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El cruel feminicidio que autoridades calificaron de suicidio

El asesino fue protegido por autoridades del Estado de México, pues ejercía como policía judicial de dicha entidad

Escrito en NACIÓN el

La tarde del 29 de junio del 2010, Irinea Buendía se encontraba en su casa cuando sonó su teléfono; era su yerno, el policía judicial mexiquense Julio César Hernández Ballinas. El motivo de la llamada era informarle a Buendía que su hija, Mariana Lima Buendía, había fallecido.

Tras colgar el teléfono, la señora Buendía llegó a la casa de la pareja, en Chimalhuacán, Estado de México, donde ocurrieron los hechos, ahí cuestionó a Hernández Ballinas sobre lo sucedido. Éste le aseguró que la muerte de Lima Buendía fue un suicidio, sin embargo, al ver el cadáver de su hija, la notó golpeada y recién bañada.

El policía mexiquense declaró que encontró a su esposa colgada, por lo que en esa posición intentó reanimarla, luego la acomodó en la cama, posteriormente “la besó” y finalmente le “dio masaje en los pies” para resucitarla sin éxito.

Pese a lo declarado por su yerno, Irinea siempre culpó a Hernández Ballinas por la muerte de Mariana, pues su hija desde el comienzo de la relación fue víctima de violencia tanto física como sexual por parte de su marido.

En alguna ocasión Mariana acudió con su madre tras una amenaza recibida por el judicial: “Vas a terminar en uno de esos tinacos donde eché a otras dos que no aprendieron a tratarme como debían”.

Incluso Julio César llegó a intimidar a su suegra: “A mí me llamó un día y me dijo: señora, voy a matar a Mariana”, cuenta Irinea Buendía.

Además, la muerte de Lima Buendía ocurrió un día después de que decidiera denunciar a su marido por la violencia que sufría en su hogar. Asimismo, familiares y amigos han reiterado en declaraciones ministeriales las intenciones de la joven de abandonar, ese 28 de junio, la casa donde vivía con su entonces esposo.

Tras las acusaciones de la madre de Mariana, Hernández fue investigado por sus compañeros de trabajo, pero sin dar fruto alguno. Además, nunca fue suspendido, al contrario, fue ascendido como comandante de la Policía Judicial.

Mientras, el caso fue dictaminado como suicidio y nunca como feminicidio. Por eso, la señora Buendía nunca aceptó la versión oficial y ha gastado más de siete años de su vida tratando de convencer a veinte ministerios públicos, tres fiscales y tres procuradores estatales de que la muerte de su hija no fue un suicidio.

Para Irinea Buendía lo más complicado durante los últimos siete años ha sido enfrentar a las autoridades que se han comportado de manera indiferente ante el caso.

“No son ni siquiera para darme copias. En una ocasión me tuvieron allí escribiendo desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la noche por copias (del expediente) que yo necesitaba”, señala la madre de Mariana.

Sin embargo, su lucha dio el primer fruto cuando la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) concedió un amparo a Irinea Buendía para que la muerte de su hija sea investigada por la Procuraduría del Estado de México, no como un suicidio, sino como feminicidio.

La determinación de la SCJN fue lograda luego de que el entonces procurador General de Justicia del Estado de México, Miguel Ángel Contreras Nieto, admitiera las fallas de la procuraduría en la investigación de Mariana Lima Buendía.

Este caso se convirtió en el primer feminicidio en llegar a la SCJN.

“La sentencia lograda por Irinea Buendía y su familia, así como por su representantes legales, marca un precedente histórico para el caso de Mariana Lima y para las mujeres víctimas de la violencia feminicida en México, por lo que representa también el incremento del riesgo para quienes buscan que este y ningún feminicidio no quede impune”, dijo al respecto el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF).

Como consecuencia de ese dictamen, Julio César Hernández Ballinas fue detenido y trasladado al Centro Penitenciario Neza-Bordo en el Estado de México.

Actualmente el juicio contra Julio César Hernández Ballinas se encuentra en desahogo de pruebas y en espera del desarrollo de audiencia y de la sentencia condenatoria.

Las amenazas

Irinea Buendía se ha convertido en un emblema nacional e internacional de la lucha contra la violencia hacía las mujeres, en específico el feminicidio.

Y en su labor de señalar las irregularidades e inacción de las autoridades, Irinea y su familia han sido víctimas de diversos hostigamientos, así como amenazas.

Estos actos intimidatorios ha provocado que la familia Buendía a dejar su hogar por cuestiones de seguridad.

La última amenaza que recibieron fue el pasado 12 de agosto, Aurelio Michel Buendía, hijo de Irinea Buendía, fue interceptado por personas desconocidas cuando regresaba a su casa.

Lo golpearon hasta que perdió el conocimiento y, mientras lo agredían, le advirtieron: “Deja tu pinche juicio pendejo contra Ballinas”, haciendo referencia a Julio César Hernández Ballinas, el asesino de Mariana.

De acuerdo con el OCNF, en ocasiones anteriores, Aurelio Michel Buendía ha sido acusado y detenido arbitrariamente por la supuesta portación de armas y por circular en vehículos reportados como robados.

 

Dichas detenciones fueron realizadas sin ninguna orden de aprehensión, lo que evidencia, según la OCNF, la criminalización y persecución de las que son objetos las familias que buscan acceder a la justicia.

Sobre esta nueva amenaza dicha ONG manifestó “su preocupación por la vida e integridad física de Irinea Buendía Cortés y su familia. Irinea -además de la justicia para su hija- junto con otras madres y activistas defiende el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia y lucha contra la obstrucción de la justicia en los casos de feminicidio en México”.

El OCNF, conformado por 40 organizaciones de 22 estados del país, hicieron un llamado al Gobierno Federal, en particular a la Secretaría de Gobernación (Segob), a través del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de los Derechos Humanos y periodistas, y al Gobierno del Estado de México para que a la brevedad:

Realicen las acciones necesarias para salvaguardar la vida e integridad física y emocional de la defensora Irinea Buendía y su familia.

-Inicie las investigaciones necesarias para identificar y sancionar a los autores intelectuales y materiales de las agresiones contra Irinea Buendía y los integrantes de su familia.

-Implemente de manera cabal la sentencia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que Mariana Lima, Irinea Buendía y su familia pueden acceder a la justicia.

-De la mano de las organizaciones no gubernamentales, impulsen acciones para abatir los feminicidios en el país, y de manera urgente en estados -como el Estado de México-, cuyos índices de violencia se acrecienta y prevalecen en la impunidad.

El infierno de ser mujer en México

Desde el 2012, más de 10 mil mujeres han sido asesinadas en México, de las cuales sólo el 19% se han tipificado como feminicidios, según una investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), en colaboración con la plataforma CONNECTAS y el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ, por sus siglas en inglés).

Cabe señalar que para que un feminicidio sea catalogado como tal, el delito debe presentar características determinadas, las cuales varían por entidad.

Por ejemplo, en el Estado de México, donde Mariana fue asesinada, el código penal señala que la muerte de una mujer es feminicidio cuando la víctima presente signos de violencia sexual, que se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, que existan antecedentes de violencia, que haya existido entre la víctima y el agresor una relación sentimental o de confianza, amenazas previas, que la víctima haya sido incomunicada o que el cuerpo de la víctima haya sido expuesto.

En la investigación llamada Feminicidios Ocultos, se solicitó a cada una de las Procuradurías y Fiscalías de los 32 estados, el número de homicidios dolosos violentos contra mujeres, así como las especificaciones de la causa de la muerte.

Las autoridades estatales reportaron que de enero de 2012 a junio de 2016 habían sido asesinadas en forma violenta en todo el país 9 mil 581 mujeres, pero sólo mil 887 de esos crímenes fueron tipificados como feminicidios.

Al menos 7 mil 694 mujeres que fueron asesinadas a balazos, descuartizadas, violadas, asfixiadas o golpeadas hasta morir no fueran reconocidas como víctimas de feminicidios.

En el análisis de datos se identificó que algunas procuradurías o fiscalías reportaron menos crímenes de los que en realidad ocurrieron, pues estas mismas instancias informaron al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) 10 mil 203 homicidios en todo el país en el mismo lapso, es decir mil 648 menos.

Aún así, con dichos datos se puede decir que en México cada día son asesinadas entre 6 y 7 mujeres.

El Estado de México ocupa el primer lugar nacional en homicidios de mujeres, con 396 casos ocurridos en 2015. Sin embargo, Guerrero es la entidad con la mayor tasa de crímenes de género, con casi 12 casos por cada 100 mil mujeres.

Defensores de los derechos humanos, en la mira

De acuerdo con la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), del 2006 a diciembre del 2016, han asesinado a 29 personas defensoras de derechos humanos.

Luis Raúl González Pérez, presidente de la CNDH, en la presentación del Informe Anual del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, alertó sobre el incremento en el número de agresiones y situaciones de riesgo que enfrentan los defensores de los derechos humanos y periodistas.

Por su parte, Amnistía Internacional declaró: “México se ha convertido en una zona muy peligrosa para quienes tienen la valentía de dedicar su vida a la búsqueda de las personas desaparecidas.