Savanna Marie Lafontaine-Greywind tenía 22 años, ocho meses de embarazo y planeaba mudarse con su novio. El pasado 26 de agosto, tras siete días en calidad de desaparecida, su cuerpo fue hallado y su muerte es descrita por la policía de Dakota en Estados Unidos, como un asesinato violento.
El domingo 19 de agosto, Savanna salió de su casa a las 13:30 horas y le avisó a su madre que iría con sus vecinos que vivían dos pisos arriba: Brooke Lynn Crews y William Henry Hoehn para ayudarles en un “proyecto de costura”.
Dicho proyecto consistía en que los vecinos le pagarían 20 dólares por posar para un vestido que estaba cosiendo Crews.
Sin embargo, la joven embarazada no regresó a casa y pasado un tiempo, su madre Norberta subió las escaleras y tocó la puerta del apartamento de Crews y Hoehn, quienes respondieron que su hija ya se había ido.
“Supe de inmediato que algo estaba mal porque su coche seguía aparcado delante de la casa. Estaba embarazada de ocho meses y tenía los pies hinchados, no se iría a pasear. Había una pizza en casa que todavía no se había comido”, explicó Norberta al diario local Duluth News Tribune dos días después de la desaparición.
A las 16:30 denunció la desaparición a la policía y su familia y su prometido comenzaron la búsqueda.
El 24 de agosto, durante un cuarto cateo al domicilio de los vecinos, los investigadores encontraron a un recién nacido que sospechan que podría ser la hija de Savanna. Según declararon los vecinos, el bebé que estaba en la casa sí es su hija.
Más de 30 agentes y unidades caninas rastrearon el municipio y sus alrededores; y el 27 de agosto, días después del hallazgo de la recién nacida, en un tronco cercano al río Rojo del Norte, encontraron el cuerpo de Savanna enganchado a un tronco y envuelto en plástico.
TE PUEDE INTERESAR: El cruel feminicidio que autoridades calificaron de suicidio
En una granja abandonada también se encontraron objetos sospechosos.
De acuerdo a la autopsia, la joven fue "asesinada violentamente", aunque las autoridades no revelaron más detalles sobre su muerte ni tampoco sobre su parto.
El jefe de la policía, David Todd, explicó a los medios que la niña podría no haber estado en la residencia durante los tres primeros registros.
“Lo único que quería era una vida con Savanna y mi bebé. Me lo han robado todo”, lamentó el prometido de Savanna, Ashton Matheny, con quien planeaba mudarse el próximo mes.
Ashton se ha sometido a unas pruebas de ADN para confirmar que la bebé sea en efecto su hija y pueda obtener la custodia.
Por el momento, los dos vecinos permanecen detenidos (acusados de secuestro, asesinato y de mentir a la Policía) y el bebé se encuentra a cargo de los servicios sociales.
Con información de El País
fmma