Main logo

Caso Mireles: una disculpa no es suficiente

No basta un “ustedes disculpen”. Todo tipo de violencia contra la mujer debe ser repudiado y combatido desde su germen más pequeño. | Ivonne Ortega

Por
Escrito en OPINIÓN el

En días pasados el subdelegado del ISSSTE en Michoacán, Dr. José Manuel Mireles Valverde, protagonizó un lamentable episodio de la política nacional al referirse públicamente de forma despectiva a las mujeres, específicamente a derechohabientes de la institución que representa.

Al menos en un par de ocasiones, el también ex integrante de las llamadas autodefensas lanzó calificativos denigrantes hacia mujeres, y no sabemos si este es su comportamiento habitual porque sólo conocemos lo que pudo ser registrado en video y compartido a través de redes sociales.

Ante la presión social que pedía la destitución de Mireles, el presidente Andrés Manuel López Obrador se pronunció por perdonarlo por el “error cometido”. Dijo que bastaba con que ofreciera una “disculpa sincera”.

Quizá lo ignoraba el mandatario, pero después de su primer insulto, el ofensor expresó esa disculpa. Días después, volvió a sus expresiones misóginas.

Hoy Mireles se supone que está tomando cursos de capacitación en temas de género. Y ahí el gobierno federal dio por concluido el tema, así de simple.

Y pudiera parecer un tema simple, algo que solo ameritaría una llamada de atención… Si estuviéramos en otro país.

Pero estamos en México, donde tan solo en lo que va de 2019 se han cometido más de 1,800 feminicidios y homicidios dolosos contra mujeres, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares del INEGI registró ya en 2016 que en nuestro país 66 de cada 100 mujeres hemos sido víctimas de algún tipo de violencia, y que la violencia que ejercen parejas, esposos, ex novios o ex esposos contra las mujeres es “severa o muy severa” en un 64% de los casos.

La ONU refiere que en México cada día son asesinadas nueve mujeres.

Y todo empieza cuando se pierde el respeto más elemental, cuando los principios de convivencia, tolerancia e inclusión no son observados en una sociedad en la que las mujeres llevamos décadas luchando por el reconocimiento y ejercicio de nuestros derechos.

No basta un “ustedes disculpen”. Todo tipo de violencia contra la mujer debe ser repudiado y combatido desde su germen más pequeño, para acabar de raíz con este terrible mal que se ha expandido de forma silenciosa, pero tiene consecuencias evidentes, dolorosas y terribles.

En lo personal, cada una debe empezar en casa, con nuestros hijos, inculcándoles el conocimiento, respeto y tolerancia hacia los demás, sin distinción de ningún tipo. Esa es la base para la construcción de una sociedad de derechos universales, más allá de cartillas conservadoras.

El Estado y las autoridades, por su parte, no sólo tienen el deber de respetar y hacer respetar los derechos que ya están plasmados en nuestra Constitución, sus leyes y los tratados internacionales: es su obligación. Obligados están el gobierno federal, los estatales, municipales y alcaldías.

En México las mujeres vivimos en permanente vulnerabilidad, el riesgo está siempre presente, y eso debe cambiar, empezando por desterrar sin contemplaciones las actitudes retrógradas y, por supuesto, proteger la integridad física de cada mexicana.

Por eso en el caso Mireles, una disculpa no es suficiente.