados. Cecilio Pineda fue asesinado en Altamirano, Guerrero, y Cándido Ríos en Veracruz el año pasado. Estos lamentables hechos nos vienen a mostrar que no es suficiente el mecanismo”, remarcó.

Para que sean más efectivos, los mecanismos deberán reforzar sus métodos de seguimiento y herramientas de protección, propuso.

Un fenómeno que también aumentó el año pasado fue el del desplazamiento de reporteros con todo y sus familias a otras ciudades, para proteger sus vidas. “Hasta la fecha tenemos considerados alrededor de 30 desplazados que se acumulan desde 2007, pero el año pasado fue uno de los años con mayor expulsión de periodistas, que registró 12”, aseguró.

Respecto a las promesas del presidente Enrique Peña Nieto, el entonces secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong y los gobernadores, hechas de manera conjunta a unos días de la muerte de Javier Valdez, de crear mecanismos, fiscalías locales y capacitar personal especializado para atender casos de agresiones a periodistas, la corresponsal de RSF dijo que ha habido avances, aunque más bien se trata de ventanillas de atención, no siempre con personal especializado. 

“Sí creemos que debería haber una mayor profesionalización y claridad sobre el trabajo que desempeñan”, expresó.

En su opinión, es necesario que se fortalezca el trabajo de las fiscalías de investigacion en los asesinatos y las investigaciones en general del sistema de protección a periodistas y que distintas instancias tienen que establecer políticas integrales de atención a periodistas desplazados y a sus familias, concluyó.