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Hacia una evaluación con equidad

Ante las evaluaciones para todos los niveles y modelos escolares los maestros deberán considerar la situación de cada estudiante. | César Cravioto

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Escrito en OPINIÓN el

La pandemia por coronavirus covid-19 ha representado un reto global sin precedentes en todos los ámbitos.

Radical ha sido el cambio para los estudiantes ante la irrupción abrupta del covid-19, y también se están modificando las formas y criterios en que éstos serán evaluados para el ciclo escolar 2020-2021.

Son múltiples los efectos de la contingencia sanitaria sobre la educación y complejos los retos hacia adelante ya que según datos de la UNESCO, en ningún otro momento de la historia se habían visto suspendidas las actividades de miles de millones de estudiantes, de todos los niveles educativos, en el planeta entero.

Todos estamos experimentando cambios que nos han tomado por sorpresa, nadie pudo prever con anticipación el impacto del virus; hoy los cambios son completamente nuevos tanto para el sistema educativo en su conjunto como para las maestras y maestros, alumnas y alumnos, las madres y padres; es evidente la ruptura en las rutinas escolares que hoy viven los estudiantes. 

En ese contexto, lo prioritario para la Secretaría de Educación Pública es salvaguardar en todo momento el bienestar de la comunidad estudiantil en todos los Estados de la República Mexicana. Así lo declaró el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán al señalar que lo trascendental es aplicar una calificación con equidad. 

Ante las evaluaciones para todos los niveles y modelos escolares los maestros deberán considerar la situación de cada estudiante garantizando con ello el tránsito de los educandos por el Sistema Educativo Nacional y el cumplimiento de los procesos afectados por la pandemia.

El objetivo es asegurar el máximo beneficio educativo de las niñas, niños y adolescentes de nuestro país así como incentivar a quienes, por cualquier razón, no han establecido algún canal de comunicación con el personal docente y directivo; es decir, “deberá valorarse los avances a partir del contexto particular de las y los estudiantes y emplear estrategias complementarias para el aprendizaje”.

Hoy, no todos los estudiantes están aprendiendo al mismo nivel, por lo que la Secretaría de Educación Pública SEP, emitió una serie de consideraciones para evaluar a los alumnos.

“Sabemos que ya existían carencias y desigualdades enormes en cuanto los recursos tecnológicos de las escuelas de educación básica pues, de acuerdo con datos del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación INEE, solo cuatro de diez contaban con al menos una computadora y tres de cada diez tenían conexión de internet en 2016-2017. 

Esta situación, desde luego, es a su vez muy heterogénea dado que las escuelas indígenas, por ejemplo, tienden a tener mayores carencias”, refiere a su vez Germán Álvarez Mendiola, presidente del Consejo Mexicano de Investigación Educativa y jefe del departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, CINVESTAV.

La SEP indica que se dará prioridad a la función formativa de la evaluación, se asignarán calificaciones sólo en los casos donde el personal docente tenga certeza de las condiciones de salud, accesibilidad y acompañamiento de sus estudiantes, y se utilizará la evaluación como un instrumento para mejorar el aprendizaje.

Así, las calificaciones o valoraciones registradas para éste y, en su caso, para el periodo subsecuente, serán preliminares, ya que las calificaciones definitivas se registrarán al final del Ciclo Escolar 2020-2021, de acuerdo con lo que establezca la norma correspondiente.

Los contenidos de formación Cívica y Ética para primaria y secundaria serán reforzados o fortalecidos, toda vez que contribuyen “a la formación integral en el cuidado de sí mismos”, considera el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán. 

Ya lo dijo Sebastián Pla, Doctor en Pedagogía e investigador del Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación IIDUE-UNAM , y autor de “Calidad educativa. Historia de una política para la desigualdad”. 

“Hoy, para mí, la escuela debe ofrecer a estudiantes y padres y madres de familia una pedagogía de emergencia, una pedagogía pública, que proporcione conocimientos a todos en la casa para comprender la pandemia, enfrentar nuestros miedos y angustias, y fomentar el cuidado de sí y del otro. Una escuela que enseñe, por ejemplo, que el personal del sistema de salud pública es parte fundamental de la solidaridad social y que en vez de discriminarlos o agredirlos, tenemos que estar agradecidos con ellas y ellos”.

Quizá sea hora de avanzar hacia una educación más dirigida hacia la comprensión del mundo que nos rodea, “bajo una perspectiva de resolución de necesidades y problemas de la vida social, política, económica y del ambiente natural”, como refieren los investigadores.