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Las deudas del debate

Prometer es fácil, cumplir no tanto. En el ONC estaremos alertas para que no siga sucediendo lo que por años hemos vivido: simulación y superficialidad

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Escrito en OPINIÓN el

Es difícil ser objetivo cuando pensamos en el rumbo que lleva el país. Para quienes hemos sido víctimas del delito y la violencia, resulta de poco alivio que una autoridad nos recuerde que la tasa de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes de nuestro país es, por mucho, inferior a la de Honduras, Colombia, Brasil o Venezuela. Quienes vivimos en México no debemos estar satisfechos, debemos exigir que el aparato de seguridad funcione y que haya justicia para las víctimas.

De los últimos 21 años, 2017 concluyó como el año con la mayor tasa de homicidio doloso y robo a negocio. Por lo que respecta a los primeros tres meses de este año, si comparamos las tasas oficiales de incidencia delictiva contra las de 2017, podemos observar que el homicidio doloso creció 18.41%; el robo con violencia 7.10%; el robo a vehículo 6.15% y el narcomenudeo un escandaloso 35.77%.

Por si fuera poco, en lo que va de este sexenio ya se superó por mucho el número total de homicidios, secuestros y extorsiones del sexenio pasado, y en el arranque del sexenio se rompió el récord anual de tasas de secuestro y extorsión de los últimos 21 años.

El primer debate presidencial


Precisamente, debido a este complicado contexto, el primer debate presidencial del pasado domingo, rumbo a la elección del 1 de julio, se centró en tres temas fundamentales: seguridad, corrupción, democracia y grupos vulnerables.

Si bien es entendible que el formato del debate limita la posibilidad de explicar con detalle las propuestas, ahondar en la postura ideológica que debe llevar a una estrategia, los planes para realizarlas, el tiempo y recursos que se necesitarán, tampoco se apreció que los candidatos tuvieran claridad en muchos temas y prefirieron confrontarse entre sí más que tratar de ser claros con los electores.

Debido a la poca información que los candidatos decidieron compartir, es fundamental que a la brevedad encontremos disponible sus respectivas plataformas electorales, que cada propuesta explique con precisión la viabilidad de acción y cuáles serán los indicadores con los que piensan medir los resultados.

Es necesario que nos expliquen (con sus palabras, no sus voceros) qué quisieron decir cuando hablaron de amnistía. Si la piensan conceder a los gobernadores corruptos; al tío que violó a su sobrina menor de edad; a un feminicida; a los llamados grupos de autodefensa que controlan algunos municipios del país; a quien desapareció, torturó y finó a una persona; al que secuestró; a quien cometió un robo a casa habitación o un robo a negocio sin violencia, ya que claramente son fenómenos diferentes.

Deben explicar cómo van a pagar la inversión que significa duplicar el tamaño de Policía Federal y cómo piensan desmantelar los grupos de delincuencia organizada, cuando, en la pasada década, a duras penas se logró detener a algunos de sus integrantes, sin que esto haya reducido el poder de los delincuentes o la violencia que sufrimos las personas.

Mucho nos debe el debate


Evidentemente, seguimos mal entendiendo la razón por la que la corrupción e impunidad mantienen vigente la crisis de seguridad y derechos humanos que vivimos en el país, hay impunidad por la debilidad de las instituciones de investigar el delito apegadas a derecho, no por la falta de un Código Penal Único. Es positivo que se proponga lograr lo que llevamos años tratando de impulsar sin éxito, lamentable que no se explique cómo piensan resolver las problemáticas que permiten la debilidad e incapacidad institucional, así como la imperante corrupción.

Para que la prevención del delito funcione se requieren diagnósticos específicos, transparencia en el gasto, una política nacional y acciones locales. Proponer música, deporte y cultura al aire no es una propuesta seria.

De igual manera, es positivo hablar de fortalecimiento institucional, mejora de capacidades de investigación, promoción de los valores, lástima que no sepamos qué significa esto para cada candidato.

Mucho nos debe el debate, en el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) lamentamos que la claridad en la rendición de cuentas estuvo ausente, así como temas prioritarios para reducir la violencia en el país:

1.    Ninguna mención a la agenda de Derechos Humanos.

2.    Ninguno de los candidatos explicó cómo van a recuperar la rectoría del sistema penitenciario, a pesar de que casi todos hablaron de meter a la cárcel a los delincuentes ¿a cuál cárcel y para qué? Si en nuestro país a los delincuentes se les permite que sigan delinquiendo desde los penales.

3.    Otro de los temas ausentes fue una propuesta para combatir el tráfico y comercio ilegal de armas, a pesar de que los datos oficiales apuntan a que en la actualidad más de dos terceras partes de los delitos se cometen con arma de fuego.

4.    Ninguna mención a cómo piensan los candidatos impulsar la colaboración y el pleno funcionamiento del aparato estatal para combatir los delitos. Debemos recordar que la mayor parte los delitos son del fuero común, sin embargo, el alcance de estos debe llevar a la consolidación de políticas nacionales para combatirlos, sustentadas en diagnósticos y acciones locales. Hasta el momento la colaboración eficaz entre gobiernos con el poder judicial ha sido sumamente deficiente.

5.    De la misma manera, un candidato presidencial debe tener claro que la Federación reparte recursos federales que pocas veces son fiscalizados y que han derivado en gastos, pero no en inversiones. Quien gobierne nuestro país deberá impulsar una agenda clara que ayude a rendir cuentas sobre el dinero que se destina a la seguridad y justicia.

6.    A pesar de mencionar las tasas de homicidios, el terrible fenómeno de las desapariciones en México y el crecimiento de los delitos más cercanos a los ciudadanos, ningún candidato expresó con claridad cómo piensa reducir la tasa de incidencia delictiva. Respecto a delitos como feminicidio, trata de personas y tráfico de menores solo la candidata Margarita Zavala se expresó, sin alguna mención a un plan específico para este tema.

Sueños truncados y una tarea inconclusa de los jóvenes asesinados

Crisis de seguridad… y de propuestas


Sobre la presencia y las ocurrencias propuestas por un candidato que llegó a la boleta electoral de manera, si no ilegal, por lo menos ilegítima, hemos decidido no pronunciarnos, lo único en lo que insistimos es que, si el señor Jaime Rodríguez tiene un mínimo de dignidad y respeto por los mexicanos, debe abandonar ya la contienda.

Extrañamos a Marichuy

En el ONC vemos de forma positiva que la candidata Margarita Zavala confíe en la Sociedad Civil para fiscalizar la labor del Estado, en completa oposición a Andrés Manuel López Obrador –quien en días pasados declaró que desconfía totalmente de los ciudadanos organizados–. Lamentamos el poco reconocimiento que cada uno de los candidatos hizo a la labor de individuos, colectivos de víctimas y organizaciones civiles, y la ausencia de propuestas para incentivar la participación social en esta materia.

Consideramos que se debe replantear el formato de los debates, probablemente se debe priorizar temas torales o ampliar el espacio de intervención de cada candidato, para que cada uno ahonde en los temas, más que tratar de abordar toda una agenda de país en menos de seis horas (tres debates).

Conscientes de que hasta el momento no existen suficientes evidencias de que las autoridades que ya gobernaron hayan rendido cuentas sobre lo que hicieron, cuánto costó y qué resultados obtuvieron (sustentados en indicadores objetivos), con respecto a sus propuestas de campaña, en el ONC trabajaremos para certificar las propuestas de seguridad de candidatos a la presidencia y a las nueve gubernaturas.

Este proyecto de certificación busca mejorar propuestas de los aspirantes a la presidencia para que pueda atenderse de manera efectiva la crisis de seguridad y de derechos humanos. Esta certificación ayudará a que la población cuente con más elementos para decidir su voto

En el ONC deseamos que este debate sirva para que los mexicanos decidamos con conocimiento de causa, el próximo 1 de julio, cuando emitamos nuestro voto, pensando en el bien de México.

Prometer es fácil, cumplir no tanto. En el ONC estaremos alertas para que no siga sucediendo lo que por años hemos vivido: simulación y superficialidad en el trabajo, para que podamos llevar a México a ser un país próspero y seguro.

Sociedad civil, contrapeso de autoridades

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