Main logo

Reflexiones en el Día Mundial del Internet

El objetivo de cerrar la brecha digital en México debe ser una de nuestras mayores prioridades. | María Elena Estavillo Flores

Por
Escrito en OPINIÓN el

El 17 de mayo de cada año se celebra el Día Mundial del Internet, que nació en 1969 como el Día Mundial de las Telecomunicaciones, recordando la fundación de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones, como parte de la Organización de las Naciones Unidas, en 1865. La celebración evolucionó al Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información a partir de 2006.

Es cierto que todos los días se celebra una cosa o la otra, pero ésta es una valiosa ocasión para reflexionar e impulsar iniciativas que nos muevan hacia una sociedad digital e incluyente con oportunidades para todos.

El mundo está tratando de adoptar rápidamente el internet en todos los aspectos de la vida: la comunicación, el comercio, la seguridad, la salud, la educación, el gobierno, el entretenimiento. Simultáneamente, las mismas aplicaciones y servicios sobre internet están modificando los hábitos y las preferencias de las personas, nuestras formas de aprender y relacionarnos. Surgen nuevos bienes y servicios que no hubiéramos podido imaginar hace unas décadas o incluso, apenas hace unos años.

Sin embargo, hay grupos importantes de la población que siguen siendo simples espectadores de esta transformación, sin gozar sus beneficios. En nuestro país, con tan grandes desigualdades, el objetivo de cerrar la brecha digital debe ser una de nuestras mayores prioridades.

Y es que la inclusión digital puede ser el gran igualador para nuestra sociedad o, si no tomamos las acciones correctas, un factor que ahonde todavía más las desigualdades y dificulte revertirlas.

Día Mundial del Internet


Cuando hablamos de inclusión digital nos referimos al proceso por el cual todas las personas pueden usar el internet en formas que mejoren su calidad de vida. No se trata sólo de proveerles un medio de comunicación, sino lograr que utilicen el internet como plataforma para aprovechar oportunidades de inserción social y económica; que sea la puerta que los incorpore de lleno a la sociedad de la información y el conocimiento.

Por eso, la estrategia para cerrar la brecha digital debe concebirse como una cirugía compleja, concebida a la medida de cada paciente. No se trata de una estrategia unitalla; no hay soluciones únicas.

A la mujer urbana de la tercera edad con ingresos suficientes para adquirir un dispositivo y pagar el servicio, no le ayudará incrementar la cobertura del servicio ni que se ofrezca un subsidio. Esa mujer requiere alfabetización digital adecuada a su perfil y contenidos relevantes, que le reporten beneficios específicos y estén hechos para sus necesidades. Hay que tomar en cuenta que, al preguntar a las personas por qué no usan internet, algunas de las respuestas más frecuentes son: “porque no me interesa” y “porque no lo necesito”.

En contraste, al adolescente del medio rural y bajos ingresos quizá no haya que capacitarlo mucho en el uso de la tecnología, pero sí habrá que asegurar que su localidad tenga cobertura, además de hacerle disponible un equipo inteligente y servicio subsidiado. También habrá que llevarle contenidos que le resulten atractivos, especialmente los educativos, en un lenguaje adecuado a su edad y entorno. Si ese adolescente tiene una lengua materna distinta al español, nos tendremos que asegurar que los contenidos se produzcan en esa lengua o que tenga acceso a traductores digitales eficaces que funcionen en distintas plataformas.

Brecha Digital


Para estos dos ejemplos de necesidades se requieren dos enfoques completamente distintos. Como ellos, hay otros grupos de población que deben ser atendidos con acciones a su medida. Existen distintos tipos de brechas digitales, y cada una necesita atención específica: por edad, género, región, lengua, medio urbano/rural.

Además, es importante concebir la inclusión digital como una escalera sobre la cual hay que ir avanzando: en primer lugar debe haber cobertura del servicio, pero también asegurar la asequibilidad tanto del servicio como de las terminales móviles. Después, el usuario requerirá un mínimo de capacidad de navegación y contar con terminales inteligentes para ir más allá de las funciones de comunicación. Finalmente, se requieren contenidos útiles y pertinentes para que las personas se interesen en aplicaciones educativas, de salud, financieras, etc., que tengan un impacto positivo en su calidad de vida.

Una parte de la población mexicana ya cuenta con cobertura, servicio y terminales inteligentes, pero en su mayoría lo usa para comunicación y entretenimiento, de forma que incluso para este grupo no se ha logrado que el internet sea el instrumento de desarrollo económico y social al que aspiramos.

Este panorama nos indica que debemos trabajar al mismo tiempo en extender la cobertura del servicio con precios asequibles, focalizar subsidios donde sea necesario, diseñar esquemas para que todas las personas puedan acceder a terminales inteligentes, alfabetizar digitalmente a la población e impulsar la oferta de contenidos útiles y pertinentes que lleven oportunidades de desarrollo para todos.

Nos resulta incuestionable que el Estado, en su papel de regulador, planificador y ejecutor de políticas públicas, tiene una gran responsabilidad de llevar a cabo las acciones para alcanzar los objetivos señalados, en colaboración con otros actores.

Lo que a veces ya no es tan aparente, es que el gobierno, además, cuenta con una gran plataforma para producir contenidos útiles para la población, a través de la digitalización de los procesos y servicios públicos.

En la medida en que el gobierno digitalice su relación con la población, contribuirá a hacer el internet relevante y valioso, cerrando la pinza de acciones que se requiere para incorporar a las personas a la sociedad de la información y el conocimiento.

La digitalización es un preámbulo necesario a la robotización y el uso de inteligencia artificial. Sin negar que tenemos avances, lo cierto es que ya vamos tarde en la primera y nos retrasaremos en las segundas si no apuramos el paso.

Los trajes de la NASA no son unisex

@elenaestavillo | @OpinionLSR | @lasillarota

*Economista especialista en competencia y regulación. Presidenta de la red de mujeres CONECTADAS y excomisionada del IFT.