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Chiapas, el caos

El estado es un desastre | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

La administración en Chiapas de Manuel Velasco Coello ha sido peor que la del ex gobernador y actual cónsul de México en Orlando, Juan Sabines Guerrero (8 de diciembre de 2006  no solo en el desempeño de la economía, sino en el incremento de la inseguridad y la violencia, así como en frivolidad.

Dinero y pobreza

A esa lapidaria conclusión llegó el connotado economista Jorge López Arévalo al hacer un balance de uno de los estados más pobres de México.

Continúa la caída libre de la economía chiapaneca de acuerdo al Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE). Vamos en un tobogán en caída libre, dice. La gente de la calle se queja de que les va mal y detrás de eso están las gráficas económicas que no alcanzan a comprender las familias. Es decir, si la economía se cae, a la gente de a pie le va peor. Por eso aumenta la pobreza en Chiapas.

Si se midiera la economía de Chiapas por candidatos a ocupar cargos, por publicidad de los candidatos oficiales, fundaciones, propaganda gubernamental, número de periódicos, bloqueos de carreteras, asesinatos políticos, etcétera, seguro seríamos punteros en el país, señaló el académico de la Universidad Autónoma de Chiapas.

Chiapas, laboratorio electoral

Nadie en Chiapas está abordando este problema, que es de carácter estructural y que implica para revertirlo cambios de gran calado. No es un problema de dinero. Este ha llegado por carretadas desde el levantamiento zapatista en 1994. Se ha gastado más dinero en Chiapas, en dólares actuales, que los que se invirtieron en su momento en el Plan Marshall que sirvió para reconstruir Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

Irónicamente, dice López Arévalo, era para que Chiapas tuviera dos pisos (de carreteras construidas). La realidad es otra. En ese estado siguen con el juego del hambre enfrascados en la sucesión del gobierno del estado. Manuel Velasco Coello quiere poner los candidatos de todos los partidos políticos, sin tomar en cuenta el hartazgo de los chiapanecos.

El estado es un desastre. Hay pobreza laboral, faltan más inversiones, fomentar la agroindustria, estructurar mejores políticas para el campo para evitar la dependencia alimentaria, frenar la creciente ola delictiva que azota a ciudades de la costa y los feminicidios que cada día cobran más víctimas.

El debate

En este dramático panorama, los chiapanecos escucharon la noche del domingo las propuestas de los candidatos Roberto Albores Gleason, de la coalición “Todos por Chiapas”; Rutilio Escandón Cadenas, de MORENA; José Antonio Aguilar Bodegas, aspirante del PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, y el independiente Alejo Jesús Orantes.

La lluvia de críticas contra los que desean suceder en el cargo a Velasco Coello no se hizo esperar. De ideas cortas, achatadas y sin mayores proyecciones hacia el futuro, los aspirantes fueron evasivos a las preguntas de tres conductores de un debate organizado por las autoridades electorales. Tan pésimo el formato, la conducción como la respuesta de los candidatos.

“Seré el gobernador del empleo y de la transformación económica del estado”, dijo Albores Gleason sin precisar a fondo cómo haría un eventual gobierno suyo para atraer inversiones, impulsar el turismo y fomentar la obra pública y el campo. Aguilar Bodegas dio chispazos de lo que sería su gestión al proponer impulsar el combate frontal a la corrupción, la aplicación de la justicia, programas de desarrollo y la generación de empleos.

Voto amenazado

Rutilio Escandón confía en el efecto AMLO y que la sombra que este le propicia lo beneficie y le permita llegar a la gubernatura de Chiapas. En las redes sociales le atribuyeron una marcada limitación mental y lo criticaron por no desmarcarse del gobierno de Velasco Coello a quien, sin rubor, lo respaldó desde el Poder Judicial, violando la independencia de poderes.

El productor cañero Jesús Orantes, que también aspira gobernar el Estado, genero la hilaridad de la concurrencia y televidentes al debate realizado en Tuxtla Gutiérrez. El denominado “Bronco chiapaneco” no convenció a nadie y sólo dejó en le recuerdo popular su cacicazgo en las zonas donde se produce la caña de azúcar, en las inmediaciones del ingenio Pujiltic.

Los perdedores del debate fueron los chiapanecos. Fue tan pobre la presentación que a juzgar por los resultados a Chiapas le esperan otros seis años de atraso.

IMPACTOS

***La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) debe regular la extracción indiscriminada del líquido de los mantos acuíferos en la Ribera El Limón y la Colonia Cárdenas del municipio de San Fernando, Chiapas, donde personas inescrupulosas comercializan el agua, al margen de la ley y sin ninguna medida sanitaria.

Aparte del daño que ocasionan los comercializadores de agua a vecinos de la zona ponen en riesgo la salud de miles de personas al transportar el agua, sacadas de pozos en carros cisternas totalmente oxidados. Urge en este caso la intervención de la Secretaría de Salud de México, Conagua y el gobierno de San Fernando y Chiapas.

Democracia arrinconada

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