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“No hay una respuesta efectiva de Estado”: especialista

Las cifras de feminicidios en México no han cesado y continúan en aumento debido a la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades

Escrito en NACIÓN el

Las cifras de feminicidios en México no han cesado y continúan en aumento debido a la falta de respuestas efectivas por parte de las autoridades, sentenció Ana Yeli Pérez Garrido, asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).

Explicó que esta problemática es multifactorial por lo que es necesario dirigir las acciones a diferentes aristas como el tema de la educación, la prevención, la salud, la seguridad pública, el factor económico con la falta de oportunidades laborales y la procuración de justicia.

“Las autoridades implementan campañas de prevención que se quedan cortas. Este problema es multifactorial, tiene que ver con educación, prevención, salud, procuración de justicia, seguridad pública, economía”, dijo.

Ana Yeli agregó que otro factor importante que provoca que los feminicidios no disminuyan es la falta de justicia y la impunidad. Los autores de los crímenes contra las mujeres no son identificados, no son arrestados ni condenados por sus acciones.

Para ello, la asesora jurídica del OCNF mencionó la importancia de destinar recursos para las instancias de procuración de justicia, con el fin de que se tengan las condiciones óptimas de trabajo, se capacite al personal y se tengan todas las herramientas para recabar las evidencias en una escena del crimen.

“El que los delitos no se sancionen, que no se dé la justicia a las familias, se da un mensaje de tolerancia, de impunidad o de minimizar el hecho. Hay Inconsistencias en las investigaciones, en los criminalistas, pierden material probatorio, escriben mal los informes y se cae el caso, la familia no accede a la justicia por la ineficiencia de los elementos. Se destinan pocos recursos. No es justificable, pero en las procuradurías tienen bastantes deficiencias por falta de recursos, están en condiciones precarias, indignas y no tienen recursos, aun cuando realizan una acción prioritaria para traer la justicia.”, dijo.

Respecto a la alerta de género, la especialista señaló que es una herramienta jurídica que sirvió para llamar la atención de las autoridades y así se garantice que realizarán las acciones mínimas para garantizar los derechos de las mujeres.

Explicó que no se puede declarar efectiva o no, sino que su trabajo es focalizar un lugar con el fin de que se establezcan ciertos mecanismos para apoyar a las mujeres, lo cual depende de cada gobernante del estado donde se activó.

Por otra parte, Ana Yeli Pérez lamentó que las autoridades aún no reconozcan que están rebazadas por el incremento de las cifras de feminicidio y que intenten maquillar los números, ya que sin primero aceptar el problema, será imposible atacarlo.

De igual manera, remarcó que la sociedad también tiene parte en esta problemática debido a que continúan criminalizando a la víctima por cómo iba vestida, dónde se encontraba, a qué se dedicaba y no señalan el delito en sí, ni culpan al victimario.

“Es común escuchar que la gente cree que la mujer se lo merecía, por salir de noche, vestir de tal manera. Justifican la violencia y en lugar de reprochar el crimen culpabilizan a las mujeres. En el imaginario social está presente y el estado no hace nada por cambiar esa forma de pensar, sino que lo fomenta, como en el caso de Lesvy, que desde una cuenta institucional se dijo que estaba alcoholizada y drogada, a la gente de nada le sirve saber eso”, afirmó.

En cuanto a los victimarios, la asesora jurídica del OCNF dijo que no se sabe a ciencia cierta si las mujeres son asesinadas y ultrajadas por sus parejas, en su mayoría o por personas desconocidas, ya que en el 70% de los casos las indagatorias de las fiscalías no llegan a dar con el culpable.

Sin embargo, del otro 30% que sí se logra identificar al autor del feminicidio las cifras varían: en ciertos estados, la tendencia es que la pareja cometió el crimen y en otros tanto fueron personas totalmente desconocidas por la víctima.