Las elecciones de 2021 serán las más grandes en la historia del país, no sólo por el crecimiento del número de electoras y electores, sino también, por el número de cargos que se elegirán, pues las 32 entidades del país tendrán elecciones locales concurrentes con la federal.
Se trata de un total de 21 mil cargos de elección popular, mediante los cuales se tendrá que renovar completamente la Cámara de Diputados a nivel nacional, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y mil 900 ayuntamientos y juntas municipales en el plano nacional.
Estas elecciones son consideradas una de las más polarizadas y violentas de la historia, por la gran trascendencia que estas originan, aunado a que el partido en el poder no deja de intervenir en las mismas con el afán de no perder los comicios electorales.
Refiero que este periodo electoral es sumamente polarizado porque desde el inicio de las campañas electorales el partido en el poder y sus aliados no han dejado de pronunciar discursos y realizar conductas hostiles hacia las postulaciones realizadas por las diversas alternativas políticas, ocasionando con ello únicamente una polarización política que en nada favorece a la democracia.
La última de las conductas hostiles realizadas por el partido en el gobierno, es decir, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue la emisión y distribución del documento mediante el cual instruye a quienes serán sus representantes en las mesas de votación a que cuenten mal los votos que reciba su coalición “Juntos Haremos Historia” que forman con el PT y PVEM, pues en lugar de explicarles lo que dice la ley electoral sobre cómo se dividen y se reparten los votos en coaliciones y pedirles que se sujeten a ella, les pide que cada vez que crucen la boleta por los tres partidos, registren hasta tres votos en lugar de un solo voto al candidato y el resto como voto fraccionado, como indica la ley.
Es importante explicar que lo que le está solicitando el partido Morena a sus representantes es una práctica ilegal que alteraría completamente el resultado real de la votación por lo que puede representar un fraude electoral.
A este tipo de conductas, se le tiene que sumar que estas son las elecciones más violentas que ha vivido México; según lo revelado este martes por la consultora Etellekt en su Cuarto Informe de Violencia Política en México 2021, el cual menciona que hasta el día 25 de mayo del año en curso, suman ya 79 los políticos y candidatos que han sido asesinados desde el inicio del proceso electoral en curso, lo cual significa que prácticamente muere un candidato cada tercer día.
Este mismo informe señala que el 49% de las víctimas mortales pertenecía a la alianza opositora al partido en el poder, es decir los partidos Acción Nacional (PAN) Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), mientras que el 17% fue a candidatos y políticos pertenecientes al partido gobernante de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), y el resto de otros partidos.
Esta situación ha causado que se cuestione la responsabilidad del Estado sobre estas muertes; por otra parte, la magistrada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Janine Madeline Otálora Malassis (al igual que yo), calificó los hechos como algo “inadmisible en una democracia” en la cual debería estar garantizada la seguridad e integridad de todos y cada uno de los candidatos.
Es por las situaciones mencionadas anteriormente, que les pido a todos aquellos que aún no han definido su voto; voten de manera informada y no de manera coaccionada o condicionada; ya que toda elección, debe ser un balance de las buenas o malas acciones tomadas por los grupos parlamentarios, de los partidos políticos e incluso del mismo gobierno, es decir, se debe votar para decidir si queremos seguir siendo gobernados en el mismo rumbo o preferimos modificarlo.
Es momento de darnos cuenta que nuestro voto es la expresión de nuestra voluntad, mediante la cual tomamos una de las decisiones colectivas más importantes para nuestro presente y futuro, por tal motivo debemos ser responsables y consientes al momento de tomar una decisión en la urna, ya que, si elegimos mal, podríamos estar dando fin a agrandes avances obtenidos a lo largo de la historia, tal y como lo hemos visto en estos primeros tres años de gobierno del actual presidente.