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Paciente con cáncer gana amparo, pero hospital se retracta

Nelly Zamorano interpuso un amparo ante el poder judicial para que el Hospital Juárez de México absorbiera el costo material y humano de su cirugía

Escrito en NACIÓN el

Nelly Zamorano -paciente con cáncer de mama- obtuvo a su favor el amparo que interpuso ante el poder judicial para que el Hospital Juárez de México absorbiera el costo material y humano de la cirugía que, según indicación de su médico ortopedista Francisco Javier González Hernández, requería para reparar un daño en su columna. La operación, le informaron, era importante para su movilidad y para continuar con las resonancias magnéticas que requería para su tratamiento de cáncer.

 

El martes por la mañana recibió la buena noticia con su hijo Eduardo Derbez. “Resulta evidente que el hospital tiene la obligación legal de realizar las acciones necesarias a efecto de garantizar plenamente el derecho a la salud de la quejosa”, leyeron ambos en el amparo, “en específico, realizar la cirugía que requiere debiendo proporcionar los insumos médicos necesarios para realizar la misma, y para ello, si no cuenta con los insumos necesarios, debe referir a la paciente a la institución u organismo que se lo pueda practicar”.

 

Por eso ahora ni ella ni Eduardo entienden por qué el Hospital Juárez, tras recibir la notificación judicial, cambió de opinión en su diagnóstico realizado el 28 de agosto; y recomendó no realizar esa operación ni comprar los clavos de titanio valuados en un promedio de 160 mil pesos.

 

La Silla Rota publicó esta historia el lunes, pues Nelly además de ser adulta mayor, es una de las pacientes cuyo tratamiento de cáncer quedó inconcluso en febrero tras la transición del seguro popular al Insabi

Eduardo relata así lo sucedido. “El amparo lo tramitamos el lunes, el martes por la mañana nos notifican que lo ganamos y entiendo que al mediodía el jurídico del hospital es notificado e interviene para investigar. A las 13 horas hablo con el doctor Miranda, quien es jefe del ortopedista de mi mamá, Francisco Javier González Hernández, y me informa que faltaba por hacerle varios estudios. Por la noche el doctor González me confirma que la cirugía ya no era recomendable y me cambia el panorama”.

Que Nelly ya no era candidata a esa cirugía porque habían encontrado una cardiopatía y que sería complicado aplicarle anestesia general. Pero que estaría bien con un tratamiento conservador y que podía seguir caminando. Parece ser que la diferencia entre un diagnóstico y otro fue el amparo porque comenzaron a hacer los estudios que no le habían hecho en las últimas semanas, una densitometría ósea y un gramagama óseo qué practicarán mañana
 

“Desde la primera plática que tuvimos el doctor González decía que si mi mamá no se hacía esa cirugía iba a quedar inválida. En las tres semanas que lleva hospitalizada ni siquiera la dejaron bajar de la cama, se les informó a las enfermeras que ella no podía bajar de la cama sino llevarle el cómodo; González les dijo que podía quedar inválida si lo hacía”.

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Eduardo relata que ayer, cuando confronto a González sobre el cambio de parecer tras el amparo y su orden de comprar los tornillos de titanio para la cirugía, él lo negó.

-Yo no presione nada, no puedo saber si voy a operar a la paciente sin tener los estudios antes, argumentó.

-Claro que sí usted me dijo, no una ni dos veces sino por lo menos unas cinco; que necesitaba que comprara los clavos de titanio y que en cuanto los tuviera, programaba la cirugía. De hecho, cuando nos veíamos era lo primero que usted me preguntaba ¿Cómo vamos con el material? Yo no digo mentiras, reclamó Eduardo.

-Yo tampoco, reclamó el ortopedista.

Nelly sabe ya lo sucedido, tomó bien la noticia pues tiene miedo de operarse. Mañana tenemos una reunión con el doctor Miranda para determinar qué procede. Francamente me parece rara esta situación, primero nos insisten en la compra de un material caro para la cirugía y ahora cambian de opinión por el amparo. No puedo evitar pensar que el doctor González pareciera tener un interés económico en la compra de los clavos de titanio con los proveedores que recomendó

(MJP)