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Pemex: ¿activo o lastre para las finanzas públicas?

Se requiere de una revisión profunda de los gastos y pasivos financieros acumulados de Pemex, así como de su régimen fiscal. | Joel Tonatiuh Vázquez Pérez*

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Escrito en OPINIÓN el

¿Es Pemex un lastre o un activo para las finanzas públicas? Para contestar esta pregunta, es necesario comparar los recursos que la empresa recibe y transfiere a la Federación, así como su desempeño financiero y su nivel de deuda.

Primero, hay que aclarar que el monto de gasto que el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) establece para Pemex, no son recursos que la Federación le transfiera a la empresa. El monto es una autorización de gasto que la Federación le permite ejercer a Pemex. Los recursos para ejercer dicho gasto los obtiene Pemex a través de los ingresos propios que generan sus actividades productivas y mediante la emisión de deuda. Por ejemplo, el PEF 2021 autorizó a Pemex ejercer un gasto por 686 mil millones de pesos. Al mismo tiempo, la Ley de Ingresos de la Federación (LIF) 2021 estimó que Pemex obtendría ingresos por 594 mil millones. La diferencia de gastos menos ingresos es de 92 mil millones, que es justo el déficit que aprobó el PEF para Pemex en 2021. Dicho déficit es financiado con la emisión de deuda por parte de Pemex.

Los recursos que recibe Pemex por parte de la Federación se encuentran en la forma de capitalizaciones directas, deducciones y reducciones en la tasa de derechos que la empresa paga. Estas dos últimas representan menores gastos en el pago de obligaciones fiscales, mientras que las capitalizaciones son recursos que salen del presupuesto.

En una reciente investigación del CIEP, se encontró que, durante 2015 y 2016, por cada peso que recibió por parte de la Federación, Pemex aportó 3.4 pesos. Durante 2017 y 2018 no existieron capitalizaciones, por lo que cada peso que aportó Pemex la Federación no le retribuyó ningún recurso directo. A partir de 2018 las capitalizaciones se reanudan: por cada peso que Pemex recibió durante 2019 y 2020, Pemex transfirió 3.7 pesos. Los datos de enero a mayo de 2021 indican que por cada peso que ha recibido Pemex, este ha transferido 2.2 pesos, la menor aportación desde 2015, aunque hay que notar que Pemex ya recibió la totalidad de recursos que tenía contemplado el PEF 2021, por lo que, si no recibe más recursos durante 2021, estas cifras cambiarían.

En términos netos, Pemex da más de lo que recibe, por lo que Pemex es una entrada neta de recursos a las finanzas públicas y es en este sentido un activo. Sin embargo, Pemex opera con constantes pérdidas financieras desde 2009. Esto ha hecho que su nivel de deuda crezca año con año, lo que lo ha llevado a ser la petrolera más endeudada del mundo. Si bien esa deuda es de Pemex y la paga Pemex, el nivel de deuda es tal que representa un riesgo sistémico para las finanzas públicas. Esto es debido a que la calificación de la deuda soberana está estrechamente vinculada con la calificación de la deuda de Pemex. La calificación crediticia es una nota de las agencias sobre la capacidad que tiene un deudor de pagar sus deudas, debido a esto, si la calificación soberana disminuye, el costo del crédito del gobierno aumentaría. Este mismo efecto se extendería a la deuda privada. Esto traería graves consecuencias para la estabilidad financiera del país.

En lo que va de 2021, Pemex ha generado un déficit por 95 mil millones de pesos, esto a pesar de que ha sido beneficiaria de aportaciones directas, deducciones y reducción de la carga impositiva. Esto indica que las ayudas fiscales por sí solas no son suficientes para mejorar el desempeño financiero de la empresa, por lo que se requiere de una revisión profunda de sus gastos y sus pasivos financieros acumulados, así como de su régimen fiscal.

*Joel Tonatiuh Vázquez Pérez

Coordinador de Transición energética y finanzas públicas en el CIEP

Egresado por la Facultad de Economía de la UNAM. Realizó una maestría en economía ambiental en el Centro de Investigación y Docencia Económica, donde obtuvo el reconocimiento por la mejor tesis de su generación, enfocada en la valoración económica de la energía renovable. Ha sido profesor adjunto en el CIDE y en la Facultad de Economía. Actualmente funge como coordinador de Energía y Finanzas Públicas en el CIEP. Interesado en la promoción de la transición energética y en la mitigación de los efectos del cambio climático.