Tenemos un problema de dinero y con el dinero, lo que resulta en una pésima combinación. No es lo mismo preguntar ¿cuánto cuesta algo? a ¿cuánto vale? La narrativa del dinero público se ha enfocado y lo hará con mayor peso durante la próxima administración, centrado en el cuánto cuesta y no en el cuánto vale.
¿Cuánto nos cuestan los diputados?
La dieta mensual, el apoyo para atención ciudadana, el presupuesto para asesores, las prestaciones, los fondos de manejo discrecional, los bonos, la prerrogativas por bancada entre otros.
¿Cuánto valen los diputados?
Supongo que coincidimos con la idea de que en el Congreso queremos personas preparadas, con un elevado sentido de las necesidades de este país, sin vínculos a intereses que no sean los de la sociedad, con la creatividad y capacidad política para idear y sacar adelante leyes innovadoras que nos hagan salir de los múltiples baches en los que estamos. Cuando la línea entre lo que cuestan y lo que valen crece, nuestra percepción del dinero se trastorna.
La próxima administración revisa sueldos y presupuestos de funcionarios y dependencias dando la impresión de que lo hace centrada sobre lo que estos cuestan y no sobre lo que valen. Así, de un plumazo, la experiencia y conocimientos acumulados se ven reducidos a un concepto de justicia social y no de valor a la trayectoria o el desempeño.
Hay que bajar sueldos, porque hay que ahorrar y punto
Así dependencias federales y locales cierran el año con la noticia de que sus presupuestos se verán mermados, habrá reducción de sueldos y algunos despidos. El Consejo para Prevenir la Discriminación de la Ciudad de México opera con un presupuesto anual de 28 millones 549 mil 374 pesos. En lo que va de este año ha recibido 2 mil 500 denuncias y su estructura consta sólo de trece personas.
¿Cuánto vale un organismo que atiende a las personas más vulnerables, crea y difunde campañas en contra de la discriminación, capacita, diseña el programa anual para eliminar la discriminación; lo verifica y evalúa. Emite opiniones, realiza estudios y brinda asesoría entre muchas otras cosas más?
De nada sirve saber cuánto nos va a costar algo si ignoramos su valor
Y entonces como dice el dicho: lo barato sale caro. Si bien es importante revisar a fondo la forma en la que se utiliza el dinero en la administración pública, reducir presupuestos es también una forma de reducir la capacidad de trabajo de algunas dependencias. Y sin duda importa más lo que valen, que lo que cuestan.