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Una historia de la 4T

Esta historia puede simbolizar un nuevo quiebre en la confianza de que el gobierno combate los privilegios y la corrupción. | Roberto Rock L.

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Escrito en OPINIÓN el

La historia de arribismo político a base del tráfico de influencias en el sector gubernamental que le presento hoy, puede simbolizar un nuevo quiebre en la confianza de que el gobierno López Obrador consume su oferta de combate a los privilegios y la corrupción. 

Existe en el panorama político mexicano una estrella ascendente en la persona del señor Luis Gutiérrez, un hombre que aprendió sistemas de cómputo en Cuba -un país que racionaliza el acceso de su población a las computadoras e internet-, desempeñó trabajos modestos en periódicos mexicanos, pero al que la Cuarta Transformación decidió colocar bajo su buena estrella. 

Gutiérrez Reyes tiene una pasión a toda prueba en torno a los finados Fidel Castro y Hugo Chávez, los líderes de Cuba y Venezuela, respectivamente, que ofrecieron a sus pueblos y al mundo una revolución de carácter popular, pero que tras poco tiempo se asentaron en dictaduras vitalicias que han atraído niveles importantes de miseria y rezago a sus pueblos.

El señor Gutiérrez laboró en el diario “La Jornada” y en “El Sol de México” desempeñando labores más bien modestas ligadas a la administración de sistemas de cómputo. Sus compañeros lo bromeaban siempre por su fervor castrista y chavista, sin imaginarse que algún día ello le transformaría la vida.

En un golpe de buena suerte, conoció en México a Aisa García, corresponsal de la agencia cubana Prensa Libre. Ella representa hoy en el país al proyecto Telesur, la frustrada herramienta de propaganda del régimen venezolano para hermanar a los regímenes de izquierda en el continente.

El giro de la fortuna llegó a través de la cercana amistad de la señora García con Irma Eréndira Sandoval, la actual secretaria de la Función Pública, esposa de John Ackerman, una extraña mezcla de académico con activista político y defensor a ultranza del gobierno AMLO. 

Un buen día, en diciembre de 2018, Gutiérrez asumió, en la Secretaría de la Función Pública, el cargo de director general de Tecnología de la Información desde donde, se asegura ahora, encabezó los trabajos de “democratización de las tecnologías” para combatir la corrupción y la impunidad. 

De ahí, en junio pasado, brincó a la subsecretaría de la propia SFP, donde desahogó la encomienda, se dijo oficialmente, de “impulsar acciones, programas y políticas en materia de ética, integridad pública, prevención de conflictos de intereses (¡!) e investigaciones sobre faltas administrativas que cometan las personas funcionarias públicas”.

Luego vino (¡ay!), un tropezón porque su subsecretaría fue suprimida por el decreto presidencial que afectó otras áreas del gobierno mexicano. Muchos pensaron que se había tratado de un acto juicioso retirando de una tarea clave a un personaje sin ningunas credenciales profesionales para desempeñarla.

Pero las cofradías burocráticas-políticas-ideológicas no funcionan así. 

Esta semana el bloque radical de la 4T logró infiltrar a Gutiérrez como nuevo director del Instituto de los Mexicanos en el Exterior, cuya función es promover y empoderar a la comunidad de connacionales en Estados Unidos. Un órgano dependiente de la cancillería mexicana, que conduce Marcelo Ebrard. 

Esta “proeza” de esta facción de la  4T debe aderezarse con las puntuales aportaciones realizadas por Guillermo Sheridan en las páginas del diario “El Universal”* sobre la senda de privilegios que domina la trayectoria política de la citada señora Irma Eréndira Sandoval y de su esposo, John Ackerman. Privilegios que suscitaron la indignación ciudadana generalizada que permitió el holgado triunfo de Andrés Manuel López Obrador para la presidencia. 

Pizarra. Toda Europa está dominada por una nueva alerta ante rebrotes por covid-19. Se desgranan ya órdenes gubernamentales de variantes de regreso al confinamiento y se avista que muchas ciudades o países enteros pasen el periodo navideño en encierro absoluto. Mientras ello ocurre, en México el responsable de la estrategia ante la pandemia, Hugo López-Gatell, ofende al Senado, provoca que sea aborte la comparecencia en la que debía explicar sus acciones y, como remate, no ha podido explicar por qué no se puede encontrar por ningún lado la vacuna contra la influenza. 

*Artículos de Guillermo Sheridan

Un régimen de privilegios (breve cronología)

… pero algunos son más Ackerman que otros