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Ante el grito de las mujeres, sólo silencio

La voz de las mujeres seguirá escuchándose con toda su fuerza. | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

En la conferencia mañanera del día siguiente a la marcha para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, López Obrador celebró que el muro que levantaron para resguardar Palacio Nacional haya resistido, reconoció a las mujeres policías -aunque no se ha aclarado si los cuerpos de seguridad de la CDMX utilizaron gases-, se jactó de que la manifestación no llenó el Zócalo y acusó que en el movimiento feminista hay infiltrados que buscan debilitar al gobierno y al presidente.

También ha insistido en que las denuncias contra Salgado Macedonio tienen un trasfondo político e incluso no descartó que se le estén fabricando delitos, pero no dio respuesta a las demandas de las mujeres, particularmente en lo que se refiere a los altos niveles de violencia que padecen, y de inmediato se retiraron las vallas que se habían convertido en un memorial para las víctimas de feminicidio a pesar de las peticiones para que se preservara. Si acaso mencionó que se tiene que hacer todo para evitarla y luchar por la igualdad, combatir la pobreza, el racismo.

Para el presidente, los programas sociales ayudan a mejorar las condiciones de vida de las familias y por tanto son suficientes para atender las demandas de las mujeres, pues sigue sin entender su dolor, su enojo y lo atribuye tan sólo a un complot de los conservadores ignorando sus causas reales. Parece que olvida que cada día 11 mujeres son asesinadas y cada 4 minutos una mujer es violada en nuestro país, como se lo recuerda un grupo plural de 2,500 mujeres quienes, en una carta pública le expresan que están hartas de que las descalifique y exigen un alto a su desdén y que rompa el pacto patriarcal. Paradójicamente la respuesta presidencial fue llamarlas fifís.

Quizá tampoco conoce los resultados de la última Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), así como el análisis que realizó México Evalúa -o no les concedió importancia-  según el cual, de julio a diciembre de 2020 alrededor de 5 millones de mujeres mayores de 18 años sufrieron algún tipo de violencia sexual (acoso, hostigamiento, abuso, intento de violación y violación), y el 98.6% de estos casos no fueron denunciados o no se inició una investigación. Ha sido estremecedor leer en las redes sociales decenas de testimonios de víctimas que después de mucho tiempo han decidido compartir lo que les pasó y en algunos casos hasta identificar a sus agresores.

Lamentablemente no se advierte ninguna intención de impulsar, por ejemplo, una estrategia focalizada para prevenir y disminuir los feminicidios que atienda los factores y dinámicas que se asocian a la violencia letal, a garantizar el cumplimiento de órdenes de protección y medidas precautorias para mujeres violentadas, o a fortalecer los refugios y centros de justicia -que han sufrido recortes presupuestales significativos- como se ha propuesto.

De hecho, el mismo lunes 8 de marzo se aprobó en comisiones del Senado que la FGR deje de formar parte del Sistema Nacional para Prevenir, Atender, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, lo cual no es una buena señal, e incluso el Fiscal General se ha pronunciado por eliminar el tipo penal de feminicidio. La agenda pendiente en materia de género es muy amplia y diversa (violencia económica, discriminación, brecha salarial entre muchos otros temas, siendo la interrupción legal del embarazo el que concita las mayores discrepancias), pero ninguno ha merecido una respuesta gubernamental clara ya que han optado por quedarse en meras declaraciones genéricas que poco dicen. A pesar del silencio gubernamental, la voz de las mujeres seguirá escuchándose con toda su fuerza.