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AMLO: la crónica del desastre que viene (2a parte)

La segunda parte de la entrevista a Carlos Elizondo Mayer por su libro “Y mi palabra es la ley: AMLO en Palacio Nacional”. | Lourdes Mendoza*

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Escrito en OPINIÓN el

Como lo prometido es deuda, hoy les traigo la segunda parte de mi entrevista con Carlos Elizondo Mayer por su libro “Y mi palabra es la ley: AMLO en Palacio Nacional”.

El fenómeno de la mañanera y los símbolos de AMLO

LM.- Al presidente lo describes perfectamente como un hombre que le gustan los símbolos. De hecho, acabamos de ver que él anunció que se va Romero Deschamps, un símbolo...

CEM.- Le encantan los símbolos, y lo hace muy bien, incluso recordemos cómo es el símbolo que se llamaba Romero Deschamps. Ya nos había vendido que había dejado de ser el secretario general del sindicato. Luego el Reforma, se les olvidó a ellos, que publicó la nómina de Pemex y seguía cobrando Romero Deschamps, entonces le piden que anticipe su jubilación, se jubila y se va. No cambia nada respecto al hecho real de que él dejó la Secretaría General y de que dejó a un incondicional suyo, pero los símbolos los manejan muy bien.

Otro ejemplo: nos dijo que no viviría en Los Pinos –una casa un poco grande, pero funcional– porque jamás viviría en un palacio, pero se fue a vivir a un Palacio y la gente está contenta porque va y visita Los Pinos y se les olvida que ahora vive en un Palacio mucho más suntuoso.

LM.- Escribes también de las mañaneras. Dices que es el fenómeno más importante que hemos visto de generación de información, de su información.

CEM.- El presidente es un genio que entendió cómo manejar la agenda de lo que se habla todos los días, ante la ausencia de una oposición fuerte. El escándalo de hoy es borrado por el escándalo de mañana; es una pieza de ingeniería muy inteligente (…) es un espacio donde van sus porristas a hacerle la pregunta que él quiere y entonces él puede responder lo que se le da la gana. Además, se ve que le divierte muchísimo, le gasta dos horas del día o más, y en la vida de un presidente es mucho tiempo, y significa que no ve con cuidado la estrategia de vacunación, no ve con cuidado cómo va Dos Bocas, no ve con cuidado cómo va nada, sólo repite y repite su verdad.

LM.- Y hablando de repetir y repetir su verdad, podemos llegar al capítulo 7 que es Frente a la pandemia, ¿no?

CEM.- Este capítulo no estaba planeado, porque le creí a López-Gatell que esto iba a acabar en abril, pero como soy un ingenuo y las cosas fueron distintas, pues me dediqué a contrastar lo que nos dijeron que iba a ser con los resultados que se han obtenido, con lo que ha sucedido en otros países, y como apunto al final de ese capítulo, por lo menos un presidente o un gobierno que manejó tan mal la pandemia, como el caso de Boris Johnson o el caso de Donald Trump, por lo menos deberían de usar todo su poder para manejar bien la vacunación, cosa que hizo Johnson, y Trump dejó mal armada toda la estrategia de vacunación, pero este gobierno no puede hacer ni eso.

Nos dijo que iba a comprar vacunas para todos y no sabemos dónde están.

Es bien curioso qué bien han manejado la expectativa –dijo por ahí una vez en un tuit Alejandro Hope que me encantó–. Si hubieran logrado vacunar al mismo número de gente que va a recibir las vacunas, estaríamos mucho mejor; ésa es una lucha espectacular. Es un fracaso, pero es un fracaso que han sabido posicionar con éxito y ésa es la magia de López Obrador.

LM.- ¿La visión de los vencedores?

CEM.- Es el capítulo 8, donde después de escribir y buscar lo que nos prometieron de cuántos arbolitos se iban a sembrar, no lo cumplieron; lo que nos prometieron y que gastaron el dinero que iban a gastar de Jóvenes Construyendo el Futuro, sí los becaron pero no les consiguieron trabajo. Casi todos los temas, hay algunas excepciones, no cumplen con lo que nos dijeron. Cómo es que quienes lo defienden, con qué argumentos lo defienden; y ese capítulo da pie a esos argumentos, que hay que decirlo, son muy creativos, pero fue un ejercicio muy interesante.

LM.- ¿Qué capítulo te costó más hacer?

CEM.- El que más trabajo me costó fue el de Otro presidente apostador. De hecho estuve a punto, de ese capítulo, de volver un libro sobre el sector energético. Me costó mucho trabajo por tres razones: la primera, como tú sabes, yo fui consejero de Pemex y… un paso muy complicado que tuve por cuatro años y fracción, entonces aproveché para poner ahí cuáles fueron las decisiones importantes que tomé, por qué las tomé, cómo las tomé, cómo estaba Pemex cuando llegué, cómo estaba cuando me fui, cuál es el sentido de la reforma energética, qué se hizo bien, qué se hizo mal. Al presidente López Obrador claramente le gustaría regresar a los años 60-70, donde tienen dos empresas hegemónicas. Obviamente no había hecho la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica; es un paso más del mismo sentido.

LM.- Al final, ¿con qué te quedas? ¿Cuál sería la frase con la que tú describirías tu libro?

CEM.- Pues la verdad es que con el título, con Y mi palabra es la ley: AMLO en Palacio Nacional. ¿Con qué preocupación me quedo? De eso trata el último capítulo, el de las conclusiones, que tenemos un presidente que está desperdiciando una oportunidad para cumplir con sus objetivos explícitos de disminuir la pobreza, de hacer un país con menos corrupción, de un crecimiento del 5%, de fuerzas militares y seguridad, de pacificar el país, todo eso y más no lo está cumpliendo y le va a dejar a quien lo suceda un reto enorme de reconstrucción.

LM.- ¿Y entonces por qué le va bien o pareciera que le va a ir bien en las intermedias? Yo creo que no le va a ir bien, yo creo que del carro completo que se decía se llevaría hace un año, hoy enfrentan un campo minado…

CEM.- Yo creo que la moneda está en el aire. Puede que tú tengas razón. Para el país sería lo mejor que le pusieran contrapesos, pero sin entrar al tema electoral, el elector decidirá; pero si nos vamos al tema de opinión pública de apreciación del presidente, de aprobación presidencial, tiene niveles muy altos de aprobación, similares a los que tenía Calderón. Pero esto, en un contexto de caída brutal de la economía, pérdida del empleo, etcétera, pues sí es muy sorprendente que con tan malos resultados tenga tan buena aprobación.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.

*Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.