Main logo

Puede ser peor

Jorge Alcocer afirmó que las cifras de casos confirmados y muertes por covid-19 no son para enorgullecerse, pero que “pudo ser peor”. | Marco Adame

Por
Escrito en OPINIÓN el

Durante el mes de octubre se ha vivido un repunte de los casos de covid-19 en México. Los contagios han aumentado, así como el riesgo de contraer la enfermedad. En este contexto la semana pasada se dio la comparecencia en la Cámara de Diputados de los funcionarios responsables del sector salud.

El Secretario de Salud, Jorge Alcocer, afirmó ante el Pleno de la Cámara de Diputados que las cifras de casos confirmados y muertes por covid-19 no son para enorgullecerse, pero que “pudo ser peor”. Esto es evidente, pero cuando se habla de salvar vidas humanas de lo que se trata es de hacer lo mejor posible. Esto no ha sucedido y la situación puede empeorar si no se revisa y cambia la estrategia a tiempo. 

México ocupa el lugar decimoquinto en casos confirmados por cada 100,000 habitantes y el lugar décimo en defunciones por cada 100,000 habitantes. Y de acuerdo a un informe de Amnistía Internacional, nuestro país ocupa el primer lugar como el país con más muertes de personal médico. 

Es claro que hay cosas que se han hecho mal. Mientras que en el mundo se promovían las medidas de distanciamiento, en nuestro país se tenían giras presidenciales, conciertos y se invitaba a la gente a abrazarse. De igual forma los organismos internacionales en reiteradas ocasiones han llamado a que se realicen pruebas masivas de detección, para garantizar así el seguimiento y el aislamiento, pero en nuestro país hasta la fecha las autoridades se han rehusado a hacerlo. 

Actualmente van cerca de 900 mil casos confirmados y según cifras oficiales estamos llegando a los 90 mil muertos. Pero se cree que hay un subregistro del gobierno, lo cual se reafirma cuando el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades admite que del 1 de enero al 26 de septiembre hay 193 mil 170 fallecimientos más de los esperados.

De igual forma, se evidenció una grave incompetencia del gobierno ante la falta de suministro de los insumos mínimos necesarios de protección para que el personal de salud pudiera enfrentar la pandemia. Una tras otra se dieron manifestaciones de personal médico en todo el país, pero el material se lo daban a cuenta gotas o de mala calidad.

El que los médicos cuenten con ese material no es una concesión gratuita del gobierno, sino un derecho. Así lo estipula el artículo 123 de la Constitución, los artículos 128, 131 y 133 de la Ley General de Salud y el artículo 14 de la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado. 

Es evidente que hubo omisiones y por lo tanto hay responsabilidades por deslindar. Lo mismo que con el desabasto de medicamentos oncológicos que ha afectado especialmente a los niños con cáncer. 

Por otra parte, en estos días la fracción de Morena pretende aprobar una iniciativa para reformar la Ley General de Salud y hacerse de 33 mil millones de pesos del Fondo de Salud para el Bienestar, fondo destinado a atender enfermedades que provocan gastos catastróficos como son el cáncer de mama, de próstata, cérvico uterino, leucemia y linfoma entre otros.

Morena argumenta que siempre que el Fondo tenga remanentes éstos podrán reintegrarse a la Tesorería de la Federación. Pero más que remanentes lo que existe es un detrimento en el servicio. Tan sólo como ejemplo, en el 2018 se pagaron 1,632 tratamientos de cáncer en la infancia y la adolescencia, pero en el 2019 se atendieron únicamente 22; asimismo en el 2018 se pagaron 889 tratamientos de cáncer de próstata y en el 2019 la cifra se redujo a 97. Y lo mismo sucedió con otras enfermedades.

Es una falacia el que hablen de remanentes cuando más bien estamos ante un grave retroceso en el derecho al acceso a la salud y en un caso lamentable que los investigadores David Stuckler y Sanjay Basu deberían integrar a su libro de “Por qué la Austeridad Mata”. 

La política de salud debe ser una política de Estado, no debe partidizarse y menos utilizarse facciosamente para el beneficio político de un régimen. Es por ello urgente que se destierre la arrogancia, la indolencia y la cerrazón, que lamentablemente se han instalado en la vocería oficial de la pandemia. 

Enfrentamos una de las mayores crisis en salud de nuestra historia y ha habido graves fallas en el desempeño del gobierno federal. Ante el repunte en los contagios es necesario contemplar medidas adicionales de contención como se está haciendo en el caso del Poder Legislativo. 

Es urgente mejorar la estrategia por lo que es indispensable mayor apertura por parte del gobierno federal a las críticas y recomendaciones de los expertos y de organismos internacionales. Pues lo que está en juego es la salud y las vidas de los mexicanos.