Obispos mexicanos exigieron a autoridades de justicia que se elimine la prescripción del delito de abuso sexual, con el fin de que un niño que fue violado pueda proceder en contra de su agresor en su adultez, esto luego de que la Congregación Legionarios de Cristo retiró el estado clerical al sacerdote Fernando Martínez, mismo que no ha podido ser sancionado por la prescripción del delito, así lo publicó Reforma.
Durante su mensaje de inicio de año, Monseñor Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), resaltó la atención a víctimas menores de edad violentadas por parte de clérigos.
Las heridas nunca prescriben
Recordó que el Papa ha agregado una cláusula para que este delito nunca prescriba al interior de la Iglesia Católica y pidió a más autoridades hacer lo mismo.
"Queremos pedir en nombre de los Obispos de México que no haya prescripción del delito", exhortó.
Resaltó que en la niñez existe miedo de denunciar, o en ocasiones los padres deciden no hacerlo, pero al eliminar un tiempo límite, instó, al alcanzar la adultez, pueden cambiar de parecer.
Y aunque la CEM no ha hecho una solicitud formal para eliminar ni a nivel estatal ni federal la prescripción, buscarán los medios legales para ello.
Denuncias por abuso sexual
Alfonso Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y secretario general del Episcopado, informó que hasta el momento tienen registradas 271 denuncias por abuso sexual, más otros 155 procesos por otras faltas de sacerdotes.
Detalló que en los últimos 10 años, 426 curas han sido investigados y 217 han dimitido del orden clerical.
Los obispos nos pronunciamos a favor del levantamiento de la prescripción del delito de abuso sexual o su ampliación, siendo ya un tema que está en varias iniciativas de ley a nivel federal y local
Padre Fernando Martínez
En un comunicado, la Congregación Legionarios de Cristo pidiendo perdón a 6 víctimas del padre Fernando Martínez de entre 6 y 11 años, cuya primera acusación data de 1969, sin embargo, este sacerdote pederasta continuó trabajando en escuelas y seminarios de los legionarios teniendo contacto directo con alumnos y seminaristas con el consecuente riesgo que implicaba para los menores de edad.
(María José Pardo)