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Escenas de la ultraderecha neonazi

La deshumanización, lo sabemos, ya tendríamos que haberlo aprendido, comienza -tal y como Eisen señala- por las palabras. | María Teresa Priego

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Escrito en OPINIÓN el

La toma del Capitolio el 6 de enero. Hemos visto las imágenes de manera repetida. Esa mezcla de derecha y ultraderecha que conforma los contingentes de las marchas en apoyo a Trump. La señora mayor que está allí porque es provida, los grupos neonazis, los seguidores de las teorías de la conspiración. Me detengo en los extremos: un hombre de cabellos largos y barba, ya identificado como Robert Keith Packer, originario de Virginia, porta una camiseta que dice: "Camp Auschwitz", debajo la calavera (totenkopf) que utilizaban los militares del Tercer Reich. Debajo de la calavera la frase: "Work brings freedom" ("Arbeit?macht frei". "El trabajo nos hará libres") colocada en las rejas de los campos de concentración nazis. Uno de los más siniestros sarcasmos en la historia de la humanidad.

La imagen es brutal. Amplios grupos de seguidores de Trump son negacionistas del holocausto y creen en una conspiración judía internacional para controlar el mundo, como en aquellos tan horriblemente célebres "Protocolos de Sión". Pero esta camiseta dice otra cosa: los campos sí existieron y "qué bien". Una segunda camiseta negra "en clave" es usada por los neonazis: "6MWE" en color negro y amarillo (Los colores de los "Proud boys"). Las siglas se refieren a "6 milions wasn't enough" ("6 millones no fueron suficientes"), fue indispensable la denuncia desde cuentas como Auschwitz Memorial que aclaraban su significado, para que la camiseta dejara de venderse en tiendas por internet. 

¿Cuál es el límite de la libertad de expresión? Esa delgada línea roja: el momento en que los discursos se convierten en un explícito llamado al odio. En un artículo escrito por Melissa Eddy y publicado por “The New York Times”, la Dra. Eva Umlauf, pediatra y psicoerapeuta sobreviviente de Auschwitz, declara: "Nunca hubiera creído que esto fuera posible en América". Esa "América" de la esperanza, ante la subida del nazismo en Europa, la de la estatua de la libertad y Ellis Island, su puerto de entrada. En las redes de Auschwitz Memorial, algunos sobrevivientes ofrecen sus testimonios: "Campo Auschwitz", Max Eisen dice: "Comenzó con las palabras, y terminó en lugares terribles. Ya sabemos donde termina".  Los nazis se referían a "los gusanos" para hablar del pueblo judío. La deshumanización, lo sabemos, ya tendríamos que haberlo aprendido, comienza -tal y como Eisen señala- por las palabras.

Dov Forman comparte los comentarios de su abuela Lily Ebert, sobreviviente del mismo campo de concentración: "No hace diferencia el color de tu piel, ni cuál es tu nacionalidad, porque algo es seguro, para todos los humanos, nuestra sangre es roja, cuando ustedes nos cortan, duele". Eva Fahidi, también deportada a Auschwitz con su familia en 1944: "Estas fotos son muy dañinas para quienes somos sobrevivientes... La idea de que alguien pueda llevar semejante camisa en su cuerpo es horripilante". Cuerpos esclavos, cuerpos desechables. Y, sí, hay quienes "proud" (orgullosos) se pegan el asesinato del otro al cuerpo. El asesinato de millones de otras/os. 

Tras la expulsión de Donad Trump de sus redes sociales y la clausura de espacios como Parler, miles de sus seguidores comenzaron a buscar vías para comunicarse "sin censura". En Twitter se hacen llamados a ingresar a la red Gab.com, en donde Trump tiene una cuenta hasta ahora no utilizada. Esperan con ansia su primera participación. El domingo declaraban que la plataforma marchaba lento, por estar saturada de demandas. Mensaje en @getongab: "Si eres partidario de Trump, estos comunistas vienen en línea por ti. Este es un holocausto digital de los conservadores y de cualquiera que se atreva a disentir del régimen comunista oligarca. Recuerden el Holodomor porque eso es lo que sigue. Conserven la fe".

En "Historia Americana X", dirigida por Tony Kaye, un hombre adulto recluta a jóvenes en conflicto para formar una milicia neonazi. Antisemita, por supuesto, antiinmigrantes, anti afroamericanos. Les dice: "No solo sean pendencieros, sean parte de algo". Y esa "pertenencia" tendría como sustento la "supremacía blanca" y los actos de violencia "necesarios" ante el imaginario despojo del que han sido objeto. La película está accesible en este momento. ¿Hay la vivencia de un "despojo" en el centro de las emociones de estas personas? Sin duda. Mucho más íntimo, doloroso y devastador que lo que la migración mexicana podría significarles en otras circunstancias interiores. ¿Y Jake Angeli y los QAnon? Quisiera acercarme a él la semana próxima. A él como representante de las teorías de la conspiración, tan abundantes en el muro en face de su madre.