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Cuando los médicos mueren

La pandemia ha puesto en evidencia la flaqueza de las políticas gubernamentales con los trabajadores de la salud. | Manuel Fuentes

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Escrito en OPINIÓN el

Los hospitales públicos deberían ser los lugares mejor resguardados sanitariamente tanto para el personal médico que labora allí, como para los pacientes que acuden, pero lamentablemente ello no ocurre así. Las cifras del número de muertos por COVID-19 del personal médico descubren el desatino de la política gubernamental para proteger a sus trabajadores de la salud.

Los datos que dio a conocer Amnistía Internacional, cerrados al 25 de agosto de 2020, revelan hasta esa fecha mil 320 trabajadores de salud fallecidos en México por contraer el virus de covid-19, mientras que en Estados Unidos de Norteamérica eran mil 77, una diferencia porcentual de un 18.40% lo cual revela la gravedad del problema, independientemente de la diferencia en economías y personas infectadas.

Amnistía Internacional señala que después de México y Estados Unidos de Norteamérica, está en tercer lugar Reino Unido con 649 personas fallecidas, con una diferencia porcentual con relación a México de 50.16%.  Mientras que Brasil se encuentra en cuarto lugar con 634 trabajadores de la salud fallecidas, con una diferencia porcentual de 51.96%.

En quinto lugar, está Rusia con 631 trabajadores de la salud fallecidas y una diferencia porcentual con relación a México de 52.19%, después la India con 573 personas y una diferencia de 56.59%. Sudáfrica con 240 personas y una diferencia porcentual de 81.81%. Italia con 188 personas y una diferencia porcentual de 85.75%, Perú con 183 personas y una diferencia de 86.13%. Irán con 159 y una diferencia de 87.95% y Egipto con 159 personas y una diferencia de 87.95%.

Recientemente la Secretaría de Salud ha revelado el incremento de muertes de profesionales de la salud en 1,744 personas, un 24% más con relación a los datos proporcionados por Amnistía Internacional al 25 de agosto.

Tan sólo en el Instituto Mexicano del Seguro Social son 1,200 médicos fallecidos hasta la fecha, institución que encabeza la atención de pacientes infectados por el covid-19, y también quien tiene mayor número de profesionales de la salud muertos por esta pandemia.

En los distintos hospitales del país es notorio el cansancio del personal médico quienes tienen que proveerse de sus propios medios de protección ante los deficientes materiales que proporcionan las autoridades en los diversos niveles.  

Los trabajadores de la salud laboran en condiciones extremas y no hay autoridades del trabajo que se internen al interior de los hospitales para vigilar el cumplimiento de las normas de seguridad y salud de quienes laboran en esos lugares. Es notoria la presión que ejercen las organizaciones sindicales para que se respeten sus condiciones de trabajo.

En el Instituto Mexicano del Seguro Social, el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS) ha logrado que el covid-19 se reconozca como riesgo de trabajo cuando se contrae en función de las actividades laborales, además de lograr que se otorgue un bono de riesgo del 25% a su salario, pero esto no ocurre en otras instituciones hospitalarias en donde se deja a los trabajadores de la salud a su suerte como si se tratara de una enfermedad general.

Los familiares de los trabajadores de la salud fallecidos tienen que padecer el desdén de las autoridades laborales para que se les reconozca una pensión o el pago de su finiquito.  El cierre de las oficinas laborales agrava el problema.

El gobierno mexicano tiene previsto para 2020 un presupuesto para la atención de la salud del 2.6% en relación con el Producto Interno Bruto, cuando la Organización Mundial de la Salud recomienda un 6%.  En 1939, cuando gobernaba el general Lázaro Cárdenas (quién recién acaba de cumplir 50 años de fallecido), se alcanzaba un aporte presupuestal del 5.5%.  En el actual gobierno no se prevé ni el 50% de esa época a pesar de la pandemia que se enfrenta.

Respecto a su Producto Interno Bruto y para la atención de la salud en 2019, Estados Unidos previó un 14.38%, Alemania un 9.91% y Japón un 9.32%, mostrando una clara desventaja con México. 

El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria señala que en México “El nivel del gasto público en salud está por debajo de las recomendaciones internacionales y de las estimaciones con bases epidemiológicas y demográficas”. 

Este 23 de octubre se celebra el día del Médico, que en vez de recibir apoyos económicos y de protección, recibirán discursos por todos lados como si con ello se cumpliera la función del estado mexicano.

La seguridad social y los sistemas de salud viven una de sus mayores crisis que el gobierno mexicano no es capaz de aceptar. La pandemia ha puesto en evidencia la flaqueza de las políticas gubernamentales con los trabajadores de la salud.