Oaxaca (La Silla Rota).- Edward Luna Trujillo, tenía apenas tres años de edad, su vida apenas comenzaba, era la alegría de su casa y el orgullo de sus padres por ser el primer hijo, pero una presunta práctica médica inadecuada le arrebató la vida.
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El pequeño ingresó al Hospital del Valle, ubicado en la calle de Eucaliptos 401 en la colonia Reforma, por una fractura en el brazo izquierdo ocurrida la noche del domingo 26 de noviembre mientras jugaba en la plaza Huitzolandia localizada en el municipio de San Pablo Huizto, esa noche fue la última vez que sus papás, Hussey Luna y Daniela Trujillo, volverían a escuchar su llanto.
Después del accidente, la familia del menor, trasladó a Edward al Hospital del Valle, tras la valoración les informaron que el menor tendría que ser intervenido; se trataba de una cirugía común entre menores de edad por lesiones de este tipo, pero sin ningún tipo de riesgo.
El menor quedó internado, aún rió con sus padres y pregunto por dulces; pese a lesión su estado de ánimo era bueno, pero horas más tarde Edward nunca más volvería abrir los ojos, pues durante la cirugía se le aplicó una presunta dosis excesiva de anestesia.
En el nosocomio, el doctor Luis Pérez y la anestesióloga Gabriela Cruz, fueron los responsables de la cirugía y atención de Edward, y al paso del tiempo como a las 4 de la mañana nos dijeron que el niño estaba muy mal”, señalaron entre lágrimas los papás del pequeño.
Al ver que el menor no reaccionaba, el doctor y la anestesióloga señalaron que lo tenían que trasladar a un hospital que contara con mayor equipo médico, debido a que su hijo no despertaba porque “se pasaron de anestesia”.
En ese momento Hussey y Daniela se movilizaron, buscaron trasladarlo al Hospital de la Niñez, pero no se pudo porque no había cupo; Edward fue trasladado por fin a la clínica San Lucas, donde dejó de existir, nunca despertó de la anestesia.
La impotencia, dolor y coraje embarga la familia entera del menor, pues nunca imaginaron que Edward saldría del hospital pero para llevarlo al cementerio.
El padre del menor acudió a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia ubicadas en la calle de Arista en la capital oaxaqueña e interpuso una denuncia formal para exigir justicia en el caso de su pequeño.
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