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Calderón, García Luna…

Habrá que ver la solidez de las acusaciones de Estados Unidos sobre García Luna y hasta dónde va a salpicar. | Jorge Ramos Pérez

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Escrito en OPINIÓN el

Una tarde de diciembre al afirmarle a Felipe Calderón que uno de sus errores era la incapacidad de sus policías para sustentar pruebas contra criminales, el entonces presidente de México recalcaba que eran los jueces los responsables de dejarlos en libertad.

En otra ocasión, en Cancún, mientras se celebraba una cumbre sobre cambio climático, en una conversación también se le dijo que por qué su gobierno filtraba videos donde un delincuente incriminaba a un periodista de presuntos nexos con el narco. Se le insistía que si tenían más pruebas contra el periodista. Nada.

Anabel Hernández publicaba libros que señalaban a Genaro García Luna. Pero el 24 de febrero la periodista Gloria Hernández le preguntó a Calderón en una conferencia sobre la presunta protección de su gobierno a Joaquín El Chapo Guzmán y el Cártel de Sinaloa y Calderón se indignó:

“Es falso (…) es más, en esa falsa acusación dolosa, y, no sé con qué intenciones, además que se hace al Gobierno, cae por su propio peso. Hemos golpeado por igual tanto a los cárteles vinculados al Golfo de México como al del Pacífico Mexicano”.

Golpeando el atril, sólo en este momento de la conferencia de 30 minutos, argumentaba que “los líderes, los grandes capos o los grandes líderes de organizaciones criminales han sido prácticamente iguales en número de un lado y de otro. Es increíble que cuando estamos atrapando criminales de la talla de El Teo (Teodoro García Simental), por ejemplo, que es del cártel del Chapo Guzmán, que es del cártel del Pacífico”.

Replicó: “Usted dirá que el Gobierno está encubriendo este cártel, cuando se está extraditando a alguien como Vicente Zambada se diga que el Gobierno encubre a este cártel, es simplemente desconocimiento en el mejor de los casos. No sé qué intenciones haya detrás, pero las evidencias demuestran palmariamente que este Gobierno su único compromiso es con la seguridad, ni protegemos, ni escudamos, ni toleramos a ningún grupo criminal en el país, llámese como se llame”.

Felipe Calderón ha dicho que no tenía información. De hecho respondió a Javier Herrera Valles, secretario de Seguridad de Nayarit, que nunca se enteró de sus acusaciones mientras era presidente de México. Pero tan fue público lo que denunciaba Herrera Valles que tras meses de acusaciones acabó encarcelado… en el gobierno de Calderón. Pero apenas concluido ese sexenio, Javier Herrera Valles recuperó su libertad.

No, Felipe Calderón no puede eludir su responsabilidad. Hay evidencias de cómo el ex presidente negaba señalamientos. Ahora habrá que ver la solidez de las acusaciones de Estados Unidos sobre García Luna y hasta dónde va a salpicar.

Punto y aparte. En los círculos más altos del poder en la autodenominada Cuarta Transformación el desprecio, el odio a Felipe Calderón es más que evidente. No lo ocultan.

Punto final. Suenan y suenan los cambios en el equipo del presidente López Obrador. En distintas oficinas del primer círculo lo niegan.