El sábado, la Asamblea Legislativa de Virginia aprobó la legalización de la marihuana. La votación histórica lo convierte en el primer estado sureño en adoptar la legalización total, uniéndose a otros 15 estados y al Distrito de Columbia.
El proyecto permitirá que los adultos mayores de 21 años puedan llevar hasta una onza de marihuana consigo. También aprobará el cultivo doméstico de hasta cuatro plantas por hogar.
Sin embargo, las nuevas medidas no serán legales hasta el 2024.
"Ha costado mucho trabajo llegar hasta aquí, pero yo diría que estamos en el camino hacia una ley equitativa que permita a los adultos responsables consumir cannabis", dijo el senador estatal Adam Ebbin.
La Cámara de Representantes aprobó la medida en una votación de 48 a favor y 43 en contra, mientras que el Senado lo hizo con 20 votos a favor y 19 en contra. El proyecto fue aprobado sin un solo voto republicano, confirma el medio Politico.
El gobernador demócrata Ralph Northam apoyó la legislación en noviembre y llamó a los legisladores a secundar su propuesta. Los proyectos avanzaron rápidamente en las cámaras.
"Para mí, este es un proyecto de ley de justicia", dijo la líder de la mayoría demócrata, la diputada Charniele Herring. "Aunque tiene defectos y no es el proyecto de ley perfecto ... creo que esto nos hace avanzar en la dirección correcta".
Durante los debates, se tocaron temas clave, por ejemplo, los cambios que se deben hacer para manejar la eliminación automática de los delitos de marihuana. Sin embargo, el diario The Washington Post explica que los legisladores se saltaron varias decisiones clave acerca de cómo se regulará el mercado y sobre las nuevas sanciones penales por las ventas no reguladas y la posesión de marihuana por menores de edad.
Varios demócratas también afirmaron que esperar hasta el 2024 para legalizar la posesión significa que la medida no da importancia a las comunidades de color que se ven afectadas de manera desproporcional por la criminalización.
EQUIDAD SOCIAL
El proyecto, además, establece un impuesto de 21% sobre la marihuana y permite a los municipios añadir un 3% adicional a los minoristas.
Se propuso que los ingresos de estos impuestos se usen para financiar proyectos de salud pública en las comunidades más afectadas por las leyes de criminalización. Por ejemplo, se espera que se invierta en la educación preescolar y en programas de tratamiento por consumo de sustancias. Otra parte irá a un Fondo de Reinversión de la Equidad del Cannabis, el cual proporcionará recursos como becas a estas comunidades.