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Fernando Martínez, el otro sacerdote pederasta de los Legionarios de Cristo

Como director de un colegio religioso, el cura abusó sexualmente de varias niñas, mismas que eran “escogidas” por una de las maestras del instituto

Escrito en NACIÓN el

El nombre de los Legionarios de Cristo vuelve a salir a la luz pública de la mano –de nuevo– de la pederastia sacerdotal.

El protagonista de este nuevo caso de abuso sexual es el padre Fernando Martínez, aprendiz de Marcial Maciel, fundador de dicha congregación católica.

La denunciante, primera en hacerlo de manera pública contra un legionario de cristo en México, es Ana Lucía Salazar, cantante y presentadora.

Ana Lucía, a través de su cuenta de Twitter, compartió su historia: Fernando Martínez había abusado sexualmente de ella cuando tenía ocho años. 

Fue en 1991, cuando Salazar ingresó a Instituto Cumbres en Cancún, Quintana Roo, una escuela católica privada donde Martínez era director.

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En la escuela, relató Salazar en entrevista posterior con Azucena Uresti, te siembran una veneración por los sacerdotes como si fueran deidades.

Al ser ella una niña a la que se le dificulta la socialización, Fernando Martínez aprovechó y se acercó a Ana Lucía.

“No es cualquier cosa que el director del colegio te vea con buenos ojos. Te hacen sentir especial, te embaucan, y tú eres una niña tan inocente que no estás dimensionando el daño”.

El sacerdote había llegado a tierras quintanarroenses proveniente de Monterrey, sin embargo también estuvo en el Instituto Cumbres de la Ciudad de México, donde había abusado sexualmente de menores durante la década de 1980, por ello tuvo que moverse.

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En Cancún, Fernando Martínez abusó sexualmente no solo de Ana Lucía, sino de varias niñas más. De acuerdo con la cantante y conductora, al menos hubo siete víctimas en su escuela.

Ana Lucía mencionó a una maestra que fungía como cómplice de Martínez, Aurora Morales González.

Esta docente seleccionaba a las niñas para llevárselas al padre a su oficina, según relató Salazar.

De acuerdo con la propia Salazar, todas las víctimas del Instituto Cumbres de Cancún denunciaron al cura con sus padres, sin embargo, sólo a ella le creyeron.

“Los padres de familias de las demás niñas decidieron no creerles a sus hijas, pero yo conté con mis padres”, detalla Ana Lucía en su post de Twitter.

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Los padres de Salazar levantaron una denuncia contra Fernando Martínez en 1992, pero no procedió, autoridades eclesiásticas particularmente de los Legionarios de Cristo evitan que esto suceda, según relató la víctima.

“Ellos tienen una maquinaria para protegerse, por ejemplo, tú le dices a un superior creyendo que te va a atender y no te atiende. Mandan a traer a alguien y viene a hablar con los padres de familia, hablan con mi padre en una junta particular y le dice: ‘Bueno, es que deben de entender que el cura es hombre’, y mi papá le dice: ‘Pero para eso están las mujeres adultas, no las niñas’.”

Fernando Martínez dejó Cancún, fue trasladado a Salamanca, España, donde se le perdió la pista, según relató Salazar.

Las acusaciones contra Fernando Martínez no son nuevas, en 2014, la periodista Blanche Petrich publicó una entrevista en La Jornada con el sacerdote Pablo Pérez Guajardo, quien señala a Martínez como uno de los curas pederastas del Colegio Cumbres de Cancún.  

De Quintana Roo, detalló Pérez Guajardo, fue trasladado al noviciado de los legionarios en Salamanca, España, hecho que coincide con lo precisado por Ana Lucía.

Pero, Humberto Musacchio, en un artículo de la revista Siempre, también de 2014, fue más allá. Aseguró que Fernando Martínez fue encarcelado tras las acusaciones, pero los hábiles abogados de los Legionarios de Cristo y las influencias de sus jerarcas lo sacaron de la cárcel.

Salazar coincide, Martínez fue solapado por las autoridades eclesiásticas, quienes únicamente trasladaban a Fernando de colegio a colegio cada que salía una denuncia a la luz.

El destino de Fernando Martínez, al igual que lo mencionan Salazar y Petrich, fue Salamanca, España.

En tanto, la infancia de Salazar fue arrebatada. En el colegio se enteraron que fue abusada, le hacían bullying, ahora reflexiona en que es un milagro que no se suicidó.  

“Se propagó por el colegio que fui abusada o que algo había pasado, al menos entre los niños, entonces empecé a sufrir bullying en el que me decían en el salón: ‘No la toquen, ¡qué asco! No sé cómo no me aventé de una ventana, ¿qué niña de 8 años aguanta eso?”.

El padre Fernando Martínez tiene un caso particular, pasó de victima a victimario.

De acuerdo con Juan José Vaca, una de las víctimas más conocidas de Marcial Maciel, el cura Martínez fue abusado sexualmente por el fundador de los Legionarios de Cristo.

Tras los señalamientos de Ana Lucía Salazar, los Legionarios de Cristo informaron en un comunicado que realizarán una investigación exhaustiva al respecto.

“Sabemos que cualquier abuso causa un dolor profundo y daña a quien lo ha sufrido, a su familia, a la Iglesia y a la sociedad: queremos conocer los hechos, escuchar su historia y recorrer juntos un camino de sanación y reconciliación”

Los legionarios dieron incluso datos sobre el paradero del padre Fernando Martínez: “tiene 79 años, vive retirado en una casa religiosa en Roma (Italia) y no ejerce ningún ministerio pastoral”.

Sobre Aurora Morales González, la maestra cómplice, se sabe que fue trasladada de Cancún a Monterey, donde fue dada de baja tras 26 años, luego que se diera a conocer el caso de Martínez, aunque su motivo fue por “razones personales”.

Ana Lucía Salazar llamó a las demás víctimas a contactarse con ella para que se realice una demanda conjunta contra el sacerdote pederasta.

rgg