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"Me bañé media hora, me sentía sucio": joven abusado

Ante la llegada de Francisco a Colombia a partir de este 6 de septiembre, un joven que fue víctima de abuso sexual por un sacerdote exige justicia

Escrito en MUNDO el

El papa Francisco visita Colombia desde este 6 de septiembre y ante su llegada, un joven que fue víctima de abuso sexual por un sacerdote exige justicia.

La BBC Mundo documentó el testimonio de un joven, con aspiraciones de ser cura, quien sufrió abuso cuando tenía 18 años.

Creo que era final de noviembre. Aproveché un viaje a Medellín con unos amigos de la universidad para hacer unos días de retiro y que mi papá pensara que yo estaba en un tema de fiesta y que no se estresara (los padres no aprobaban mi idea de ser cura). Pedí quedarme una semana en la casa que mi comunidad de Bogotá tenía en Medellín, para estar viviendo con los seminaristas y compartiendo con ellos. Un amigo mío habló con el padre director del seminario y permitieron que me quedara”, relata

Al llegar al lugar, se reunió con todos los integrantes de la comunidad seminarista, pero había un padre que lo miraba frecuentemente. No le tomó importancia porque el religioso era quien podría aprobar su ingreso al seminario.

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“Vamos a esa finca y entonces el padre me empieza a mirar. Nos sentamos en una mesa diez personas, hay un contacto visual y yo no entendía qué pasaba. Me miraba, me miraba. Y yo lo miraba y decía: "Este man es el más de la casa, me debe estar analizando, debe estar pendiente de mis actitudes, no sé...", recuerda.


Habían salido de paseo a una finca cercana a Medellín. Cuando regresaron, al bajar del automóvil, el sacerdote le pidió que hablaran en privado, a lo que él aceptó, por tratarse de una autoridad en el seminario.

“Me dice: Vamos a mi oficina y hablamos. Hay algo que yo no sabía, que la oficina también era su cuarto. Llegamos a la oficina, él se sienta enfrente, saca una silla, y me dice: ¿Un trago? Nos habíamos tomado un par de cervezas en el almuerzo y yo: Bueno. Y él me dice: Ay, no tengo más cervezas, ¿nos tomamos un whisky? Y yo: Sí, no pasa nada. A los 18 años yo no tomaba mucho”, señala.

Comenzaron a hablar de sus aspiraciones de entrar al seminario y de los sacrificios que ello conllevaba, como el hacer votos de obediencia, de pobreza y el de castidad. En este último, el sacerdote abundó por más tiempo.


Pese a todo, nunca perdió la fe

Comenzó a cuestionar al joven sobre sus experiencias sexuales, qué hacía, cómo se masturbaba, mientras le seguía sirviendo alcohol.

“Cuando te masturbas, ¿tú te acaricias? ¿cómo lo haces? ¿qué cosas te imaginas?”, insistía el religioso.

El joven comenzó a sentirse muy incómodo y más por el temor que tenía de ser rechazado en el seminario porque tenía dudas sobre su orientación sexual. A pesar de no haber tenido alguna experiencia sexual, pensaba que podría ser gay.

Yo desde muy pequeño tenía un tema de creer que era gay, pero pensé que no le podía decir eso a un cura porque me iba a rechazar”, reflexiona

Entre el alcohol y las insinuaciones de connotación sexual, finalmente el padre lo tomó de la mano y lo llevó a su cama.

Lo siguiente que recuerdo es que dice: "¿Vamos a mi cuarto?". Él se levanta, me coge de la mano. Yo en verdad no recuerdo qué dije. Yo estaba muy nervioso, estaba temblando. Y me siguió tocando las piernas. No recuerdo qué vino después. Sé que me besó, no me besó en la boca, me besó en las orejas, en los hombros. No recuerdo cómo me desvistió, no recuerdo cómo fue ese momento. Pero sí recuerdo ya estar los dos desnudos. Se masturbó y me masturbó. Lo que recuerdo es que después yo me vestí y me fui a mi cuarto”, describe la víctima.

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El colombiano recuerda que desde ese día no volvió a ser el mismo. Se sentía sucio, se sentía culpable. Todavía pasó toda una semana en el seminario, sintiendo la presencia del cura, observándolo en todos sus movimientos.

Me bañé media hora, me sentía sucio, muy sucio. Yo lloraba, lloraba y lloraba y no podía llamar a mi mamá para decirle nada, porque no le dije que estaba en un seminario, además mi mamá me iba a decir lo que siempre me dijo: Los curas van a abusar de ti, por eso no quiero que seas cura”

El padre que abusó de él siguió acosándolo por teléfono. Le llamaba a su casa, a su celular, hasta que salió del país.

Durante su estancia en el extranjero, se acercó a un grupo de jesuitas que lo ayudaron a comprender que él no era el culpable de lo sucedido, sino el sacerdote que utilizó de su poder y su influencia para abusar de él.

Hoy, es un hombre mayor de 30 años, seguro de sí mismo. Un profesionista que se aceptó como es y vive la vida en pareja con otro hombre.

Sin embargo, no olvida lo que le hizo el cura y que otros jóvenes pudieron haber sufrido lo mismo. Por esta razón, exige al Papa Francisco, en su visita a Colombia a juzgar a los sacerdotes pederastas para que paguen por abusar de sus víctimas.

“Yo creo que lo importante es pedirle al Papa que haya justicia, ya que mundialmente hay muchos casos de abuso de autoridad, de abuso sexual, de manipulación, también abuso psicológico que no se deben permitir dentro de la Iglesia, porque se supone que es una institución donde la bondad es lo más importante, la fe, la ayuda a los demás, el amor al prójimo. Pero creo que una minoría de quienes lo profesan no son fieles a eso, entonces que haya justicia, que haya severidad, que no sea condescendiente con quienes hayan abusado.” (Con información de BBC Mundo)