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La espiral inflacionaria del covid

La demanda de bienes de consumo se disparará provocando una espiral inflacionaria. | Ismael Jiménez

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Escrito en OPINIÓN el

La inflación, es uno más de los asuntos a atender en este momento. La crisis generada por la pandemia, ha propiciado un escenario económico bastante complejo y difícil de atender; diversos análisis e indicadores, señalan que la crisis económica mundial, apenas inicia.

El contexto y causas de ésta que, parece se puede convertir en una inflación galopante en los próximos meses quizás años, obedece a diversos factores.

En primera instancia, no debemos perder de vista, que la pandemia aún no termina, esto significa, que la economía mundial aún no se recupera en su totalidad. Es decir, que la demanda y producción de bienes y servicios, todavía es inestable en muchas partes del mundo.

En segundo término, la mayoría de los países tomaron el total o parte de los créditos ofrecidos por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Algunos países, además pusieron a trabajar la maquinita para hacer dinero.

Estados Unidos encabeza la lista de países que más circulante emitió a través de su banco central. Hasta el momento, han inyectado cerca de 7 billones de dólares dirigidos, al apoyo de la economía de los ciudadanos que perdieron sus empleos durante los meses de confinamiento y no se prevé que vayan a dejar de emitir dinero en los próximos meses.

De hecho, los créditos que obtuvieron la mayoría de los países, fue para hacerle frente a la pandemia se utilizaron para los apoyos a la población más vulnerable afectada por el confinamiento.

El tercer punto, tiene que ver con las burbujas financieras que, en este momento, caracteriza a los principales mercados bursátiles. Es difícil prever cuándo explotarán, pero el riesgo es latente y el crack bursátil, puede llegar en cualquier momento. Lo anterior se ejemplifica en los precios del Oro y la plata que marcaron récords históricos, al igual que las polémicas criptomonedas que llegaron a cotizarse hasta en 40 mil dólares.

Estos tres factores están generado un alto exceso de circulante a nivel mundial o por lo menos en las principales economías del mundo y están influyendo en la escalada inflacionaria a nivel mundial.

No haber echado a andar la máquina de dinero, por parte de los bancos centrales y haber relajado las condiciones para otorgarle créditos a los países desde los organismos mundiales de financiamiento, habría generado una crisis mayor, pues esto permitió, que las familias más afectadas, pudieran seguir cubriendo al menos, sus necesidades básicas.

En el caso de México, en donde el gobierno, no ha tomado créditos hasta el momento, ni tampoco echó a andar la máquina para hacer dinero, la situación es un tanto distinta, pero, también presenta un fuerte exceso de circulante.

La liquidez inyectada por el gobierno mexicano, proviene de los programas de ayuda que ya otorgaba previo a la pandemia y que amplió al iniciar el confinamiento; en segundo término, el excedente de las remesas, han contribuido a apuntalar el gasto de las familias para adquirir alimentos y el pago de servicios básicos.

Ambos factores, junto con la actividad errática de la economía, están contribuyendo al alza de precios que ya se refleja en productos de primera necesidad. No olvidemos que la pandemia impactó en forma categórica la cadena de suministros que interrumpió la producción de bienes en prácticamente todos los sectores económicos del planeta.

Luego de 17 meses de pandemia y una actividad económica que opera a medio vapor, los precios internacionales de los comodities como los granos forrajeros, el acero, el cobre, el petróleo y el gas, se han incrementando en un 50% en promedio; dicha alza, presionará la demanda y los costos de producción que tendrán su impacto en los precios al consumidor final en los meses por venir.

La disyuntiva es que la inflación se presentó antes de que se retomará el crecimiento económico a nivel mundial; esto prevé, que una vez que la mayoría de los países estén listos para recuperar la senda del crecimiento, la demanda de bienes de consumo se disparará provocando una espiral inflacionaria que podría ser de pronóstico reservado.

Por lo pronto, el Banco de México incrementó su tasa de referencia para amortiguar los efectos inflacionarios, mientras que la Reserva Federal de Estados Unidos, analiza hacer lo mismo en los próximos meses. El punto es que, dichas medidas, serán sólo un paliativo para amortiguar el escenario inflacionario que se verá más presionado mientras más se retrase el regreso a la normalidad de todas las actividades económicas del mundo.