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OPINIÓN

“Fake news” dilema de la democracia

La desinformación es un factor que va en sentido contrario a los fundamentos de un sistema democrático. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

 

Fake News en español significan noticias falsas que, justamente son las que producen información que no es cierta o bien, es parcialmente falsa y confunden a la población sobre algún acontecimiento de interés público.

Este fenómeno no es nuevo, sin embargo, algunos especialistas consideran que el producir información o noticias falsas es utilizada como una estrategia planificada para desvirtuar algún suceso noticioso, para generar confusión sobre la veracidad de alguna noticia real y verdadera o, inclusive para desprestigiar a algún actor político o social.

Las Fake news aparecen de forma más recurrente en momentos en que están en juego reglas de un sistema democrático, por ejemplo, en el desarrollo de los procesos electorales y, de manera más específica, en el periodo en que tienen verificativo las campañas políticas en donde candidatas y candidatos, partidos políticos y coaliciones compiten por alcanzar el poder público.

Ejemplos de fake news en campañas son varios, entre los que prevalecen desde noticias de algún candidato o candidata que está siendo investigada por autoridades judiciales y que resultan falsas, pasando por noticias que se tornan más escandalosas que ciertas como amoríos, que tiene tal o cual candidato problemas con el alcohol, o inclusive, noticias de supuestas declinaciones en favor de algún candidato o candidata, entre muchas más.

Esto provoca que el ambiente de las campañas electorales se enturbie y que en la población prevalezca dicha desinformación que muchas veces da por buena y genera hasta confrontación entre la ciudadanía.

Con toda razón la Misión de Acompañamiento Internacional del Proceso Electoral Federal y Locales Concurrentes 2021, entre sus varios rubros de observación electoral incluyó el tema relativo a “la desinformación y noticias falsas”, como uno de los ingredientes que pueden influir de manera negativa en el buen desarrollo de la elección más grande que haya tenido nuestro país.

La Misión de Acompañamiento Internacional ha indicado que considera que deben ser combatidas las noticias falsas en elecciones a la par de generar un voto informado, para lo cual sugiere el fomento de campañas de información para reducir los efectos de la desinformación.

Justamente las instancias de observación internacional saben que la desinformación es un factor que va en sentido contrario a los fundamentos de un sistema democrático, en donde, entre otros aspectos, el Estado está obligado a establecer los elementos y las condiciones suficientes para que la población cuente con elementos necesarios de información real.

En este sentido, me parece que lo que observemos en el transcurso de las presentes campañas electorales debe servirnos de parámetro para realizar los diagnósticos respectivos sobre la frecuencia y repercusiones de las fake news y la desinformación para que puedan presentarse al Poder Legislativo los mismos y que, de su análisis, se delimiten las rutas efectivas que eviten la distorsión de la información que repercute en la integridad de las elecciones que deriva inclusive, en narrativas de odio, que pueden incentivar las descalificaciones institucionales y de diversos actores políticos, la disuasión o inducción del voto o, inclusive, incentivar la violencia.

En un sistema democrático como el nuestro lo que debe de imperar es información asertiva, brindarle a la población elementos para un voto informado, lo contrario es no sólo transgredir nuestra norma, sino es contraponer nuestra democracia que busca que la decisión de una mayoría esta basada en información fidedigna.