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La economía en riesgo

Muchos ya se han quedado sin empleo y los puestos laborales de otros más están en riesgo. | Ivonne Ortega

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Escrito en OPINIÓN el

Amigas y amigos de diversos municipios del país me han compartido la difícil situación por la que atraviesan, en particular la incertidumbre por el futuro económico de sus familias. La mayoría son trabajadores de empresas que han cerrado por las medidas sanitarias de contingencia, y acuden a sus autoridades municipales por apoyo para subsistir.

En nuestro México diverso y complejo, los municipios son microcosmos en los que la solidaridad se hace presente en momentos de crisis, pero también se identifican con claridad las ausencias que difícilmente llegan al discurso oficial. La gente en la gran mayoría de los municipios tiene desesperanza.

¿A qué nos enfrentamos?

La pandemia por el coronavirus Covid-19 impacta al mundo con efectos trágicos en el costo de vidas humanas y cambios radicales en nuestra percepción, concepto y ejercicio del todo cotidiano.

Además, confirman los organismos internacionales, está en curso una severa crisis económica global, la mayor de las últimas décadas, porque no es posible detener por meses las actividades productivas y esperar que se restablezcan en la inmediatez.

Muchos ya se han quedado sin empleo y los puestos laborales de otros más están en riesgo.

Por eso los gobiernos han implementado planes de contingencia para la recuperación de sus economías, al mismo tiempo que distribuyen recursos a su población, ya que sin producción la gran mayoría requiere de ese respaldo para subsistir.

Algunos ejemplos: el plan de Canadá es por 82 mil millones de dólares en ayudas directas y apoyo a empresas, además de estímulos fiscales para proteger empleos; el de Estados Unidos es por 2.2 billones de dólares; Reino Unido le inyectará a su economía poco más de 360 mil millones de euros; el plan de contingencia de Alemania es por 750 mil millones de euros; el de Brasil es por 30 mil millones de dólares, y así la lista de naciones que han salido en defensa de su fuente productiva.

Están garantizando el futuro.

En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el domingo medidas como la creación de 2 millones de empleos (aunque no explicó cómo) y mayor inversión pública en los próximos 9 meses, además de los programas sociales ya existentes, aunque descartó otorgar estímulos fiscales o apoyos a empresas.

Dos días más tarde, en su conferencia de las mañanas, aseguró que el gobierno federal otorgará 2 millones de créditos para impulsar la economía, aunque siguió sin especificar mecanismos ni montos.

Líderes empresariales, políticos opositores e incluso aliados de López Obrador le han observado que ese no es un plan de contingencia y que las medidas anunciadas son insuficientes para proteger los empleos de millones de mexicanas y mexicanos; varios le urgen a recapacitar, a cambiar de planes. A dejar atrás sus filias y fobias para ser presidente de toda y todos los mexicanos y pensar con sentido de Estado.

Más allá de las críticas, que coinciden en la urgencia del tema, el presidente debe pensar en la gente, en toda la gente: mirar en el crisol que es nuestro México y que él conoce tan bien por haberlo recorrido por más de 20 años. Hay que darle prioridad al país, a millones de familias que esperan de su presidente un liderazgo firme, sensato y generoso.

Hay que pensar en los municipios, la inmensa mayoría con poblaciones pequeñas que en estos momentos no tienen certeza de futuro, y con habitantes que esperan tener sus empleos de vuelta.

Hay que proteger el futuro de México.