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Regeneración o Reconciliación

El 2021 comienza para MORENA no como un año de “Regeneración” sino de “Reconciliación” ¿lo logrará?. | Guillermo Sesma

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Escrito en OPINIÓN el

La configuración política de cara a las elecciones del 2021 no ha sido una tarea fácil para ninguno de los partidos, absurdas y aberrantes coaliciones han hecho del panorama político nacional un circo de doble moral, descalificaciones y acuerdos en lo oscurito. 

Esto no tendría por que ser diferente para el partido en el poder, MORENA tiene a la vuelta de la esquina un proceso electoral gigantesco en el que no estará en la boleta su mayor activo: López Obrador.

Definir los perfiles más “competitivos” en cualquier elección no necesariamente tiene que ver con democracia, así no lo ha demostrado la historia política nacional y MORENA no es la excepción, pues los procesos internos para la selección de sus candidatos a gobernadores se han visto ensombrecidos por pactos, señalamientos y acusaciones.  

La responsabilidad en la toma de estas decisiones, a querer o no, se recarga en Mario Delgado, su actual dirigente nacional. Armar un equipo de candidatos fuertes y competitivos no es tarea fácil, no solamente por tener que enfrentar coaliciones que se han conformado bajo una premisa clara: impedir que MORENA siga ganando terreno en el país. Sino porque son muchos y muy diversos los aspirantes a esas candidaturas y todos se sienten lo suficientemente fuertes como para lograrlo. Apoyar a uno o a otro ha causado inconformidad, pues como suele pasar cuando se usan encuestas como método de selección, todo el mundo cree tener derecho a sus propias cifras.

En su momento MORENA anunció que seleccionaría a sus candidatos a través de encuestas para que fuera el poder popular lo que marcase la ruta a seguir, sin embargo, no sucedió así a decir de muchos de los participantes que ya se sentían ganadores y que a la mera hora cayeron de la nube y de las candidaturas.  

Si bien es cierto que los morenistas se comprometieron, mediante la firma de una carta el pasado 3 de diciembre, a respetar los resultados de la encuesta y a no denostar a nadie dentro del partido, la selección provocó muchas inconformidades que dibujan no solo una fractura en el partido, sino que abren la posibilidad a que muchos de esos liderazgos inconformes no se sumen al proyecto político de quien quedó como candidato o emprendan proyectos políticos independientes o se sumen a otro partido para concretar sus aspiraciones.

A lo largo y ancho del país sigue el “estira y afloja” y ya se habla de rupturas insalvables, chapulineo electoral e impugnaciones, tal es el caso de Colima, Chihuahua, Zacatecas, Sinaloa, Guerrero, Michoacán, Nuevo León y San Luis Potosí, en donde se reprochan irregularidades y fraudes en las encuestas.

MORENA, tomó decisiones que han llevado a sus mismos liderazgos a poner en tela de juicio la transparencia en los procesos de selección de candidatos. De que esto lastima al partido, de eso no hay la menor duda. La gravedad de las heridas políticas aún no es diagnosticada, está por verse qué tan hábil es el mismo Mario Delgado para sanar las fracturas que se están dando en su partido, y el alcance electoral que éstas pueden tener de cara a junio del 2021. Aún no se sabe si será él mismo el encargado de llevar a cabo la “operación cicatriz” dentro del partido, o si tendrá que ser López Obrador quien lime las asperezas provocadas por un proceso atropellado que tiene muchos protagonistas.

La selección de candidatos cobrará factura a MORENA en diversas entidades de la república, eso es un hecho; es innegable que esto le abre una oportunidad a los partidos que hoy son “oposición” para que sean competitivos. El calendario avanza sin prisa, pero sin pausa hacia la elección, y a MORENA le urge calmar las aguas para enfrentar el proceso.

Las fracturas morenistas ponen en riesgo las elecciones que se creían ganadas, la división interna del partido puede tener un alto costo electoral que es necesario contener a gran velocidad. ¿Cuáles serán las herramientas que use Mario Delgado para dar solución a un problema que se le cocina en olla de presión, y que amenaza con hacer explotar la cocina electoral? Eso se verá en las próximas semanas. 

El 2021 comienza para MORENA no como un año de “Regeneración” sino de “Reconciliación” ¿lo logrará?