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El regreso del “Jefe Diego”

AMLO es un problema, un problema de otra generación. | Julio Castillo

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Escrito en OPINIÓN el

Hace alrededor de un mes Diego Fernández de Cevallos abrió una cuenta en Twitter y alcanzó más 100 mil seguidores, prácticamente de forma inmediata. Con un video en donde explica sus motivos y convoca a luchar por un cambio para México inicia un intenso activismo digital en donde suma sus colaboraciones en Milenio con materiales muy bien hechos (en diseño, investigación y edición en todos los formatos) y demuestra que a veces lo que falta son voces con autoridad que pidan y tomen la palabra. Algunos comentarios al respecto:

· Diego Fernández de Cevallos nunca ha dejado de ser una voz de autoridad y su forma de analizar y describir la política la deberían de conocer todos; el problema es que el “Jefe Diego” dejó de tener cargos públicos en 2006 (cuando dejó de ser senador) y ya son varias generaciones que sólo cuentan con las referencias negativas que constantemente ha hecho el presidente López Obrador sobre él… ahora se podrá conocer toda la historia.

· Creo que el mejor remedio para un demagogo es una persona que lo desenmascare en sus propios términos y Diego es un maestro del tema. Desde el debate presidencial del 94 se conoce su talento (porque lo tiene desde mucho antes) y en una época como la que vivimos se necesitan personas que desenmascaren la mentira.

· Para todos los que no lo recuerdan (que debe ser la inmensa mayoría de los mexicanos), el Jefe Diego en 1994 fue candidato a la Presidencia de la República con el lema “Por un México sin Mentiras”… No es la primera vez que se enfrenta a la posverdad y verlo emplazando al presidente a hacer ilegal la mentira desde el cargo no sólo es congruente con todo el pasado, es sumamente divertido para quienes lo conocemos.

· Sin caer en un juicio demasiado filosófico creo que es importante analizar que López Obrador, su visión e incluso sus palabras son un vestigio de la política de los 90… hoy es difícil encontrar a un menor de 40 años que sepa con precisión qué es el Fobaproa o que conozca las condiciones en que se dieron las elecciones del 88 y del 94… López Obrador plantea constantemente una versión de la historia de todos estos años, una versión sumamente tendenciosa en donde incluso tergiversa su propio papel en la historia, a gobiernos con oposiciones, ideologías con fantasías y un dilema totalmente ingenuo y absurdo entre izquierda, conservadores, nacionalismo y neoliberalismo… casi nadie le responde a este tipo de dichos porque ya es otra generación la que encabeza la política hoy y con buenas razones no considera relevante en la coyuntura la reivindicación histórica (entre intentar explicar a qué se refiere AMLO con un “neoporfirista” o intentar frenar la ilegal reforma eléctrica es obvia la prioridad), pero esto no quiere decir que no sea importante también el pasado.

Para terminar, yo celebro que el Jefe Diego esté de vuelta con fuerza porque creo que López Obrador es un problema, pero es un problema de otra generación; un problema que sólo pueden entender y resolver quienes entienden sus marcos y sus contextos, un problema que ya resolvió otra generación que ya rechazó el populismo y la demagogia.