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La oposición fifí viaja en avión en fin de semana

Gritar o insultar al presidente no es hacer oposición, es alimentar la pre conceptualización de quienes no están de acuerdo con su administración. | Guillermo Sesma

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Escrito en OPINIÓN el

Parece que la oposición al gobierno de Andrés Manuel y su 4T nada más no piensa, no entiende y no ve lo que pasa. El haber conformado una alianza partidista no necesariamente da los conocimientos y las destrezas para saber ser o hacer oposición, el abandono de sus viejos y tradicionales cuadros, así como la marginación de los liderazgos que, aunque mal afamados, mucho más eficaces, tiene en la cuerda floja el proceso electoral, la permanencia de partidos y la democracia misma. 

Los críticos de la 4T se han quedado las más de las veces en la superficie del análisis, en lo mediático o simplemente se escandalizan como tatarabuela beata, sin comprender o profundizar la verdadera trascendencia de las acciones erróneas de la 4T. Aunque también cabe decirlo, aciertos los hay, pero los errores abundan, por no decir que serán esos los que hagan la crónica de la actual administración. 

Cada vez es más difícil entender lo que para el presidente es ser “fifí”, en algún momento parecía ser solo la definición de quienes, por su clase social, estaban lejos de los sectores populares, después le sumó a todos aquellos que consideraba conservadores (¿qué más conservador que la censura, el prejuicio y la persecución).  

Esta semana sale una nueva encuesta de uno de los encuestadores que mejor método tiene: Rodrigo Galván, director general en De las Heras Demotecnia, quien argumenta que está completamente separado el individuo de su trabajo.

Lo que califica bien a AMLO es el propio Andrés Manuel, nada tiene que ver su desempeño ni el de su gabinete, da la impresión de que a la ciudadanía le viene muy flojo el mal manejo de la pandemia, la crisis económica, la traición a jubilados y el campo de batalla en que se ha mantenido el país entero. Nada importó el dejar libre al hijo de “El Chapo” y sacarle la lengua a los gringos con el caso Cienfuegos; a una gran cantidad de mexicanos le sigue encantando su carácter de viejito caprichoso y aparentemente contestatario. 

Para quienes no comparten su visión hay noticias, gritar o insultar al presidente no es hacer oposición, es alimentar la pre conceptualización de quienes no están de acuerdo con su administración y son incapaces de generar argumentos suficientes, analizar a profundidad y proponer alternativas para la construcción de un mejor país. 

Mentarle la madre a AMLO no cambia ni transforma una nación que hoy está en la cerrazón política y en la orfandad institucional.