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Pobreza extrema el daño colateral de la pandemia

Con la crisis sanitaria, afloraron las carencias y deficiencias que hace no mucho tiempo, algunos aseguraban se estaban superando en todo el mundo. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

La pandemia estará sumando a la pobreza entre 71 y 100 millones de personas en todo el mundo. El confinamiento y el paro de actividades económicas en prácticamente todo el planeta, han provocado lo que se estima será una catástrofe económica y social en los meses por venir.

La crisis sanitaria agudizó el escenario de precariedad en el que ya vivían millones de personas especialmente en la región del África Subsahariana y Asia meridional; cifras de las Naciones Unidas, revelan que en esta zona, habita el 86 por ciento de los pobres del planeta. 

El asunto representa un enorme desafío para los gobiernos de esas regiones, pues la crisis sanitaria, ha presionado más un escenario que ya de por sí era complicado previo a la pandemia, pues esas naciones, además de la pobreza, vivían bajo una cobertura de salud precaria.

En América Latina, la CEPAL reporta que el 30 por ciento de la población de la región, vive en situación de pobreza extrema, entendida como las personas que viven con 1.9 dólares al día. El organismo también revela que 40 por ciento de las personas, trabajan en la informalidad, lo que engrosa la población en condiciones de vulnerabilidad para enfrentar la contingencia sanitaria y económica del momento.

Aunado a lo anterior, habrá que sumar la precariedad de la vivienda en muchas zonas, especialmente las rurales y las suburbanas, en donde el limitado acceso a los servicios de salud y educación han resentido con mayor fuerza los números de contagios en América Latina.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud, reveló recientemente que debido a las condiciones de pobreza en los países latinoamericanos, se podrían registrar hasta 142 millones de personas contagiadas por covid-19 en la región. 

Entre los principales factores de riesgo además de los ya mencionados, se encuentran el hacinamiento en el que viven numerosas familias; los ingresos que se han visto seriamente afectados debido al paro económico; la discriminación que agudiza las desigualdades, la violencia doméstica y el riesgo de la interrupción del abasto de alimentos en caso de prologarse por más tiempo el confinamiento, son focos rojos para los gobiernos de la zona.

Un dato relevante de la UNICEF ahora con la vuelta a clases desde casa en México, señala que durante el 2019, el 43 por ciento de las escuelas en el mundo carecían de acceso al lavado de manos básico con agua y jabón. De acuerdo con el organismo, cerca de 818 millones de niños en el mundo, no contaban con las instalaciones mínimas de sanidad en sus escuelas, lo que los hace altamente vulnerables al covid-19.

En México, la situación no será diferente, se estima que la pandemia sumará nueve millones de pobres a los 43 que se tenían previo a la crisis sanitaria. Como sea, la población mexicana en condiciones de pobreza seguirá siendo la mitad de la población total del país.

El handicap que enfrenta el gobierno de la 4T para paliar los efectos económicos generados por la pandemia, no será tarea fácil de revertir, un problema que a todas luces, requiere de acciones más concretas y decididas para retomar el camino de crecimiento que perdió la economía mexicana desde el año anterior.