Por si fuera poco el retiro de Grado de Inversión de Pemex por parte de dos calificadoras, se suma el desplome a niveles nunca vistos de los precios internacionales del petróleo.
Nos cuentan que los altos mandos de la paraestatal recibieron como balde de agua fría la noticia sobre la degradación en la valuación de Pemex, misma que tendrá graves consecuencias para el país.
Ante la magnitud de la crisis que se avecina, nos dicen que en el primer círculo de la Secretaría de Energía, de Hacienda y de Pemex no tienen una idea clara de las medidas que deberán adoptar para mitigar el incendio y tampoco cuentan con recursos para hacer frente a la cada vez más cercana quiebra de la petrolera.
Incluso, la caída de entre 5 y 7% en la economía, dejan al secretario de Hacienda, Arturo Herrera sin mucho para dónde moverse; lo peor es que de cristalizarse ese escenario, será señalado como el responsable de la debacle económica sin necesariamente serlo.
Para hacer frente a la pandemia por el covid-19, el gobierno federal busca echar mano de todo lo que se pueda: fideicomisos, cobro de impuestos y peticiones de apoyo a los grandes empresarios y banqueros del país.
Los más cercanos al despacho presidencial, aseguran que varias veces han planteado al mandatario Andrés Manuel López Obrador que la mejor alternativa para salir adelante sería un mayor endeudamiento, sin embargo, su negativa a esta posibilidad es contundente y contrario a eso, insiste en mantener un superávit primario a costa de un menor crecimiento y la pérdida de miles de empleos.
Pero lo que sí es una realidad es que hay una creciente preocupación del Jefe del Ejecutivo: pide explicaciones y un actuar rápido para revertir la situación económica, pero el temor de sus colaboradores hacia la figura presidencial, les impide contradecirlo.
Por lo pronto, el desplome en los precios del petróleo complicarán todavía más el panorama del país: el entorno continuará complicándose para Pemex, quien se encuentra en una grave situación financiera con pocas posibilidades de recuperación, sobre todo porque los precios del petróleo permanecerán en niveles bajos en el corto plazo.
Y por el momento no hay más: todo apunta a una recesión profunda que maximizará las presiones sobre las finanzas públicas ante la caída de la recaudación y la necesidad de gasto para enfrentar la crisis del covid-19 y su impacto económico.
Sofía Belmar a la presidencia de AMIS
Dentro de todas las malas noticias, una buena: la Asamblea General de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), eligió a Sofía Belmar Berumen, como presidente del organismo para el periodo 2020-2021.
En su discurso de toma de protesta, Belmar, quien tiene más de 28 años de experiencia en la industria de seguros, reiteró que el sector que preside continuará colaborando con las autoridades para proteger a sus asegurados.
Sofía Belmar es también presidente y directora general de Met Life México y se convierte en la primera mujer que preside la AMIS en sus 80 años de existencia.
Así las cosas…