Durante los días pasados, como cada año, se celebró el tradicional grito de Independencia y el desfile militar y aunque son tradiciones arraigadas, estaba la gran duda de cómo se harían en el nuevo gobierno, ya que estas fueron las primeras fiestas patrias de la autonombrada 4T. Algunos comentarios al respecto:
· El grito, con sus 20 vivas anunciados con antelación (en tweet muy mal redactado) fue interesante y a mi parecer positivo. Vitorear valores sobre personas es sin duda un avance.
· La imagen del Presidente sólo no me gusta, pero es claro que es la intención. Así lo vemos en sus “mañaneras”, así lo vimos en su primer informe y así lo vimos en el grito.
· Tanto en el festejo de los Niños Héroes como en el desfile del 16 de septiembre vimos a López Obrador compartir espacios con las presidentas de la Cámara de Diputados y del Senado de la República, y con el Poder Judicial. Sin duda una señal positiva ya que la Diputada Laura Rojas es panista y es la única autoridad política que no proviene de Morena. Es un mensaje de pluralidad.
· La visión de austeridad (aunque ha sido contradicha por cientos de imágenes de la fiesta) también es positiva. Sería mucho más positivo que no sólo fuera la imagen y que no existieran fotos para contradecirlo, pero que al menos intenten aparentar austeridad es positivo.
· Lo negativo es lo claro que se ve que México es de “un solo hombre” y el concepto de la existencia de algo llamado la 4T, que es básicamente una reinvención de la historia a gusto del presidente López Obrador. Será bueno que algún día la historia le otorgue el lugar que cree merecer o el que escribe para él mismo, pero es francamente triste la forma en que están imponiendo una versión totalmente politizada de la historia de México. Podrá no quererlo o incluso combatirlo, pero quien logró la alternancia en México se llama Vicente Fox.
· Otro aspecto digno de comentarse fue tanto la afirmación de importantes morenistas sobre que “sería el primer grito sin acarreados”, las fotos de los camiones llevando gente al grito y el Zócalo lleno… no es el día del presidente ni tampoco es un evento de Morena. Si acarrearon que triste, pero se llenó y se hubiera llenado sin llevar a nadie. La gente va a celebrar a México, a oír música con grandes artistas y a pasarla bien. Así es siempre, sin importar quién sea el presidente.
· Otro aspecto sumamente negativo es ver los resultados de gobierno. No sé cuántas veces oí a López Obrador, frente a resultados mucho mejores (especialmente en seguridad, salud y crecimiento) decir la frase: “no hay nada que festejar”. Las preguntas aquí quedan abiertas: ¿Ahora sí hay motivos para festejar? ¿Cuáles son?
México es y debe ser uno solo. Los que defiendan desde la política una narrativa de buenos y malos o de chairos y fifís o de pueblo bueno y mafia del poder no han entendido nada… sobre todo si se hace desde un cargo público.