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OPINIÓN

AMLO: la pelea por el Poder Judicial

López Obrador va por la toma del Consejo de la Judicatura, ¿por qué?. | Jorge Ramos Pérez

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El presidente Andrés Manuel López Obrador comenzó a sentir que el poder no es absoluto. Y, además de fatiga, exuda desesperación. Sabe que el Poder Judicial, pese al manotazo contra el indefendible Eduardo Medina Mora y la incorporación de ministros afines a la autodenominada 4T en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se le escurre como agua entre las manos.

Desde antes del arranque del sexenio (Las memorias de Elba Esther Gordillo (lasillarota.com) el presidente sabía que tenía al Poder Ejecutivo, a medias, y al Poder Legislativo, también a medias, pese a un gran número de legisladores que, con triquiñuelas, logró engrosar hasta notarse los esteroides: la sobrerrepresentación.

Poco a poco, López Obrador comenzó una purga en el Poder Ejecutivo. En los primeros 4 meses de su gobierno echó a la calle a 10 mil burócratas (AMLO despidió a 10 mil burócratas en 4 meses (lasillarota.com) sin sonrojarse. El mensaje fue claro: o se alinean o se van. ¿Cuál fue el problema? Que mucha de la burocracia que incorporó era inexperta o francamente rapaz, lo que explica lo fallido de muchas de sus políticas.

Pero el Poder Judicial se antojaba difícil. ¿Cómo apoderarse de él? Desde antes de asumir la Presidencia se sabía entre ministros y en los círculos obradoristas que Medina Mora, Jorge Mario Pardo Rebolledo y Luis María Aguilar no eran bien vistos.

El jueves 13 de diciembre de 2018, en el último informe de labores del entonces presidente de la Corte, ministro Luis María Aguilar, López Obrador acabó con una tradición de años: comer con los ministros ese día en la sede de ese Poder. Pero acudió al mensaje donde escuchó de Aguilar una cita de su principal guía, Benito Juárez: Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho (¿AMLO va sólo por quitar casa de seis millones a juez? (lasillarota.com).

Hasta donde se sabe, en el gobierno tienen un grueso expediente de presunta corrupción que embarra al ministro Aguilar. Por alguna razón sigue en algún cajón.

El 3 de octubre de 2019 el ministro Eduardo Medina Mora renunció a su encargo. Como se ha relatado en esta columna desde 2018 había dos nombres en la mira de López Obrador: Eduardo y Aguilar (Medina Mora, ¿sorpresa? (lasillarota.com).

La salida de Medina Mora sigue siendo un misterio. Pero hasta este espacio llegó información meses antes que anticipaba el desafuero del ministro. Algo pasó que solo en la estratosfera y el propio exministro saben. La ministra en retiro Margarita Luna Ramos incluso dijo a este espacio cuando ocurrió la renuncia que fue una sorpresa porque “no hay información clara”.

Hacia finales de mayo, Medina Mora paseaba tranquilamente por las calles de Polanco de la mano de una mujer. ( Medina Mora y su paseo tranquilo en Polanco (lasillarota.com) Preocupado no se le notaba.

Pero quien sí está preocupado es el presidente López Obrador. Algunas incorporaciones de proclives a la 4T han resultado un fiasco y, aseguran fuentes consultadas, hasta podrían estar en graves problemas de conflictos de interés… y peores.

Por eso la necedad de imponer a Zaldívar otros dos años en la presidencia de la Corte. ¿Por qué? Porque es el único dispuesto a complacerlo. Pero, al parecer, le falta valor para tomar decisiones en algunos de los troncos del Poder Judicial, que hacen aguas por problemas y traspiés a los que lleva a la 4T.

El 12 de diciembre de 2021 concluye su periodo José Fernando Franco González Salas. Su salida es una ventana de oportunidad para el obradorismo, Juan Luis González Alcántara, Yasmín Esquivel Mossa y Ana Margarita Ríos Farjat son los que ha podido proponer López Obrador, con una posición más todavía la tiene difícil el presidente.

Hay varios ministros que ejercen su autonomía, lo que impide al obradorismo tomar por asalto por completo al Poder Judicial.

¿Pero le interesa a López Obrador en sí misma la Suprema Corte de Justicia de la Nación?

En diciembre pasado un reportaje ( Ven expertos a la SCJN como guardaespaldas de AMLO (lasillarota.com) documentó que a dos años de gobierno de López Obrador la SCJN tenía en su lista de espera abordar y pronunciarse respecto a temas relacionados con acciones de inconstitucionalidad o controversias interpuestas por opositores al gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Con todos estos elementos, ¿cuál es el objetivo del presidente López Obrador?

Todo indica que, además de esperar con paciencia el relevo de José Fernando Franco González Salas, quiere tomar el control del Consejo de la Judicatura Federal. Por ello su insistencia en que Zaldívar extienda dos años más su presidencia: para tener el control y ajuste de jueces y magistrados de todo el Poder Judicial, para poner sus piezas ahí, justo donde lo necesita, y que es donde ven escollos para los fines cuatroteistas.

En eso andan.

Punto y aparte. Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal son los precandidatos presidenciales. Que lo sean por el oficialismo está por verse. Pero hay un caballo negro que cabalga en las sombras. No vale distraerse con lo evidente. Aún falta ver mucha agua correr bajo el río. Y mucho golpeteo entre los suspirantes.

Punto final. ¿Qué implica el retiro de los penales a la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México? Mucho. Y lo saben.