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Violencia y muerte en Sonora apunta a Caro Quintero, "El Mayo'' y ''Chapitos''

Rafael Caro Quintero regresó a dirigir su propia facción, creando un choque con el bloque más poderoso del cártel de Sinaloa; la Sonora de Alfonso Durazo

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Pese a la ola de violencia en el norte de Sonora y que apunta a enfrentamientos entre bandas del narcotraficante Rafael Caro Quintero y exaliados, Ismael “El Mayo” Zambada y los hijos de Joaquín Guzmán Loera, “Los Chapitos” por el control de territorios, principalmente en Caborca, el gobernador Alfonso Durazo aseguró no tener información sobre la presencia del capo en la región.

Según investigaciones del semanario de Sinaloa, Río Doce, luego de su salida de la cárcel, el legendario capo mantuvo vivos sus intereses en la frontera norte de México y conservó el control en un territorio: Sonora.

Caro Quintero habría viajado a Caborca a mediados de mayo de 2020, según detalla Río Doce. Posteriormente, el fundador del extinto Cártel de Guadalajara, se habría dirigido a San Luis Río Colorado, en el mismo estado Sonora, y finalmente a Tijuana, Baja California, para reunirse con capos del narco que operan en la zona.

Su objetivo, de acuerdo con el semanario, era establecer rutas de narcotráfico, adquisición y forma de traslado de armamento de la frontera con Estados Unidos a Sinaloa.

El viaje de Caro Quintero también obedecía a un importante interés: destrabar conflictos que existían entre su gente, refiriéndose a Rodrigo Páez Quintero el “R”, su primo, y José Crispín Salazar Zamorano, uno de los líderes de "Los Salazar" y presunto operador de "Los Chapitos".

Contrario a lo que relata la prensa mexicana e investigaciones de carácter federal, Río Doce afirmó que Caro Quintero no se encontraba en disputa ni con los hijos de Joaquín el “Chapo” Guzmán, ni con su socio Ismael Zambada García, el “Mayo”; por el contrario, el capo regresó para encargarse de su propia facción.

EL VIOLENTO REGRESO

El 18 de mayo del 2020, Rafael Caro Quintero regresó a la escena del crimen dejando dos cuerpos descuartizados y un mensaje en una manta sobre la carretera a Caborca, Sonora.

Desde entonces, otra versión apunta a que se vive una disputa por el territorio entre los grupos delictivos bajo el mando de Ismael "El Mayo" Zambada y contra los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.

"A la gente de la costa se le informa que somos gente de Caro Quintero, esta plaza nos pertenecía y ahora todos aquellos productores, comerciantes y mineros de la región tendrán que pagar plaza", decía la manta con la que fueron encontrados los cuerpos el año pasado, de acuerdo con Información de Milenio.

El Sol de Hermosillo, por su parte, reportó en esa fecha que fueron encontradas dos hieleras con restos humanos de tres personas fueron localizadas en el puente El Mechudo, a la altura del kilómetro 75 sobre la calle que comunica al Golfo de Santa Clara del tramo carretero La Y Griega-Puerto Peñasco, en el ejido 15 de Septiembre.

Alrededor de las 7:30 horas elementos de la Policía Municipal, acudieron al lugar tras el reporte de vehículos con neumáticos pinchados por objetos metálicos en forma de estrella que se encontraban en el asfalto, así como de los recipientes de plástico.

Por parte de Quintero, además del llamado Cártel de Caborca, los grupos que operan en la zona son La Línea (excártel de Juárez y señalado por el asesinato de 9 miembros de la familia LeBarón en 2019) y agrupaciones de sicarios que también responden ante el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), este último grupo encabezado por Nemesio Oseguera Cervantes.

TERROR Y MUERTE

En 2019, los homicidios dolosos en Caborca sumaron 32, para el año siguiente, luego del regreso de Caro Quintero, aumentaron a 127, muestran datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. En lo que va de 2021 se han registrado 92 asesinatos.

Caborca se encuentra en color rojo en el Semáforo Delictivo de Sonora y forma parte del top cinco de los municipios con mayor cantidad de homicidios dolosos. 

El pasado 9 de septiembre, la "guerra" por el control en el Desierto de Altar, entre Caborca y Pitiquito, en Sonora, dejó otros cinco muertos, tres de ellos fueron dejados en las vías del tren para que fueran mutilados y decapitados; meses atrás se registraron balaceras en la zona durante seis días seguidos, publicó La Silla Rota.

Semanas atrás, el FBI (Buró Federal de Investigaciones) de Estados Unidos alertó sobre la amenaza que Quintero aún representa sobre el narcotráfico, reportó el diario español El País.

Quintero fue detenido en septiembre de 1985 por el secuestro y asesinato de Enrique "Kiki" Camarena, agente de la DEA infiltrado en el extinto Cártel de Guadalajara y después de pasar 28 años en prisión, fue liberado en 2013 por un error en una sentencia, por lo que el capo regresó a la clandestinidad, sin retirarse del trasiego de drogas.

En abril de este año, un tribunal federal de Brooklyn, Estados Unidos, ordenó confiscar cinco propiedades en México a Rafael Caro Quintero, mismas que se encuentran a nombres de sus hijos: Héctor Rafael, Roxana Elizabeth, Henoch Emilio y Mario Yibran Caro Helenes.

Hace 35 años, Rafael Caro Quintero fue aprehendido por la tortura y asesinato junto con Miguel Ángel Félix Gallardo, “El Jefe de Jefes”, del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena; pero luego de 28 años en prisión, “Rafail”, como es conocido en Badiraguato, Sinaloa, regresó a dirigir su propia facción, creando un choque con el bloque más poderoso del Cártel de Sinaloa.

Después de 28 años en una prisión mexicana, el 8 de agosto de 2013 fue liberado debido a un amparo firmado por un Tribunal Colegiado en Materia Penal del Tercer Circuito del Estado de Jalisco.

Ese día, Caro abordó una camioneta oscura y desapareció. Aunque pronto ofreció una entrevista y mandó a decir que “quería vivir en paz”, el “Narco de narcos” habría enviado fuertes señales de su regreso al hampa de México.




kach