Más de 300 mil toneladas en mercancía que estaban a la espera de ser transportadas al Valle de México, principalmente granos, polietileno, químicos y productos importados no pudieron llegar a su destino luego del sabotaje de un tren en Orizaba, Veracruz, informó un jefe de operaciones de Ferromex.
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Los delincuentes dedicados al saqueo trenes que operan en Veracruz a la vista de los policías del estado y federales cortaron las mangueras de freno al ferrocarril y dividieron a éste en tres, lo que ocasionó el deslizamiento sin control de 29 carros y cuatro locomotoras.
El jefe de operación de la ferroviaria en la zona acusó que las autoridades de Veracruz, la Policía Federal y el Ejército realizan operativos estériles.
"Los han visto que roban mercancías. No detienen a ninguno. Lo peor, no dan seguimiento a quien compra esa mercancía robada. Son operativos falsos, de pantalla, de teatro", indicó el mando ferroviario.
El jefe de operaciones de Ferromex informó al diario Reforma que en los últimos siete eventos los delincuentes ligados a ''''Los Zetas'''', tiene bajo su control a los pobladores de Orizaba y Acultzingo para afectar las operaciones del tren, ahora mediante sabotajes.
"El sábado, los criminales descarrilaron un tren con trigo, pero también transportamos químicos peligrosos, de haber sido así estuviéramos hablando de una matazón en Orizaba, de cientos de muertos", advirtió el mando operativo de trenes. "Nos estamos enfrentando a temas de sabotaje, atentados contra la operación de los trenes que llevan productos peligrosos de la industria como cloro utilizado todos los días para limpiar el agua de la Ciudad de México, amoniaco. Eso derramado puede ocasionar una verdadera tragedia".
La fuente sostuvo que el tramo de Orizaba-Acultzingo representa de mayor riesgo, sólo por la operación de las máquinas, pues el trayecto representa el manejo de cuatro locomotoras y más de 60 carros, con 90 toneladas cada uno.
Explicó que en el sabotaje del sábado en Orizaba los delincuentes cortaron los mecanismos de los frenos, lo que provocó que el tren avanzara hacia atrás en una pendiente y chocara con otro tren, dejando a la tripulación en estado grave de salud.
El jefe operativo señaló que tras el sabotaje en Orizaba la industria se paralizó en el sureste del país, y a pesar de ello el gobierno del estado y autoridades federales no implementaron un mecanismo para investigar el caso.
Con información de Reforma
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