Main logo

Siete niños estuvieron muertos por dos horas y pudieron regresarlos a la vida

Hace ocho años un grupo de niños vivieron la peor experiencia de su vida, el bote donde iban volteó, siete de 13 menores habían muerto por congelamiento

Escrito en MUNDO el

Hace ocho años, trece niños vivieron uno de los acontecimientos más desesperantes de su vida, cuando el bote en donde paseaban se volteó por el fiordo de Praesto, en Dinamarca.

“Había mal tiempo, había mucho viento, el bote se dio vuelta en medio del mar y toda la gente cayó al agua”, recordó Casper uno de los niños sobrevivientes.

“Estaba tan helado, tan frío, había hielo en el agua. Yo quedé debajo del bote; todos gritaban, era como irreal”, recuerda Katrina, una de las alumnas del accidente.

En ese momento, el profesor que acompañaba a los alumnos dio la orden de nadar, sin embargo la orilla se encontraba a cientos de metros de distancia y la temperatura del agua no superaba los dos grados.

Fue así como siete de los 13 niños no lograron salir, y quedaron sumergidos en el agua y sufriendo hipotermia. Uno de ellos fue Casper, a quien sus amigos intentaron animar para que nadara, pero fue imposible.

Su corazón, dejó de latir. Clínicamente estaba muerto.

Katrina logró llegar a la orilla declaró que fue difícil porque no tenía fuerza en sus piernas y se caía, en ese momento, pensé; ok, ahora voy a morir”.

Pero su destino cambio luego de que a lo lejos vio a un hombre “cuando lo vi, me puse a gritar muy fuerte”, dijo Katrina.

Inmediatamente se activó el rescate. El médico Steen Barnung llegó hasta el lugar en un helicóptero.

“Aterrizamos y un hombre llegó corriendo hacia nosotros. Repetía las mismas palabras: Están todos muertos, están todos muertos, y en efecto, había siete niños técnicamente muertos desde hacía dos horas”.

Cuando lo niños fueron trasladados al hospital Rigshospitalet, en la ciudad de Copenhagen, fueron atendidos por el médico Michael Jaeger, quien logró revivir a los menores.

“Ellos estaban muertos pero no realmente muertos. Todavía teníamos una opción”.

La extrema hipotermia paró el corazón de los niños también disminuyó el ritmo de su metabolismo. Esto hizo que sus órganos pudieran empezar a trabajar de nuevo cuando aumentó la temperatura de su cuerpo.

Y así, comenzó el objetivo de calentar la sangre de los menores un grado por cada 10 minutos; 6 horas después del accidente, el corazón de los niños volvió a latir.

Pero existía la duda si los pacientes quedarían con alguna secuela cerebral, pues sin oxígeno dos millones de células mueren cada minuto.

Pero a medida en que se fueron despertando, los niños no mostraron secuelas importantes.

''''No pudimos ver anormalidades en los escaneos y eso es increíble. Este es el mayor número de víctimas de accidentes por hipotermia que han sido resucitados, todos de una vez y con un porcentaje de 100% de supervivencia'''', afirma Jaeger.

A ocho años de esta pesadilla, Katrina asegura “he aprendido a diferenciar las cosas por las que vale la pena luchar. Estoy muy feliz de estar viva”.


Con información El Nacional

kach