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La nueva realidad del notariado

A finales del año 2019, se detectó un nuevo virus en un mercado de una provincia en China que nunca pensamos que fuera a trastornar al mundo entero

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Escrito en OPINIÓN el

Y a renovar la forma de vida que prevalecía hasta entonces. El covid-19 o coronavirus, es un virus de alta propagación y sin cura ni vacuna, cuando menos hasta finales de junio de 2020.

Poco a poco los diferentes países nos percatamos de la magnitud del fenómeno, político, económico y social que se presenta ante nosotros, hasta ahora, todas las medidas nos condujeron hacia un solo camino, quedarnos en casa, sin embargo, el impacto aún no se mide en su totalidad.

De esta forma empezó un largo confinamiento, en varias etapas en diferentes países del orbe, ya que la propagación ha sido dispar.

Las empresas, los gobiernos y la sociedad en general, incluido el ámbito educativo, rápidamente se adecuaron a los nuevos tiempos, en lo que se privilegia el uso de la tecnología para permanecer comunicados y productivos.

Es así como aprendimos a trabajar en casa, a dar y tomar clases desde el hogar, a ejercitarnos en espacios reducidos, a recuperar la relación familiar con los seres más cercanos, a valorar lo que tenemos, a extremar medias de higiene y sanidad, para un solo objetivo evitar contagios, que hoy en día tiene un promedio de letalidad del 7 por ciento aproximadamente.

Desde tiempos remotos la labor de los escribanos hoy en día notarios, ha sido fundamental para contar los diferentes acontecimientos históricos, pero sobre todo para certificar que efectivamente sucedieron y, así dar certeza de los sucesos.

Ahí deriva la importancia de la función notarial que hoy en día, se sustenta en un profesional del derecho encargado de brindar certeza y seguridad jurídica a través de su herramienta principal como lo es, la fe pública.

La fe pública entendida como el atributo otorgado por el estado para que se den por ciertos los hechos y actos jurídicos que son pasados ante un notario, ahí deriva su gran importancia y su calificación como actividad esencial.

Por ejemplo, en el caso de Veracruz, el 2 de abril del presente año, con base en el Comunicado “Estrategia Estatal contra el Coronavirus”, se consideró esencial el ejercicio de la función notarial, al ser considerada de orden e interés público y que resulta indispensable para la actividad económica, de asistencia social y financiera y auxiliar de la administración de justicia, misma que no se suspendió cuando se llevare a cabo con todas las medidas preventivas pertinentes para mitigar la propagación del virus.

En este mismo sentido, se buscó proteger a los notarios de más de 60 años, a los que padecen alguna enfermedad respiratoria, diabetes, hipertensión arterial, obesidad u otra enfermedad, a fin de garantizar su salud.

El notariado de corte latino, que es al que pertenece nuestra nación, no ha permanecido ajeno a este fenómeno mundial de la pandemia. En el caso de España, país que fue de los primeros en los que el servicio notarial, a pesar de las circunstancias, no se detuvo, si cambió radicalmente al trabajar bajo citas, prevalecer los casos urgentes como la posible elaboración de testamentos de la población, hasta espaciar el servicio en los colaboradores.

Javier López-Galiacho Perona, profesor de Derecho Civil de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, recientemente publicó un artículo denominado: “La Rabiosa Actualidad del Testamento en caso de epidemia”, en el que menciona que el artículo 701 del Código Civil Español señala que “en caso de epidemia puede igualmente otorgarse testamento sin intervención de notario, ante 3 testigos mayores de 16 años, casos similares…”, que también recogen, entre otros, los códigos civiles italiano y portugués para tiempos, como éste, de enfermedades contagiosas o de calamidad pública (arts. 609 y 2220, respectivamente).”

En México, se replicaron en muchos casos este ejemplo, en la mayoría de los estados, incluida la Ciudad de México, que es la capital del país, se declaró a la actividad notarial como prioritaria, se privilegió el cuidado de los profesionales de más de 60 años y, a los colaboradores que tengan problemas de salud como diabetes e hipertensión, se les invitó a que permanecieran en sus hogares y así evitar contagios.

Incluso algunas entidades federativas de plano optaron por suspender la actividad notarial y así privilegiar el cuidado de la sociedad, situación similar  a la presentada en el Poder Judicial Federal y de las diferentes entidades federativas, que optaron por dejar de prestar servicio y detener el sistema de justicia, situación que paulatinamente se ha reestablecido, como por ejemplo las sesiones de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a través de sistemas de videoconferencia y así, atender los asuntos prioritarios de la nación.

Además, hoy en día ya se empiezan a presentar juicios electrónicos para agilizar los procesos y evitar el impase en la impartición de la justicia, la que tiene como en sus más altas prioridades ser pronta y expedita, celebro que hoy en día el Poder Judicial Federal y de cada entidad federativa ya empiece a prepararse para volver a la nueva realidad con todas las medidas de salud e higiene que permitan prestar un servicio seguro.

Actualmente, nos encontramos en el periodo de que urge a la humanidad encontremos la cura y las vacunas para atacar la enfermedad viral de moda, que ha trascendido a una pandemia, la que ya ha cobrado un número importante de vidas.

Adicionalmente, los notarios también hacemos la tarea, sabedores de que nuestro servicio lo prestamos con pasión, constantemente evolucionamos, estamos dispuestos a adecuarnos a los tiempos modernos y de brindar una actuación de calidad, entendido esto, como que el notario es abogado de todas las partes que acuden ante él, no es privativo de alguna de ellas.

El reto que se nos presenta actualmente es continuar en estudio constante de la actividad y adecuarnos a nuestro entorno, por lo que es indispensable que todos pongamos de nuestra parte y así garanticemos la seguridad jurídica y patrimonial de la sociedad.

El notariado de hoy se ha adaptado a la nueva realidad, utilizar más la tecnología, brinda una asesoría más amplia a los usuarios del servicio, promovemos el uso la voluntad anticipada, de los testamentos, algunos se han certificado como mediadores, para solucionar probables conflictos, actuar bajo el esquema de citas, reconocer el servicio de los trabajadores de la salud, como primer frente de batalla.

De esta forma los notarios podremos acoplarnos a nuestra nueva realidad, que nos invita a saber con certeza que el mundo ha cambiado y que no puede recobrar la normalidad que prevalecía hace tan solo unos meses, todos juntos debemos trabajar en armonía para construir un mejor lugar para vivir y que la salud permanezca como la premisa más alta de la sociedad.

Para terminar, quiero citar a la escritora Isabel Allende, quien desde su confinamiento escribe: “Es la primera vez, posiblemente en la historia, que hay una sensación de que somos una sola humanidad, que lo que le pasa a uno les pasa a todos.”

Estamos ante una gran oportunidad, de nosotros depende aprovecharla.