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Formar nuevo Congreso

El electorado se encuentra en la encrucijada, un aire de incertidumbre golpea su rostro ante las elecciones del próximo año. | Antonio Tenorio Adame*

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Escrito en OPINIÓN el

Las elecciones del próximo año son comicios que ponen a prueba a la 4T. Los partidos tradicionales se cimbran ante su posible desintegración definitiva, y los nuevos partidos se frotan las manos en espera del voto escéptico del cambio de régimen.

Algunas de las paradojas de Morena son en torno a su composición bicéfala: de partido por una parte y movimiento social por otra, así como el cumplimiento orgánico de nombrar su Comité Nacional dentro del cual se debate un problema financiero donde persiste la sobrevivencia de una parte de operadores electorales, es pues un problema de unidad de la militancia. Hasta ahora la estructura y objetivos de Morena son similares a los demás organismos paridos por el INE.

Los partidos tradicionales, PRI, PAN, PRD proponen la coalición como recurso definitivo para evitar la extinción, los límites del conglomerado único opositor para “frenar” a la 4T, son los gobernadores de cada partido, quienes antepondrán su interés propio; ellos son el núcleo faccional.

Los nuevos partidos no acaban de emerger, la pandemia retrasó su notificación, esperan las prerrogativas y la gracia de los inconformes que buscan nuevas opciones entre las que se cuentan: Fernando González (yerno de Elba Esther Gordillo); Redes Sociales Progresistas; Pedro Haces (dirigente de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México); Hugo Eric Flores, ex dirigente nacional de Encuentro Social; Felipe Calderón y Margarita Zavala, cabezas de México Libre; César Augusto Santiago y otros más, que siguen a la espera de la notificación que convierta sus ilusiones en realidades.

Morena no enfrenta mayores dificultades, sino la propia de su composición circunstancial, no hay contradicción entre Partido y Movimiento, si aceptamos a estos como simpatizantes o aliados coyunturales, tampoco se escindirá la base ante la nominación del Comité Nacional por medio de una encuesta. No será problema la decantación de fracciones que abandonen el proyecto social por sentirse insatisfechas; son comportamientos esperados en un sistema democrático. El verdadero problema de Morena es de definición de identidad orgánica, el objetivo histórico, su función social con políticas públicas, y, ante todo mantener la representación legítima de la soberanía.

La disidencia anti AMLO proclama la formación de una mayoría total que obstaculice la gobernabilidad, diversos grupos como: FRENA, BOA, DERIVA AUTORITARIA, etc., demandan se forme una mayoría totalitaria en el Congreso contraria al Ejecutivo.

Desde el Instituto de Formación Política de Morena, también se escucha la utopía de ganar la mayoría, <>. Una meta inalcanzable por la cláusula democrática que lo impide.

El objetivo central de formar congreso con una nueva legislatura es saber cómo y para que se integra. La cronología del Legislativo, acerca a lo ocurrido en el pasado, en especial aquellas pruebas a las que aspira la 4T, o sea los congresos derivados de: la Independencia, la Reforma y la Revolución.

La Dirección Nacional de Morena atenderá la integración de gran parte de candidaturas a partir de equilibrar el interés del partido con las necesidades locales, sobre la advertencia del riesgo competitivo que enfrentará en las concentraciones urbanas, y la atención especial (profesional). En la formación de una propuesta nacional de candidaturas a la LXV Legislatura, se requiere de un enfoque histórico tomando como modelo en su proporción posible, a los Congresos Constituyentes Mexicanos, es decir las legislaturas fundadoras de la nación.

El primer Congreso mexicano

Éste data de 1824, con el antecedente primordial de dos grandes asambleas de representación en ciernes: las Cortes de Cádiz 1810-1812 y el Congreso de Anáhuac 1813-1815. La primera Constitución Mexicana de 1824 se derivó del conflicto por la forma de gobierno y de Estado, entre monarquistas imperiales y republicanos federalistas; su desenlace llevó al establecimiento de una república popular federal. Entre los legisladores más destacados: Miguel Ramos Arizpe, José Miguel Guridi y Alcocer, Fray Servando Teresa de Mier, Miguel de Santa María, Carlos María de Bustamante, Lucas Alamán, Valentín Gómez Farías, Lorenzo de Zavala, entre otros.   

Constitución liberal de 1857

Emilio Rabasa solo distingue a tres constituyentes del 56, en rigor, solo a dos, a Ponciano Arriaga le concede el primer lugar, a José María Mata, le da el segundo y en tercero a Melchor Ocampo. Aunque es indudable que Ocampo fue un hombre superior a Arriaga y a Mata, murió a la temprana edad de 54 años, su participación fue limitada. Arriaga fue presidente de la Comisión de Constitución y el principal negociador con 127 intervenciones y Mata con 112.

El panorama de la predilección, no está completo. En la lista de las grandes figuras del constituyente no pueden suprimirse los nombres de Francisco Zarco, León Guzmán, Ignacio Ramírez, Guillermo Prieto, Joaquín Ruíz, Santos Degollado e Isidoro Olvera, sin hablar de los liberales moderados, entre los cuales había hombres de talento y de una participación tan activa como la más activa de los puros. Y habría que contar también a algunos de los grandes ministros de Comonfort, porque influyeron y participaron en el Congreso: Luis de la Rosa, Miguel Lerdo de Tejada, José María La Fragua, Ezequiel Montes, y José María Iglesias.

La constitución de la revolución

Carranza y los firmantes del Plan de Guadalupe lograron sus objetivos, derrocar al usurpador Huerta, restablecer la legalidad constitucional, fundamentar la legitimidad con nuevas bases orgánicas para fortalecer y crear instituciones con las cuales gobernar, disponer del poder y asumir la ejecución de medidas administrativas. Es una generación de vanguardia que gobierna con distinto sentido y objetivos a la operada durante la dictadura; son orientados por un nacionalismo afirmativo de la república y la democracia. Es interesante destacar la generación revolucionaria que se gestó y maduró a la sombra de quien fuera gobernador de Coahuila.

El examen histórico de la generación que participó en el gobierno constitucionalista sigue siendo fuente de aprovisionamiento del pensamiento político nacional, los diferentes enfoques de la política que ejerció su gobierno, de manera destacada el proceso agrario, la producción del henequén, el ordenamiento  de la producción petrolera, la política monetaria, si como, la diplomacia internacional conocida como doctrina Carranza, de donde aflora singularmente su relación digna con el presidente Henry Wilson, sus discrepancias en torno a las invasiones y ocupaciones del ejército de Estados Unidos en territorio nacional, el pensamiento político y conducta patriótica de los miembros de su gobierno y personajes que acompañaron a su gobierno, de manera destacada se mencionan a: Francisco J. Múgica, Alfonso Cravioto, Pastor Rouaix,  Heriberto Jara, José Natividad Macías, Gerzain Ugarte, Fernando Lizardi, Hilario Medina, Paulino Machorro, Rafael Nieto y muchos más; en el examen de sus ideas y  pensamiento político.

La idea que prevalece es la integración de una generación de políticos que lograron trascender por su acción y su pensamiento, un cohorte demográfico caracterizado por su identidad cultural y su acción participativa en la sociedad.

Hay que esperar las propuestas de Morena.

*Antonio Tenorio Adame

Fue maestro fundador de la Escuela de Economía de la BUAP, hoy Facultad de Economía. Originario de Tehuacán, fue de los primeros maestros de la mencionada institución, desde sus primero meses de vida, habiendo realizado sus estudios profesionales en la UNAM, donde como estudiante, siempre militó en grupos de izquierda y destacó por su actividad política.

Fue dos veces diputado federal, una por Tepeaca y otra por Tehuacán, una vez por el PRI y otra por el PRD.