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Ausencia de Guerra

La Paz de Gandhi, según esta película, iba más allá de la coexistencia pacífica entre etnias o naciones, o del logro de su lucha.

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Escrito en OPINIÓN el

Hace algunos años, ni muy pocos ni demasiados, me encontraba yo en un aula estudiando un posgrado cuando nuestro profesor nos lanzó una pregunta, qué más parecía una granada con el seguro quitado por el efecto que generó. En apariencia sencilla, en realidad era una provocación profundamente compleja. “¿Qué es la paz?”, era el cuestionamiento.

 

Lo que parecía otra jornada académica relativamente tranquila se transformó, al cabo de algunos minutos en donde la discusión fue en rápido crescendo, en un grupo de personas que se arrebataban la palabra y discutían como energúmenos. Y nuestro profesor nos dejó hacer hasta que empezamos con ataques personales. Ahí impuso su autoridad y devolvió el orden al grupo  solamente para lanzarnos una segunda provocación: “Parece que no se ponen de acuerdo, ¿por qué?”.

 

La paz, explicamos casi a coro, es un elemento esencial para la construcción de sociedades libres y democráticas. Sin embargo no lográbamos ponernos de acuerdo en el tipo y alcances de la paz para  merecer el adjetivo. ¿Pax Romana o Pax Americana?, ¿Paz medida  a partir de indicadores macroeconómicos en los cuales se refleje el crecimiento industrial y del PIB en una sociedad?, ¿Paz entendida como elementos educativos y de convivencia?, ¿Paz como un ideal o como una construcción?, ¿Paz del sometimiento de una cultura sobre otra?, ¿Paz como ausencia de la guerra?

 

Al parecer, un grupo de personas con alto nivel educativo y no nos podíamos poner de acuerdo en que era la paz…como casi todos en el mundo y ahí murió la cosa.

 

Este recuerdo me asaltó cuando pensaba el tema de esta columna y recordé que el próximo lunes se conmemora el Día Internacional de la Paz (ya sé que hoy son los 30 años del sismo en México pero creo que hay exceso de notas y columnas al respecto) y me pregunté qué película recordaba que refleja tan importante concepto en la pantalla de plata.

 

La primera producción que me vino a la mente es un clásico que cuenta con multitud de elementos para ser calificado de esta forma. Una trama emotiva y profunda, una fotografía de excelente calidad, uno de los soundtracks que han trascendido la propia película para lograr una vida propia y actuaciones soberbias de dos grandes actores como son Robert de Niro y Jeremy Irons como las dos monedas de la pasión humana. Hablo por supuesto de The Mission (Joffé, 1986).

 

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En este caso nos cuentan una historia que podemos ver repetirse en muchos momentos de la historia humana. Los poderes políticos de cada tiempo atacan y destruyen proyectos alternos de sociedad, que amenazarían a la larga el statu quo, no por agresivos sino por desplazar la fuerza de la autoridad de la elite hacia un grupo más amplio y democrático, en este caso las etnias amazónicas. ¿Y la Paz?, sencillo se aplica el principio de “indio bueno es el indio muerto” y tras la masacre se impone la paz del sepulcro.

 

Otra maravillosa película que habla de Paz es Gandhi (Attenborough, 1982).  En este caso, a pesar del proceso de independencia de la India y Pakistán y las guerras desatadas en el camino. La Paz que podemos atestiguar mientras se desarrolla la historia en la pantalla es la del personaje principal que va evolucionando desde la pertenencia a una casta y una sociedad que genera divisiones y luchas, reflejadas en su interior, hasta el logro de una calma interna producida por su amor al prójimo que no puede ser calificada más que de Paz.

 

La Paz de Gandhi, según esta película, iba más allá de la coexistencia pacífica entre etnias o naciones, o del logro de su lucha. Se trataba del convencimiento de que su papel real era ser bapu, no de una causa política sino de un pueblo  entero al que amó consciente de los costos y sacrificios que le podían significar.

 

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La paz que esta película nos muestra es la de una persona que sabe que ha logrado su misión en la vida y cuyos valores y convicciones son, por ende, inquebrantables. La paz es, en principio, una construcción que emerge de cada individuo, parece decir esta historia.

 

Finalmente, y de forma irónica, la tercera producción que me vino a la mente al pensar “Paz” fue la magnífica y violenta Platoon (Stone, 1986) donde el significado de la palabra parece perderse para siempre al enfrentarnos con la crudeza de la guerra, solo para ser recobrada en la frase “nunca debimos venir” en  voz del protagonista.

 

La Paz también es, como dijo el benemérito de las América, no meternos donde no nos corresponde.

 

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Así pues, y como es costumbre en este espacio, dejo estos ejemplos cinematográficos para que usted qué me lee piense su  significado personal de este vocablo tan pequeño e importante: Paz.

 

¿Qué es para usted y cómo lo podríamos lograr en nuestro país que tanta violencia vive desde hace casi una década? Lo invito en esta víspera del Día Internacional de la Paz a pensarlo a profundidad.

 

No se quede, como hicimos nosotros en aquél salón de clases que  comento,  en el puro debate académico y piense cómo podemos construir nuestra Paz. Mi recomendación sería ver mucho cine para impulsar esa reflexión previa a la acción.

 

Un abrazo a todos y que la Paz nos acompañe hoy y para siempre.

 

eduardohiguerabonfil@gmail.com