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VIDEO: "Floyd", el rapero migrante que busca suerte en Televisa y no en EU

“Floyd” es un robusto rapero salvadoreño equipado con cadenas y gorra, equipado con su celular y sus audífonos y sus propias canciones

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TAPACHULA, Chiapas (La Silla Rota).- A unos treinta minutos en taxi, a unos 45 en el colectivo, a unas tres horas caminando los 20 kilómetros de piedra y asfalto carretero están Tapachula y su Parque Central Miguel Hidalgo, a donde llegan invariablemente los que migran huyendo de la pobreza, el crimen y los abusos de sus gobiernos.

Ahí llegaron desde el miércoles 16 de enero más de mil 600 migrantes. Había de todo ahí; migrantes primerizos, migrantes con algunos cruces, migrantes calados en el cruce de fronteras, migrantes históricos, de los que han ido y venido una, cinco, veinte veces por medio continente hasta llegar a Nueva York para hacer realidad un sueño que se les niega siempre, que los seduce en la distancia, que nos los deja estar ni allá ni acá.

Al nicaragüense Carlos Martínez, viejo curtido en travesías desde la convulsa tierra de Sandino hasta Texas, Boston y Nueva York, lo llaman una y otra vez la aventura, las ganas de no quedarse quieto, de estar en todos lados y de ninguno.

Yo voy y vengo, y trabajo en todos lados y no me puedo estar en una sola parte nada más. Ahora voy de nuevo. He ido para allá muchas veces. Llevo más de 25 años subiendo y bajando por todos lados. Ya me las sé todas pues y ahora voy para pasar al norte por Tijuana o por Coahuila. Ya veré por dónde, pero regresar a mi país, ni loco”.


Carlos Martínez y el rapero "Floyd" (Foto: Jorge Alejandro Medellín)


“Floyd” es un robusto rapero salvadoreño equipado con cadenas y gorra, equipado con su celular y sus audífonos y sus propias canciones. No va a Tijuana ni a Matamoros o Coahuila o a Nogales. Va a la Ciudad de México. Va a probar suerte en Televisa. Va a que lo vean y lo escuchen, porque es muy bueno en lo que hace.


Canta sin música, sentado en una de las jardineras del parque:


Alto stop, paremos la violencia/

brother estoy harto de tanta delincuencia/

arriba las manos/

esto no es asalto/

esto es pa los pobres y pa los de alto/

déjame explicarlo/

lo que pasa es que en la tierra/

hay mucha delincuencia/

muchas violaciones/

muchos criminales/

solo son negocios/

negocios ilegales/

pero déjame decirte cual es la solución/

ser un pueblo unido/

como una nación…

“Floyd” tiene familia en los Estados Unidos, pero no va para allá. Está decidido a buscar fortuna en Avenida Chapultepec 18. Para eso cruzó el Suchiate y llegó a Tapachula. Para eso se fue con los más de mil 500 migrantes a eso de las cinco de la mañana del sábado 20, camino a Huixtla, camino a Arriaga y luego a Oaxaca centro. Camino al norte, pero cada quien por su lado.

Partieron juntos, pero luego se fueron separando y agarraron caminos diferentes. Ya se habían confrontado en el parque. Unos querían salir hacia el norte en la madrugada del domingo. Otros querían irse la misma noche del viernes 19 como respuesta a la invitación de la gente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), que llegó con dos autobuses para que quienes quisieran ir a la estación migratoria de Ciudad Hidalgo se subieran.

Ochenta migrantes aceptaron. Los que quedaban en el parque, los más de mil, convocaron mini reuniones urgentes y entre reclamos y gritería decidieron partir a las cuatro y media de la mañana siguiente.

Cuando su grupo llegue al siguiente estado, la gente del INM ya habrá entregado las primeras 26 visas humanitarias comprometidas con los más de 4 mil migrantes que hicieron su trámite en el puente internacional de Ciudad Hidalgo.

Antes, para llevar un control más efectivo de quienes y cuantos entran al país, se les puso un brazalete blanco con código de barras. Con eso bastó para que hicieran el papeleo.

Los primeros 26 ya tienen derecho a circular por todo el territorio nacional sin ser molestados ni deportados, ya pueden buscar trabajo y cursar estudios, ya pueden recibir atención médica, obtener su registro único de población (CURP) y entrar y salir del país varias veces mientras la visa humanitaria esté vigente.

También están obligados a cumplir y respetar las leyes mexicanas y a acudir a los llamados que les hagan las autoridades migratorias mexicanas.

En Tecún Uman se sigue juntando la gente que viene de Honduras, de El Salvador, de Nicaragua, Haití y hasta de Brasil. Entre el sábado y el domingo llegaron unos 200.

Vendrán más, siempre llegarán otros, tal vez tantos o más que los de la primera caravana. Irma y su gente se quedan de ese lado de la frontera. Tienen la misión de interceptar a los migrantes para evitar que los engañen y los convenzan de cruzar a la mala, sin papeles, como sea.


@JorgeMedellin95

lrc