Tal como lo señala el sociólogo y empresario estadounidense, John Naisbitt, “La nueva fuente de poder no es el dinero en manos de pocos, sino la información en manos de muchos”, ya que actualmente y ante la revolución constante de la tecnología y los dispositivos electrónicos de comunicación y la red de internet, la información se va haciendo cada vez más próxima a la palma de la mano de los usuarios que acceden diariamente a dichas herramientas.
Así mismo, es importante comprender que “la información es poder” y por medio de la información podemos nutrir nuestro conocimiento, pero también ocasionar el detrimento de ciertos avances, afectar intereses de terceros y/o fomentar la desinformación que cada vez más distorsiona la veracidad de los acontecimientos, lo cual puede llegar a ocasionar caos, diferencias, polarización y enfrentamientos sociales.
Es por ello que es indispensable, en la actualidad, tener conocimiento sobre el manejo de la información. Un ejemplo de ello, es el tema de la inflación, término económico que hace referencia, según el Banco de México (Banxico), a un “fenómeno que se observa en la economía de un país y está relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado”.
En este sentido, durante los últimos días se ha propagado demasiada información falsa o “fake news” sobre el aumento desmedido de los precios de los productos en nuestro país, principalmente los que integran la canasta básica, lo cual afecta generalmente a las familias mexicanas. En un primer ejemplo, se difunde una lista del costo de los productos durante el sexenio anterior, en relación con los actuales, en 2021, haciendo alusión en que están mucho más encarecidos actualmente que en el pasado.
De la misma forma, diariamente, se realizan publicaciones desde diversas páginas de dudosa identidad haciendo referencia a esta alza de los precios como consecuencia de las “ineficaces medidas” económicas del gobierno actual para hacer frente a la crisis económica, omitiendo la pandemia que se vive actualmente a nivel mundial. Así mismo, existen diversos periodistas que emiten comentarios como si de expertos en economía se tratará y dimensionan el proceso inflacionario que vive nuestro país como una catástrofe mundial.
Si bien es cierto, este repunte en la inflación a finales de este 2021 está afectando a las familias mexicanas, como sucede en cada termino de año, es importante aclara que no es una situación que simplemente se viva en nuestro país, sino que se debe de hacer ver a la población que es parte de una racha inflacionaria que se vive a nivel mundial, derivado de la contingencia sanitaria que, en mayor o menor medida, azota a la mayor parte de los países del mundo.
En este contexto, es necesario precisar que no solo nuestro país está viviendo este proceso inflacionario, sino que alrededor del planeta son varias las naciones, incluyendo a las más desarrolladas, que también están atravesando por esta situación. Caso contrario, el periódico “El economista” expone gráficamente, por ejemplo, la situación de la inflación en países como Argentina, que tiene un 52.5 %, Brasil 10.25%, Urugay 7.89%, México 6.24%, Chile 6%, Perú 5.83% y Estados Unidos 5.40%, sin dejar de mencionar a Venezuela, que cuenta con la inflación más alta del mundo con 1,575.3%.
De esta forma, podemos darnos cuenta que no solo nuestro país se encuentra inmerso en este problema de sobreprecios, sino que esta situación es generalizada, se da en una escala mundial. Así mismo, debemos informarnos sobre lo que implica el proceso de la “globalización”, de la cual formamos parte, al estar interconectados como estructura económica dentro de una superestructura de dimensión global, en la cual cada vez que sopla el viento, se altera la estabilidad de la misma. Es similar al juego del “Jenga”, en el cual se arriesga el jugador a retirar el bloque que tambalea el resto de la torre.
Así es como se maneja la información, sin conocimiento sustentado, entre la población, que aunque cada vez está más conectada, eso no significa que este bien informada. Es por ello que debemos ser conscientes con la información que llega a nuestras manos, sea de cualquier tipo, debemos revisarla y corroborarla, antes de compartirla o emitir un juicio al respecto, ya que la consecuencia de hacerlo puede ser de gran dimensión.
Es cuanto.