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AMLO respalda la incompetencia

Al arrancar su gobierno, Claudia Sheinbaum lo hizo sin enfrentar con firmeza la violencia. | Jorge Ramos Pérez

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Escrito en OPINIÓN el

Claudia Sheinbaum era jefa de gobierno electa. En los meses previos a su toma de posesión consideró pertinente buscar la opinión de expertos acerca de la inseguridad en la Ciudad de México, a la que se aprestaba a gobernar.

Habló con funcionarios locales, federales y expertos en estos temas. En conversaciones privadas como candidata, Sheinbaum Pardo parecía minimizar el problema, en particular el de la creciente presencia del narco y sus cárteles.

Miguel Ángel Mancera, hoy senador del PRD y el más gris jefe de gobierno, había optado por negar lo evidente: que el narco había sentado sus reales en la capital federal. Aún queda la duda respecto de si hubo permisividad para esa incursión.

Pero, nos aseguran personas que estuvieron en esos encuentros con Sheinbaum, a ella se le advirtió que el conflicto entre cárteles estaba por desatarse. Le pusieron fecha: a más tardar en agosto de 2019 las cosas podían salirse de control.

La madrugada del 16 de junio de 2018 el motor de un camión de volteo rugía en Insurgentes. A la altura de la colonia Atlampa detuvo su marcha. Varios hombres aventaron al pavimento una carga macabra: pedazos de cuerpos. Tranquilamente montaron una manta con un mensaje dirigido a Jorge Flores Conchas El Tortas. Así comenzó la guerra.

Todo eso le fue explicado a Sheinbaum.

Sin embargo, al arrancar su gobierno, Claudia Sheinbaum lo hizo sin enfrentar con firmeza la violencia. Las muertes de Norberto y Leonardo, jóvenes universitarios en los últimos días, llevaron a que la crisis se agudizara.

Los registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) muestran que entre enero y abril de este año se abrieron 26 carpetas de investigación por el secuestro de 27 personas.

Los casos de Leonardo y Norberto podrían dar un giro. Como sea, la ola de crímenes, asaltos a ciudadanos en la calle o en restaurantes, las reyertas entre cárteles, todo ello orilló a la jefa de gobierno a un primer ajuste en su equipo de seguridad.

Lo que llama la atención son dos hechos políticos.

El primero: cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador coreó “no estás sola” en un evento en la Gustavo A. Madero, para apoyar a Sheinbaum. Incluso acusó que “grandulones” la estaban atacando.

El segundo fue cuando la jefa de gobierno declaró que ella no iba a pactar con criminales.

La duda es por qué el presidente respalda la incompetencia.

Punto y aparte. Omar García Harfuch se incorpora a la Policía de Investigación. El joven nuevo integrante del equipo de Sheinbaum está recién desempacado de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) de la ex PGR y hoy Fiscalía General de la República.

Punto final. Germán Martínez puso el ejemplo. Si no se le puede decir al presidente de México que es un error lo que propone entonces queda la posibilidad de la renuncia, o de que López Obrador le pida retirarse de la 4T. Así le sucedió a Tonatiúh Guillén, quien renegaba de lo que le querían imponer para cumplirle los caprichos a Donald Trump. La ex secretaria de Medio Ambiente, Josefa González Blanco Ortiz Mena andaba en las mismas por un proyecto obradorista. El que sigue…

@jorgeramos7773 @OpinionLSR | @lasillarota