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Ministro Cossío alerta sobre liberación de presos políticos

De acuerdo con el ministro en retiro la calidad de preso político es un estatus jurídico. No es un hecho natural, ni una etiqueta para colocársela a quien cada cual desee

Escrito en NACIÓN el

Luego de que la Secretaría de Gobernación, confirmará la liberación de 16 presos políticos en el mes de diciembre, el ahora ministro en retiro José Ramón Cossío, escribió que el tema le aparece difuso.

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Aún se revisa los casos de entre 199 y 368 personas que buscan su liberación, la encargada de este tema es la senadora por Morena, Nestora Salgado quien elaboró una lista por encargo del entones presidente electo, que lo nombres resultantes se revisan por una comisión de la Segob, que en los casos procedentes se solicitó a la Procuraduría General de la República el desistimiento del ejercicio de la acción penal y que los jueces de las causas penales han acordado favorablemente las peticiones realizadas.

De acuerdo con Cossío Díaz, la calidad de preso político es un estatus jurídico. No es un hecho natural, ni una etiqueta para colocársela a quien cada cual desee.

Según el derecho internacional, ser preso político implica estar privado de la libertad por determinación estatal con motivo del ejercicio de la libertad de creencias (políticas o religiosas), por el ejercicio de ciertos derechos, por la defensa de los derechos fundamentales o por razones étnicas, de género o lengua, principalmente.

¿Cómo saber entonces si lo liberados son en verdad presos políticos o si son personas acusadas de la comisión de delitos ordinarios a las cuales se les quiere liberar de manera anticipada por razones políticas?

Para el exministro, antes de aplicar esta medida hay que distinguir entre ser un preso político y un delincuente con preferencias políticas. Para los primeros casos, tenemos los ejemplos de Gandhi, Mandela o los hermanos Flores Magón. Para los segundos, bastaría pensar en cualquiera que robe, mate o viole como acción delictiva pura y luego pretenda que por su cercanía con algún partido triunfante, sus faltas deban ser perdonadas.

''A lo que podríamos estar asistiendo con el uso de la expresión preso político, es a una forma de victimización de las personas que más allá de sus conductas concretas, se adhirieron a un movimiento político. Si ésta llegara a ser la intención, habría que pensar en las consecuencias. Primera, que podría no reconstituirse el tejido social por el abandono a las víctimas; segunda, que podría ampliarse la impunidad por la relación entre delincuentes y movimientos políticos; tercera, porque se estaría dejando a la autoridad administrativa la definición de la calidad de preso político''.


kach