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Retorno a clases

El problema es bajo qué condiciones. | Ricardo de la Peña

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Escrito en OPINIÓN el

La toma de decisiones en materia de atención a la pandemia por el virus SARS-CoV-2 pareciera fundamentarse en dos falacias: el principio de autoridad, “porque lo mando yo”, y asumir que la ausencia de evidencia es evidencia de ausencia. Esto último se emplea para casos como la negativa a vacunar a los menores de edad con biológicos ya aprobados y que pudieran estar disponibles de realizarse el esfuerzo por hacerlo; o eludir la posibilidad de aplicación de dosis adicionales de vacunas porque su pérdida de eficacia respondería a un supuesto periodo de reposo del sistema inmune, sabiendo que sí se llega a contar con la evidencia demandada es porque los muertos se tendrían ya que haber acumulado. Todo con tal de reducir la carga práctica y el gasto público. Al fin que quedan impunes… al menos por ahora.

Regreso a las aulas

Por voluntad unipersonal del Supremo se regresará formalmente a clases para el ciclo escolar por arrancar en pocos días. Para justificar la medida las autoridades, sometidas a los caprichos del Monarca, simplemente modifican las reglas para permitir que sean adecuadas al principio de autoridad, aunque no vaya a cumplirse con la nueva normativa, pues quedará en la voluntad de maestros y educandos asistir a lo que pueden ser trampas mortales, hoy llamados salones escolares. Es por ello que las clases presenciales han pasado a ser actividades esenciales por obra y gracia de quienes en vez de atender la voluntad popular simplemente se inclinan ante el poderoso. Total: el semáforo epidemiológico se inventó para dar servicio y entretener a los burócratas, no para responder a elementos objetivos u orientar realmente a la población.

Para ello se recurre, como es costumbre, a trampas en el manejo de las cifras. Se descubre así que la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes reporta solamente una fracción de los casos de covid-19 en menores de edad, menos de la mitad de los contabilizados como confirmados por la Secretaría de Salud. Esto es consecuencia de tomar solamente los casos positivos a SARS-CoV-2 por prueba de laboratorio y dejar fuera los casos confirmados por asociación clínica o mediante prueba de antígenos.

El necesario retorno

Hay que regresar a clases lo antes posible. Es un hecho que sobre todo quienes están en educación primaria requieren no solamente de nutrirse de información y conocimiento, sino el contacto humano personalizado que es parte esencial del proceso de enseñanza-aprendizaje. El problema es cuándo y bajo qué condiciones debiera hacerse. Para ello no debiera ponerse énfasis en cuestiones de limpieza sanitaria de espacios, mobiliario y enseres. Lo relevante es atender los requerimientos de seguridad personal de las personas (uso obligatorio y permanente de ese cubrebocas que fuera considerado inútil en su momento, lavado corporal y mantenimiento de la sana distancia) y condicionar el empleo de aulas al cumplimiento de principios científicamente demostrados de calidad del aire y preservación de una requerida ventilación. Eso sí debiera ser asunto de actualización de las normas y exigencias, no cumplirle al jefe sus caprichos.