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Acciones para una política de seguridad en la CDMX

Nos tienen sumidos en esta inaceptable crisis de inseguridad | Francisco Rivas

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Escrito en OPINIÓN el

La relevancia que significa en un país como el nuestro la elección del Presidente de la República tiende a opacar las elecciones locales de gobernadores y alcaldes, incluso de legisladores tanto de los congresos locales como del Congreso de la Unión.

Sin embargo, se nos olvida cuán significativo es el rol de los gobiernos locales en nuestras vidas, temas como el desarrollo y ordenamiento urbano, el abastecimiento o no de agua potable, la prevención corrección o reacción ante los delitos que más afectan a los ciudadanos, caen en la cancha principalmente de los gobiernos estatal y municipales.

Este próximo 1 de julio, los capitalinos habremos de elegir también a un gobernante para la Ciudad de México y al titular de una de las 16 alcaldías -ex delegaciones- que nos corresponda.

Las estadísticas

La Ciudad de México vive una crisis de inseguridad, tal como lo evidenció el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), en la última entrega que hizo de percepción de seguridad urbana; como sabemos la inseguridad es el reflejo de la percepción que los ciudadanos tenemos acerca del número, calidad, cercanía de delitos que se cometen, así como de la capacidad de respuesta de la autoridad correspondiente.

Dicho de otra manera, si bien la seguridad es percepción, no debe ser considerada menos importante respecto al dato duro de investigaciones iniciadas por la autoridad ante las denuncias de ilícitos cometidos ya que representa la confianza que un ciudadano tiene en la manera en que las autoridades puedan responder ante el lamentable caso de ser víctima de un delito.

Los datos oficiales dan cuenta de resultados mixtos. Por un lado, el homicidio doloso creció un 15.5%; el robo con violencia un 24.6%; el robo a casa habitación un 15.8%; la extorsión un 3.6%; la trata de personas un 77.8% y el narcomenudeo un 113.3 por ciento.

Por otro lado, el homicidio culposo disminuyó un 15.8%; el secuestro un 54.5%; el robo de vehículo un 15.4%; el robo a negocio un 11.3%; el robo a transeúnte un 36.3% y la violación el 9.5 por ciento.

En particular tanto el robo de vehículo como la violación llegan a su mínimo histórico; en materia de violación, la Ciudad de México ocupa el lugar 31 de las 32 entidades.

Sociedad civil, contrapeso de autoridades

Las propuestas

Estos contrastes nos llevan a concluir que, cuando se usa la inteligencia y el aparato estatal a servicio de la población, se puede lograr reducir la incidencia delictiva. Por eso en el Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) proponemos 9 acciones mínimas y una reflexión que los candidatos deben tener en consideración para la construcción de una política de seguridad para la capital.

1. Para reducir la impunidad es imperativo aumentar el número del personal sustantivo de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, así como fortalecer las competencias que cada uno de sus integrantes debería tener para investigar los casos.

2. Se debe diseñar y poner en marcha un auténtico sistema profesional de carrera para todos los servidores públicos de la Ciudad de México, sustentado en indicadores de desempeño e indicadores de resultado, que premie a los más aptos y eficaces, donde se garanticen cargas de trabajo realistas, salarios dignos y un régimen complementario de prestaciones que hagan atractivo el servicio público.

3. Así como es importante reconocer y premiar, también lo es sancionar. Las sanciones deben ser proporcionales, respetuosas de los derechos de los individuos y aplicadas tras una investigación que ponga en evidencia por qué de dicha sanción. Para esto se requiere establecer la plena independencia de recursos y acciones de la Visitaduría General de la Procuraduría y la Unidad de Asuntos Internos de la policía capitalina, que resuelva, inhiba e investigue la mala actuación de las autoridades.

4. Se debe fortalecer la colaboración y compartir la inteligencia en materia de incidencia delictiva si se busca mejorar la percepción de seguridad, reducir la ocurrencia de delitos y actuar de manera eficiente con respecto los recursos.

5. Un factor que produce corrupción es la pérdida de tiempo que implica la relación ciudadano autoridad, un ciudadano está dispuesto a pagar una mordida con tal de evitar pérdidas de tiempo y revictimización. Es por lo que las autoridades deben mejorar el proceso de denuncia para los ciudadanos, el pago de las multas y minimizar las sanciones que implican corralón.

6. Los datos duros alrededor del narcomenudeo indican la urgencia de una política de drogas que sea de corte preferentemente de salud pública y no punitiva. El narcomenudeo se debe atacar, no obstante, es fundamental distinguir entre consumidores y delincuentes dedicados a la venta de sustancias ilícitas.

7. Debido al alto porcentaje de delitos que se cometen con arma de fuego, se puede afirmar que las armas, que ingresan ilegalmente a México, han sido un factor clave para producir violencia en nuestro país y en particular, en la capital. Por eso quien decida gobernar la Ciudad de México debe impulsar una colaboración con la Federación para establecer una política de combate al ingreso y comercio de armas de fuego.

8. Quien nos roba un bien, actualmente tiene la posibilidad de comercializar con facilidad dicho objeto. El/la próxim@ jefe de gobierno de la Ciudad de México deberá trabajar para atacar los mercados ilícitos que fungen como incentivo para que las personas sigan delinquiendo.

9. Sobre todas las cosas resulta imperativa la necesidad de desarrollar un proceso de colaboración entre Federación, gobierno de la ciudad y alcaldías para establecer políticas de prevención, construidas sobre evidencia y las necesidades locales.

10. Sobra decirlo, pero parece necesario tener que recordar que la seguridad no debe ser usada de manera política.

Obligados a presentar propuestas claras en seguridad

Crisis de seguridad

A lo largo de la historia reciente de nuestra democracia, hemos visto cada vez más cómo se privilegian proyectos cortoplacistas y ocurrencias por encima de políticas de Estado.

Los habitantes de la Ciudad de México no podemos tolerar más ocurrencias, es necesario que quien vaya a gobernar la capital lo haga con sentido de responsabilidad y servicio para quienes los elegimos, porque la falta de integridad, improvisación, servicio al partido y no a los ciudadanos, nos tienen sumidos en esta inaceptable crisis de inseguridad.

Las deudas del debate

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