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Transparencia en la educación superior

Hace falta educación para todos, pero esa educación no puede ser cualquiera, sino de calidad. | Joel Salas Suárez

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Escrito en OPINIÓN el

“Algunas [universidades] son emblema de cómo se controla el poder”, criticó el titular del Ejecutivo federal en su conferencia matutina del 17 de julio pasado. Se refirió a posibles casos en los que grupos específicos controlen el nombramiento de directivos, así como los recursos. Reconoció que el gobierno debe asegurar presupuesto a las universidades, pero llamó a que las comunidades universitarias les exijan transparencia y honestidad. Por lo tanto, los ciudadanos pueden exigir lo mismo para la gestión de las Universidades para el Bienestar Benito Juárez (UBBJ). Ya lo hacen a través del derecho de acceso a la información, como en el recurso de revisión RRA 2945/19 en que el INAI ordenó a la SEP proporcionar datos sobre la construcción e inicio de operaciones de las UBBJ. La SEP respondió que no cuenta con los documentos solicitados y sólo proporcionó una presentación expuesta por la coordinadora de las UBBJ el 28 de mayo pasado.

El Programa UBBJ tiene como objetivo “brindar servicios de educación superior gratuitos y de calidad a jóvenes con bachillerato terminado que no tienen posibilidades de ingresar a las instituciones de educación superior”. Es un programa prioritario para la actual administración federal que ha sido descrito por el presidente López Obrador como un símil de la UNAM pero en los pueblos más pobres. Habrá 100 universidades en 31 estados del país. Como lo demuestra la respuesta de la SEP, no se puede saber si las autoridades competentes partieron de evidencia sólida para planificar previamente los lugares de construcción, instalación y operación de las UBBJ.

Es importante tener información pública sobre lo anterior porque es la vía para 1) demostrar que se cuidó el diseño del programa y que se prevén mecanismos adecuados para administrar el presupuesto asignado y matricular del número esperado de estudiantes; y 2) cuidar la calidad de los planes de estudio en estas universidades para que formen profesionales comprometidos con las necesidades sociales del país y con oportunidades reales de incorporarse al mercado laboral.

Notas periodísticas reportan que ya arrancó el Programa UBBJ, pero aún no están disponibles los lineamientos de operación. Estos serían el principal documento para dar certeza a la población de que se cuenta con diagnósticos, normatividad clara e instrumentos de planeación estratégica. La prensa también denuncia la entrega del presupuesto del programa al Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (CREFAL). Éste es un organismo internacional autónomo creado en convenio con otros países de la región y la UNESCO, originalmente creado para formar especialistas, investigar y asesorar en materia educativa. Dado que administrará recursos públicos, deberá someterse a las obligaciones de transparencia y rendición de cuentas de la administración pública federal.

México tiene una tarea pendiente con la educación superior en términos de equidad en el acceso y de calidad. Las UBBJ pueden ser la alternativa para saldar dicho pendiente y la información pública puede contribuir a demostrar su efectividad. Hace falta educación para todos, pero esa educación no puede ser cualquiera, sino de calidad. Tomemos la palabra al presidente, exijamos transparencia y honestidad a todas las universidades del país.