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Traiciones en la 4T

Su mirada está en el 2024, no en el 2021. | Jorge Ramos Pérez

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Escrito en OPINIÓN el

La batalla en Morena por el 2024 está a todo lo que da. Los reacomodos en los distintos estamentos pasan por la estación 2021.

En octubre aquí se describió que, en los corrillos políticos de la 4T, como se autodenominan, se perfilan muy claramente a los puros y a los impuros. Los ultras y los moderados. Vale decir que los impuros o moderados son los que más experiencia política tienen.

En su momento, Porfirio Muñoz Ledo, quien ha cruzado ríos, mares y océanos procelosos de todos colores, advertía entonces que “están partiendo por la mitad al partido”. Algo sabe el más experimentado de los políticos mexicanos.

Se insiste en que al menos dos muy poderosos integrantes de los puros están en Palacio Nacional, con oficina o viviendo ahí, lo que hace sentir con mayor potencia a este grupo.

Claudia Sheinbaum, aseguran, es su prospecto rumbo al 2024. Y en ese grupo gravitan senadores y miembros del gabinete, como Irma Eréndira Sandoval o Martí Batres. Desde la familia presidencial también se apoya a este grupo.

El canciller Marcelo Ebrard ha sido cuidadoso. Evita la reyerta en el callejón. Tiene más experiencia y equipo político. Y se ha sentado con personajes de la política…

Una vez resuelta la dirección de Morena en manos de Mario Delgado, en el morenismo ven que es una jugada ganada por el grupo de los impuros o moderados. ¿AMLO no se percató de ello? Realmente es imposible pensar que la llegada de Mario Delgado no haya sido con la bendición de Palacio Nacional.

Otro político que ha movido muchas fichas es Ricardo Monreal. Sus operadores se han encargado de ir promoviendo a sus cercanos en candidaturas y puestos por todo el país, e incluso en instituciones públicas de carácter nacional, en aras de ir fortaleciendo su entorno. En 2018 se quedó a una nariz de ser candidato y hasta probable jefe de gobierno de la CDMX, seguramente ahora no está cruzado de brazos. Pero lo que aún se ignora es si va a jugar con la cachucha de Morena o de otro color.

Porque en medio están un par de partidos políticos: Movimiento Ciudadano, del senador Dante Delgado, y Fuerza Social Por México, del senador suplente y compadre de Monreal Pedro Haces. ¿Estos partidos son una tabla de salvación para Ricardo Monreal? Es una gran interrogante.

¿Le preocupa al morenismo el 2021? No tanto, según nos cuentan, en Morena tienen mucha confianza en la alta popularidad de López Obrador. Los escándalos de corrupción de Emilio Lozoya, Rosario Robles y demás serán gasolina pura para el motor cuatroteista el próximo año, para mantener una mayoría en la Cámara de Diputados. Las gubernaturas que ganen serán ganancia.

Por eso, su mirada está en el 2024, no en el 2021. Y para ello todos los grupos dentro de Morena no sólo velan armas, están en plena batalla. De muchas batallas.

¿Habrá traiciones en la 4T?

Punto y aparte. ¿Quién es el personaje de la autodenominada 4T que dio el paso en 2017 para unirse a la coalición Por México al Frente, que llevó como candidato presidencial en 2018 a Ricardo Anaya? Pero lo dejaron a la mitad del río, regresó a su orilla y levantó los brazos para festejar… con la 4T. Y esa historia la conoce Andrés Manuel.

Punto final. Los renglones torcidos de la reforma judicial que ahora es conocida como Ley Zaldívar. El ministro presidente de la Cuarta Transformación… perdón, de la Suprema Corte de Justicia de la Nación festinó el aval que le obsequió Ricardo Monreal en el Senado. Pero los opositores piensan dar la batalla, quizá estéril, en la Cámara de Diputados. Lo que llama la atención es la queja del senador morenista de sangre blanquiazul Germán Martínez: que hubo presiones e intromisiones en el proceso legislativo. Son muchos los renglones torcidos…